Hemos hablado ya un par de veces sobre el
poder energético de las pirámides (y más concretamente de la ausencia de éste). Vimos cómo célebres científicos habían desarrollado toda una teoría acerca de la naturaleza de esta energía, que les llevaba a concluir, básicamente, que esta energía era de carácter magnético, lo cual producía una acumulación de neutrinos, cosa harto sorprendente porque estas partículas al carecer de carga eléctrica, no interaccionan con campos magnéticos. Una hipótesis interesante, sí, pero sin el aval de unos resultados experimentales, no deja de ser la típica elucubración después de varias copas. Va a ser por ello que todavía nadie les ha propuesto para el Nobel.
Así pues, los
Laboratorios Secretos de Gluon con Leche, se han decidido a dar el paso de encontrar la evidencia experimental que demuestre la existencia de esta energía piramidal de origen magnético. ¿Por qué lo hacemos?
¿Por la salud mundial? No. Los piramidiotas ya usan la piramidología sin necesidad de pruebas, siempre que estén sanos: cuando están realmente enfermos acuden
al hospital como todo hijo de vecino. Así que dará igual el resultado del experimento que vamos a desarrollar, que la medicina “
oficial” seguirá siendo la que funcione, y a la que acudirán cuando la necesiten.
En realidad, lo confesamos, lo hacemos por la fama y el dinero que nos dará el premio Nobel por demostrar experimentalmente la existencia de este tipo de energía.
El protocolo experimental¿Cuál es el mejor método de comprobar esta energía piramidal? Es curioso cómo preguntados los expertos, su protocolo experimental consiste en fabricar una pirámide, poner trozos de carne debajo, y comparar posteriormente su estado de conservación con otro trozo de carne fuera de la pirámide.(Protocolo en la sección de archivos de la lista
Charlatanes) Es decir, un método en que la medida es de carácter puramente subjetivo (como en toda pseudociencia que se precie: no vamos a dejar que un dato nos estropee una creencia). Pero es que, aunque haya (que seguramente la hay) una forma de determinar objetivamente el grado de putrefacción de la carne, y se diera un resultado positivo para el “
experimento”, de ninguna forma quedaría probado que hay una energía piramidal de origen magnético, ya que nos enfrentamos a un producto final del que no hemos podido analizar el mecanismo por el cual ha salido tal resultado, porque que se ha obviado la teoría que (se supone) lo sustenta. Por eso, los
Laboratorios Secretos de GcL, siempre dispuestos a hacer ese trabajo que los pseudoexpertos no quieren (
ni saben) hacer, han desarrollado su propio protocolo experimental, destinado a comprobar la existencia de la energía piramidal.
1. Hipótesis a falsarLa pseudoteoría piramidal establece que (Véase el
panfleto del Dr. Sosa, y el “protocolo” en la sección de archivos de la lista de correos “
charlatanes”):
- La esencia de la energía piramidal es magnética, se encuentra en todas partes y la pirámide la “organiza” de forma tal que su existencia se ponga de manifiesto
- La pirámide debe estar orientada con el eje magnético de la Tierra
- La pirámide puede ser construida de cualquier material que no sea ferromagnético. Puede tener o no paredes.
- El punto de mayor concentración de la energía es a un tercio de la altura de la pirámide.
- Las dimensiones de la pirámide deben ser proporcionales a las de la Gran Pirámide de Keops [Arista = Base x 0,951]
- Se necesita un periodo de 15 días para cargar de energía la pirámide.
2. Qué medir y por qué
Una vez conocida las hipótesis y afirmaciones que se hacen, podemos decidir qué magnitudes se pueden medir, y por qué hay que medirlas. Dado que la pirámide “reorganiza” la energía magnética, es de esperar una variación del campo magnético en el interior de la pirámide, una magnitud física que es posible medir. El campo magnético se caracteriza por dos parámetros: intensidad y orientación. Entonces, si existe una energía piramidal, se debe de observar una diferencia de la intensidad y/u orientación del campo magnético en el interior de la pirámide respecto al exterior. Éstos son los parámetros a medir.
3. Control de variables
La reorganización de la energía magnética depende de la orientación de la pirámide respecto al eje magnético de la Tierra. Por tanto, se deben medir intensidad y orientación en función del ángulo de orientación de la pirámide. Es de esperar que el cambio en el campo magnético sea máximo cuando la orientación sea cercana al eje magnético terrestre (es decir, una desorientación de 0º), y mínima cuando la desorientación sea cercana a 45º
También se establece un “periodo de carga” de 15 días, por lo que se pueden repetir todas las medidas cada día, para intentar observar cómo la variación del campo magnético aumenta durante esos 15 días.
