Todo buen vendedor de misterios no deja la oportunidad de presumir de investigar un fenómeno que la [malvada] ciencia [oficial] niega dogmáticamente. Curiosamente, el resultado de dichas investigaciones sólo puede encontrarse en un libro que él mismo ha escrito y cuya conclusión suele ser del tipo:
"Es algo muy misterioso, no hay que descartar ninguna hipótesis, seguiremos investigando"
Es decir, ha realizado una investigación que no ha resuelto nada. ¿Por qué será? ¿Quizás porque así puede escribir un segundo libro sobre el tema?. Maldades aparte, el caso es que un análisis del método empleado puede dar una respuesta bastante clara.
Las hipótesis
¿Qué haría un investigador ante, por ejemplo, las psicofonías?. No será el primero que se interese por ellas, hay miles registradas, y sin duda alguien tendrá ya alguna teoría... ¿o no?. Documentémonos pues:
Una psicofonía resulta ser una voz o inclusión que queda registrada en una grabación magnetofónica, enmascarada por el ruido, que a veces responde inteligentemente a preguntas previas que se hacen, a veces responde sin sentido, y a veces aparece la voz sin preguntar nada. ¿Qué hipótesis existen para intentar desvelar tamaño misterio? [1,2]
Hipótesis 1: Ventriloquía subliminal, emisión subconsciente de palabras que ni el mismo investigador oye.
Hipótesis 2: Impregnación ambiental, palabras y hechos que quedan grabados en el tiempo, o que llegan de otra dimensión.
Hipótesis 3: Mensajes procedentes de entes descarnados, difuntos que nos hablan desde el Mas Allá.
Hipótesis 4: Telepatía entre el investigador y el aparato, a través de ondas o partículas como el neutrino.
Hipótesis 5: La psicofonía llega desde otros planos no materiales, donde se hallan la psique y el espíritu.
Hipótesis 6: Emisiones producidas por solitones, descritos por la mecánica cuántica.
Hipótesis 7: Actividad alienígena.
En realidad se podrían añadir algunas hipótesis más, rechazadas normalmente por los himbestigadores, pero ya que hay que tener una mente abierta y no hay que descartar ninguna teoría a priori, las tomaremos en cuenta:
Hipótesis 8: Interferencias electromagnéticas, causadas por la emisión de estaciones de radio, captadas por la grabadora haciendo de antena.
Hipótesis 9: Ruido que produce pareidolia auditiva, como ocurre de forma parecida en los momentos teniente[4] de la cadena M-80, o como se puede ver en el post Momento teniente[3] del blog Uno por uno, uno; uno por uno, dos; uno por uno...
La hipótesis del fraude tampoco debería ser desacartada, pero vamos a hacer un esfuerzo y supondremos buena fe... que es mucho suponer.
Todas estas hipótesis establecen cual es el origen de la psicofonía, pero tan sólo las 8 y 9, las que podríamos considerar mundanas, ortodoxas, o pertenecientes a la ciencia dogmática, también establecen cómo se registra la psicofonía, cual es el mecanismo por el que aparece (o parece haber) una voz grabada en una cinta. En cambio, de las 1 a 7, no se puede deducir cómo llega a quedarse registrada esa inclusión. Además, requieren unas suposiciones iniciales que no están demostradas (telepatía, Mas Allá, dimensiones y planos de existencia, extraterrestres, el espíritu...). En cambio, las leyes del electromagnetismo son de sobra conocidas y usadas. Y también se sabe sobre la capacidad de los sentidos para completar lo que solo son trazos para reconocer una imagen entera. Igual con el sentido del oído.
Un buen himbestigador dirá que no descarta ninguna de las hipótesis anteriores, y que no sabe realmente qué es la psicofonía. Sin embargo, todos saben que es la técnica perfecta para averiguar qué pasó en lugares con pasados trágicos, reforzando las hipótesis 2 y 3 [5], y debilitando hipótesis como la 1 y 4, en que el origen sería el propio investigador.
Teoría aparte resulta ser la técnica de grabación. Las referencias[1,6] de un himbestigador indican que la instrumentación necesaria debe constar de una grabadora, con entrada de sonido donde se puede enchufar, o bien un micrófono, o bien un generador de ruido blanco, o un sintonizador, sintonizado en una frecuencia donde no haya emisión de radio. Además, la grabadora hay que meterla en una caja de Faraday para eliminar interferencias electromagnéticas, y en el caso del micrófono, meterlo en una campana de vacío, o en su defecto, insonorizarlo de forma que minimice el ruido ambiente, y que no pueda registrar la voz del investigador ni sonido alguno.