4. Materiales
La pirámide puede ser fabricada en diversos materiales, siempre y cuando no sean ferromagnéticos, y las paredes no son imprescindibles. Por comodidad, hemos elegido una hecha con mondadientes de madera, con una base de 6.3 cm (longitud total del mondadientes), y una arista de 6.0 cm, acorde con las dimensiones previstas en las hipótesis.
5. Instrumentación
Existen aparatos para medir campos magnéticos. Por desgracia, el presupuesto del Laboratorio suele gastarse principalmente en cervezas, así que vamos a recurrir a un método totalmente casero (y así de paso, cualquier persona puede intentar replicar el experimento).
Nuestros instrumentos de medida son una brújula, y un cronómetro. Obviamente, la brújula da la orientación del campo magnético, en nuestro caso, con una precisión de 2.5º. Y con la ayuda del cronómetro, se puede cuantificar la intensidad del campo magnético.
Piensen primero en un muelle con una masa. En reposo, el muelle tiene una longitud L. Si ahora tiramos de la masa para estirar el muelle, éste responde en sentido contrario, y más fuerte cuanto más tiremos. Si en cambio comprimimos el muelle, entonces la fuerza trata de estirarlo para recuperar la posición inicial. El muelle actúa como una fuerza recuperadora, que actúa en el sentido contrario al del desplazamiento de la masa Si tiramos (o comprimimos) y soltamos, el muelle ejecuta un movimiento oscilatorio, con una frecuencia que depende de la constante de fuerza del muelle y de la masa.
Volvamos a la brújula. La brújula es un pequeño imán, que se puede considerar un dipolo magnético, con su correspondiente momento dipolar
M. Este momento, se orienta en presencia de un campo magnético
B. Cuando la brújula está orientada, se halla en reposo. Si giramos la brújula, se desorienta en un ángulo
q, de forma que el campo magnético ejerce una fuerza que trata de hacer recuperar la posición de equilibrio, igual que lo hacía el muelle. De igual forma, la brújula empieza a oscilar en torno a su posición de equilibrio, y lo hace con una frecuencia
w que depende de la intensidad del campo magnético
B, del momento dipolar de la brújula
M, y de su momento de inercia
I:
(Queda como ejercicio para los piramidólogos demostrar de donde sale esta fórmula)
Así pues, es posible en teoría cuantificar la intensidad del campo magnético, al medir la frecuencia de estas oscilaciones. Existen, sin embargo, parámetros que no son conocidos, como el momento de inercia (aunque se podría calcular), y el momento magnético dipolar de la brújula.
Sí se puede, en cambio, hacer medidas con referencia al campo magnético terrestre: se puede medir una frecuencia de oscilación (wref) cuando la brújula está fuera de la pirámide. Cuando se coloca la brújula dentro, si existe un campo magnético distinto presente debido a la reorganización que produciría la pirámide, la frecuencia de oscilación adquiere entonces otro valor (wi). El cociente entre el cuadrado de las dos frecuencias, es proporcional al cociente entre la intensidad de ambos campos:
Si el campo magnético dentro de la pirámide es igual al de referencia, es decir,
no hay reorganización del campo magnético, entonces este cociente será siempre 1,
dentro de la precisión del sistema experimental. Si es mayor que 1, entonces el campo producido es mayor, y si es menor que 1, entonces el campo se ha debilitado.
Para medir la frecuencia de la oscilación, nada más sencillo que desorientar la brújula, esperar a que se estabilicen las oscilaciones, activar el cronómetro, y contar oscilaciones. La frecuencia será el número de oscilaciones, divido por el tiempo que ha tardado en hacerlas.
Como ven, un método casero, que humildemente vamos a bautizar
medidor GcL de campos magnéticos, que no sacaremos a la venta pública porque cualquiera puede hacerse uno igual en casa, y el negocio sería una ruina para nosotros.