Resulta curioso que se necesite un generador de ruido o un sintonizador desintonizado, cuando el sueño de cualquier experimentador es obtener una señal (voz) clara, limpia y sin ruido (de hecho, uno de los argumentos de Germán de Argumosa, introductor del fenómeno en España, para declarar como fraudulentas unas psicofonías obtenidas en el Palacio de Linares por Carmen Sánchez de Castro, fue que éstas eran "demasiado claras"[1]). Este método de grabación lleva además una teoría implícita: El ruido blanco hace de substrato sobre el que el ente - o lo que sea - modula lo que quiere farfullar, siendo entonces la psicofonía de origen electromagnético.
Choca entonces que se pueda usar también un micrófono insonorizado e incapaz de detectar cualquier sonido para reducir el ruido ambiente. Es decir, se elimina el substrato de ruido blanco para la modulación de la psicofonía. Parece insinuar que la psicofonía tiene un origen sonoro, en contraposición al origen electromagnético, pero a la vez se anula la capacidad de detección del micrófono.
Sin embargo, estas contradicciones no hacen inmutarse a un buen himbestigador. Un investigador se preguntaría "¿Y entonces, qué pinta el micrófono?". Un buen himbestigador respondería "Abre tu mente" y soltaría una retahíla de palabras inconexas entre las que incluiría "energía desconocida". [5]
¿Merece la pena investigar?
Tenemos 7 hipótesis sobre el origen de las psicofonías, junto con dos hipótesis extra independientes de las anteriores de cómo se graban, ambas con resultados experimentales positivos, pero incompatibles y contradictorias entre sí. Y otras dos hipótesis que explican tanto el origen y como el mecanismo. ¿Qué haría un buen himbestigador ahora? Sin duda, coger su chaleco multibolsillos y su kit de grabaciones psicofónicas, marca ACME, e irse aun caserón abandonado a preguntar cosas al viento.
Un investigador en cambio se preguntaría si realmente merece la pena ponerse manos a la obra. Tenemos hipótesis que no son más que fantasías, supuestos basados en otros supuestos sin demostrar, cuyas bases además son muy endebles. Tenemos otras dos hipótesis extra contradictorias entre sí y que no se conectan de ninguna forma con las fantasías anteriores. Hay además, dos hipótesis que sí parecen explicar el fenómeno entero (origen y mecanismo), y que coinciden en los rasgos más principales con las características generales de cualquier psicofonía.
¿Hace falta demostrar que todas las psicofonías responden a alguna de estas dos teorías? (sin contar las que son fraudes, que hemos supuesto buena fe). Un himbestigador en seguida sacaría de su discoteca o psicofonoteca, sus 70.000 grabaciones, apoyadas con su colección de anécdotas inexplicadas (que no inexplicables), para decir que el fenómeno es real, y que en todo caso, esas explicaciones racionales y dogmáticas no explican por qué las respuestas son inteligentes.
¿Lo son? La mayoría de las veces la respuesta es tan ambigua, que se puede interpretar lo que se quiera[1]. E incluso, la pareidolia auditiva, junto con el conocimiento de la pregunta realizada por el himbestigador y la predisposición a oír algo, podría inducir a escuchar una respuesta coherente.
Desarrollo de la hipótesis
En cualquier caso, siempre puede haber alguien interesado en llegar a realizar un experimento controlado para poder descartar hipótesis, y poder esclarecer cual es la más probable. La importancia de tener una hipótesis es que permite identificar qué variables las son importantes, cómo se pueden controlar y medir, y qué instrumentación y técnica de análisis son las óptimas. Un investigador, sin duda, optará por desarrollar las teorías que parecen describir el fenómeno entero (las 8 y 9), y seguirá documentándose en su cómodo sillón.
Así, leerá sobre compatibilidad electromagnética (cómo un aparato electrónico interfiere sobre otro), cuál es el espectro radiofónico existente (AM,FM, frecuencias usadas por radioaficionados, balizas, satélites de comunicación, móviles, etc...), cómo es el proceso de grabación de una cinta, acústica, acústica enfocada a fonemas, fenómenos de pareidolia, teorías de la percepción de los sentidos, teorías sobre ruido, ruido electrónico, técnicas de análisis de ondas, análisis de sonidos, reconocimiento de fonemas... ¡Varios de estos temas por separado pueden ser un buen tema de tesis doctoral, en caso de no haber sido investigado aún!
Para cuando termine de leer, un himbestigador habrá grabado ya unas 1000 psicofonías, y recorrido unos 20.000 km.
Si se quisieran explorar las otras hipótesis, entonces habría que documentarse sobre ventriloquía subliminal, impregnaciones ambientales, el Más Allá, la telepatía, los extraterrestres, sobre planos o dimensiones extra y sobre las partículas cuánticas. El problema es que a excepción de las partículas subatómicas y la mecánica cuántica, la única bibliografía disponible es de la que termina concluyendo que:
"Es algo muy misterioso, no hay que descartar ninguna hipótesis, seguiremos investigando"
lo que significa trasladar el problema a demostrar la ventriloquía subliminal, que existen las impregnaciones, que existe el Mas Allá, que existe la telepatía, que existe E.T., o que existen planos y dimensiones donde vive la psique y el espíritu. Y después, demostrar que esos fenómenos, además, producen psicofonías, explicando cuál es el mecanismo. Doble trabajo.
Sobre la mecánica cuántica sí existe una gran bibliografía, pero por desgracia cualquiera que busque no encontrará nada que sugiera que un neutrino o un solitón pueden producir psicofonías, a excepción de aquellos que terminan con la susodicha conclusión.
La instrumentación, el experimento y el análisis
Una vez debidamente documentado, se puede empezar a pensar en qué instrumentación va a ser necesaria, con qué cualidades, qué tipo de experimento hay que realizar, qué tipo de prueba hay que buscar que apoye o refute la hipótesis y que técnicas de análisis son las más indicadas.
En un fenómeno cuya principal característica es el ruido, es fundamental caracterizarlo, conocer toda la teoría acerca de éste, las técnicas de reducción de ruido que existen, y sobre todo cual es el ruido que genera, produce y registra la propia instrumentación. Habrá que estudiar la compatibilidad electromagnética de una grabadora y de una caja de Faraday, para saber qué frecuencias se cuelan, y con qué intensidad. Habrá estudiar cómo es el ruido que genera la grabadora sobre la cinta, comparar el ruido de diversas grabadoras analógicas y digitales, qué rango de frecuencias de sonido son capaces de grabar, con qué intensidad y con qué fidelidad al sonido original. Habrá estudiar qué ruido generan los micrófonos de diverso tipo, que rango de frecuencias son capaces de registrar, y cómo de fiel es la señal eléctrica que producen. Se podría diseñar un circuito especial que registre la señal eléctrica tanto a la entrada del micrófono como en el cabezal de grabación, y comparar con lo grabado en una cinta para estudiar cómo se propaga y varía el ruido, y cómo se añade a una señal conocida desde el micrófono hasta la cinta. Habrá que tener en cuenta técnicas que reduzcan el ruido y que puedan discriminar señales que se hallen enmascaradas en él... y más cosas que no se me ocurren ahora.
En cuanto al análisis, el manual de himbestigador establece que la cinta simplemente se escucha "a ver que se oye"[1,6]. Serían recomendables métodos más objetivos como pueden ser los análisis en frecuencias de toda señal que produce el micrófono, el cabezal, y que se registra en la cinta, enfocado a la detección de fonemas. También se podrían usar métodos estadísticos para caracterizar las fluctuaciones de un ruido blanco, si estas fluctuaciones pueden ser confundidas con fonemas... por poner algunos ejemplos, que individualmente también podrían ser motivo de una tesis doctoral.
Después de toda esta labor de documentación, experimentación y análisis, un investigador estaría empezando a acercarse a lo que de refilón sería un análisis científico del fenómeno. Probablemente, para cuando comience a realizar el primer experimento controlado, un buen himbestigador estará escribiendo las últimas líneas de un libro sobre las 5000 psicofonías que ha podido grabar en sus 100.000 Km recorridos:
"Es algo muy misterioso, no hay que descartar ninguna hipótesis, seguiremos investigando"
En resumen:
- Todo buen himbestigador tendrá una mala hipótesis, o más bien, tendrá una colección de malas hipótesis, de las que no se preocupará por diseñar un experimento para poder falsarlas, pero que para llenar hueco en un libro vienen de maravilla.
- Usará una mala instrumentación, de la que no conoce sus limitaciones, ni siquiera si es válida para lo que está haciendo, y con la que conseguirá una amplia colección de psicofonías de la que presumirá (ya saben, cantidad = calidad) en su libro.
- Y hará un análisis basado en su propia subjetividad que le llevará a averiguar que en Casa Rebollo, construida sobre un cementerio, hubo hace años un crimen trágico que produce unos poltergeist de la leche, gracias a las partículas galvanocuánticas que pululan por vacíos energéticos desconocidos que teletransportan desde otras dimensiones a seres descarnados del Mas Allá, que pasaban por ahí para tomarse unas cañas con unos extraterrestres venidos de Ganímedes.
Visto lo visto, lo paranormal sería que llegaran a alguna conclusión de verdad.
Referencias:
1 "Psicofonías: Un desafío a la ciencia". Sebastián Rodríguez Galindo. Sial Ediciones S.L. (2004)
2 "Psicofonías, ¿quién hay ahí? - Capítulo 2, Hipótesis 1", en Uno por uno, uno; uno por uno, dos; uno por uno...
3 "Momentos teniente", también en el blog anterior.
4 Momentos teniente de M-80
5 "¿Qué son las psicofonías? ¿Quién las causa?" en laloel SEIP
6 "Lugares, horarios y técnicas de obtención psicofónica" en laloel SEIP