6. Precisión del instrumentalCualquier persona habituada a experimentar sabe que no sólo debe saber darle al botón de su aparato de medida. Debe saber cómo funciona, conocer hasta los más mínimos detalles, y en especial, su precisión. En el
medidor GcL, el propio experimentador debe activar y parar el cronómetro, lo cual introduce errores en la medida, ya que se tarda un tiempo siempre variable en reaccionar. Existen errores de apreciación sobre donde empieza la primera oscilación a contar, y donde termina la última. Estos errores introducen una incertidumbre en la medida del tiempo, que se propaga hasta la cantidad final que se desea calcular (frecuencia de oscilación, y posteriormente, cociente con la frecuencia de referencia). Así pues, la pregunta obligada es ¿Cuál es la precisión del
medidor GcL?
Para ello, nada mejor que medir un número elevado de veces el campo magnético terrestre, hallar la frecuencia de oscilación de la brújula, y comprobar qué valores se obtienen, y con qué dispersión: tomamos 10 medidas, contando 10 oscilaciones, y se calcula su frecuencia promedio
wi. , y su dispersión (error). Se repite el proceso otras 11 veces. (Total, 110 medidas). Con estas 11 frecuencias promedio, se calcula nuevamente su media, se calcula el cuadrado del cociente de cada frecuencia promedio
wi, con la frecuencia media
wmedia, y sus correspondientes errores.
Tal como se ve en la gráfica, las medidas se acumulan en torno a 1 con una dispersión, pero lo importante son las barras de error, que tienen una longitud media de
s±0.023. Esto quiere decir que cualquier valor que se calcule y que caiga dentro de esta banda de error (marcada en azul en la gráfica) debe ser considerada indistinguible respecto del valor medio, y la diferencia es
únicamente atribuible a la precisión del medidor, y no a una interacción distinta. El
medidor GcL sería capaz de medir una variación mínima del
2.3% respecto del campo magnético de referencia (en este caso, el terrestre). (Esta precisión se puede mejorar aumentando el número de oscilaciones a contar en cada medida)
7. Pruebas de instrumentaciónComo se que mis lectores son unos malvados escépticos aficionados a la barbacoa, y no se creen nada a la primera, hemos probado el
medidor GcL con un imán.
Colocado a distintas distancias, su acción sobre la brújula se hace cada vez mayor, y por tanto, se observan sus efectos tanto en la desviación de la aguja de la brújula:
Como en la intensidad del campo magnético (medida a través de la frecuencia de oscilación de la aguja):
(En la gráfica pequeña, una ampliación de la zona marcada)
(Recordamos que
w2i/
w2ref=B
i/B
Ref, con lo que el campo magnético cuando el imán está a una distancia de 6 cm es 17 veces el del campo magnético terrestre. B=17•0.5 Gauss=8.5 Gauss)
8. Consecuencia de los resultadosQueda definido así el protocolo experimental. Las medidas que se realizan son las siguientes:
- Cada día, durante 15 días, se medirá el campo magnético de referencia (el campo terrestre) sin pirámide. Las medidas se realizan siempre en el mismo lugar, para intentar minimizar las posibles contribuciones parásitas debidas a aparatos, o materiales ferromagnéticos cercanos, que pueden ser distintas cada día.
- Cada día, durante 15 días, se medirá el campo magnético con la pirámide desorientada en 0º, 15º, 30º y 45º
- Cada medida supone medir en la misma configuración (sin pirámide, y con pirámide en sus distintas orientaciones) varias veces (10), de donde se halla la media y su desviación estadística.
- Se anota la desviación angular media del campo magnético, y la frecuencia media de oscilación obtenida de esta forma.
- Se comparará para cada día, la relación entre el campo magnético sin pirámide, y con pirámide para cada orientación, a través de la relación entre el cuadrado de sus frecuencias, y los errores de las medidas.
De esta forma, al analizar los resultados se puede evaluar si la hipótesis de partida es correcta o incorrecta. Se considerará que se ha encontrado evidencia de la energía piramidal si:
- El campo magnético en el interior de la pirámide, cuando ésta está orientada en el eje Norte – Sur, es significativamente distinto respecto del campo magnético de referencia terrestre. Esto supone una
desviación mínima de 2.5º en la dirección, y/o una
variación de la intensidad mayor de ±2.3%.Además, se confirmarán otros aspectos de la hipótesis de partida si:
- La variación respecto al campo magnético de referencia es máxima cuando la desorientación es de 0º, y disminuye cuando la desorientación aumenta hasta los 45º
- La variación del campo magnético de referencia crece durante 15 días.
Llevamos ya unos días midiendo. Los 15 días de “carga” terminan el próximo 20 de Abril.
Consulten los resultados del experimento.