martes, junio 27, 2023

Manises: La orografía de Escombreras

Esta entrada es solo un sucinto resumen de un trabajo más largo y detallado que se puede leer en Academia.edu. Si te interesan los detalles, te recomiendo leerlo.
11 de noviembre de 1979, en torno a las 23 hora local (22 UTC), el vuelo TAE JK297 de Palma a Tenerife está en proceso de ascenso. Se encuentra entre Ibiza y Alicante, cuando el piloto ve dos luces rojas. Cree que puede ser un tráfico, pero la torre de control le dice que ahí no hay nada notificado. Finalmente, ante la percepción de peligro, el piloto se desvía y aterriza en el aeropuerto de Manises, en Valencia.

Fernández Peris escribió al respecto de este caso un detallado libro (El Expediente Manises, Fundación Anomalía, 1998), en el que llegaba a la conclusión de que las llamaradas de la refinería de Escombreras fueron las causantes de este avistamiento.

Quien más, quien menos, conoce tanto el caso Manises, como la solución propuesta. Otra cosa es que se comparta, pero nadie ha sido capaz de proponer una alternativa. El argumento habitual es simplemente apelar a la incredulidad:

¿Cómo van a confundirse pilotos experimentados?

Todos los pilotos conocen Escombreras, nadie las confundirı́a con un ovni.
Es el tipo de argumento que se suele oír o leer, pero la sola incredulidad no falsa per se la hipótesis.

Tan solo se ha esbozado en alguna ocasión un argumento que, de demostrarse, puede invalidar la hipótesis de Peris

En mayo de 2000, José Manuel García Bautista y Rafael Cabello publican un artículo en el que dicen reproducir el vuelo con un simulador de su propia creación.

Desde hace dos años llevamos trabajando en un simulador de vuelos que recoge todas las incidencias que pueden afectar a cualquier vuelo en su transitar por nuestros cielos.

entre los parámetros de nuestro ordenador estaba programado las llamaradas de las torres de la refinerı́a en el valle de Escombreras, las posibles anomalı́as astronómicas, especial luminiscencia de planetas y estrellas (entre ellas Sirio), interferencias debido a la guerra electrónica del “Iwo-Jima” y las condiciones atmosféricas que reinaban aquel dı́a.
Sorprende tal nivel de detalle. Lo que no hay en cambio son detalles del simulador, cómo se ha programado, y en particular, cómo se ha validado. Es decir, que frente a una situación conocida, demostrar que reproduce tal situación.

En todo caso, dicen dejar que un piloto sea quien haga el vuelo sin decirle nada, y no logran ver las llamaradas de Escombreras. El argumento es que la orografía del terreno impide que las llamas sean vistas desde el avión


la refinerı́a de Escombreras, resulta estar situada en un valle, denominado Valle de Escombreras. Este valle, presenta una pequeña cordillera de unos 170 - 270 metros de altura que se erige verticalmente de norte a sur (aproximadamente) al este de las chimeneas A, B y C que menciona Fernández Peris en su libro (Fig.8). Puesto que la altura aproximada de las chimeneas es de unos 150 metros (2), gran parte de las montañas no dejarı́an ver las llamas de las torres de combustión de la refinerı́a, especialmente si los observadores están en dirección noreste desde Escombreras.

(2) Alturas sacadas del programa informático Google Earth.
Sin embargo ambos trabajos se quedan en la mera exposición del argumento, pero no lo demuestran.

Bautista y Cabello no señalan cómo han validado su simulador, ni tenemos forma de verificar que su resultado es correcto.

Para Miguel Ángel Ruiz parece que la sola presencia de los montes ya hace imposible que un rayo de luz pueda sobrepasarlos.

Pero a pesar de quedarse a medias, el argumento es legítimo, y es necesario abordarlo.

La orografía de Escombreras

La refinerı́a de Escombreras se halla en un valle rodeada de montes que llegan hasta los 400 metros de altura. El la web del Instituto Geográfico Nacional (IGN) es posible encontrar y descargar el Modelo Digital Terrestre de España. Se trata de escaneos del terreno a través de la técnica de LiDAR con una resolución lateral de 2 metros, que se comenzó a realizar en 2009. Se puede considerar la orografı́a oficial de España

También en la web del IGN se pueden encontrar fotografı́as aéreas de la penı́nsula realizadas en distintos vuelos a lo largo de los años. En particular, el llamado Vuelo Interministerial fotografió la zona de Escombreras en 1977.

Se han marcado las posiciones de las chimeneas A, B y C,(que Peris usa en su hipótesis) pero se puede observar que existı́an multitud de chimeneas en el complejo. En los fotogramas de vuelos sucesivos se pueden apreciar los cambios que han ido ocurriendo en la zona, y en particular, las chimeneas A y B no existen a dı́a de hoy.

Mapas de visibilidad

Hacer un simulador de vuelo para abordar si las chimeneas de Escombreras son o no visibles es matar moscas a cañonazos. El problema es más sencillo que eso, solo requiere usar geometrı́a y trigonometrı́a. El problema que se quiere abordar requiere responder dos preguntas:

  • Dada una fuente luminosa en una posición conocida (latitud, longitud y altura sobre el nivel del mar), ¿con qué angulo de elevación mı́nimo debe salir un rayo de luz para superar los montes que la rodean?
  • Dado un observador distante en una posición determinada (latitud y longitud), ¿a qué altitud mı́nima deberı́a estar para poder observar ese rayo de luz?.
La zona de interés donde estarı́a el observador de la segunda pregunta es en el Mediterráneo, en un area entre Ibiza, Valencia y Alicante.

Dadas las distancias implicadas, hay que tener en cuenta la esfericidad de la Tierra, lo cual da un poco más de trabajo. Pero al final se pueden generar unos mapas que indican a qué altitud mínima debería estar un avión, para ver las chimeneas de Escombreras

Los colores indican rangos de altitudes. Por ejemplo, la franja naranja significa que un avión tendría que estar (como mínimo) entre 25.000 y 29.000 pies en esa zona para ver las chimeneas. La zona sombreada representa la aerovía entre IBZ y ALT, con su anchura de 10 millas náuticas.

Lo que se deduce a priori de estos mapas es que para ver la chiemena A se necesitaría estar a una altitud superior a 30.000 pies, mientras que las chimeneas B y C sí serían visibles desde una zona bastante amplia del Mediterráneo.

Pero merece la pena analizarlo con un poco más de detalle. Para ello es necesario es conocer qué ruta pudo seguir el TAE JK297.

La ruta del JK297

A partir del expediente militar desclasificado se puede reconstruir parcialmente la ruta del avión. Se pueden distinguir tres fases:

  • Inicio del avistamiento
  • Desvío a Valencia
  • Desaparición de las luces
Hay cierta ambigüedad en el momento de aparición de las luces. En la declaración al juez, los pilotos se sitúan a 15 millas del VOR de Ibiza, yendo en dirección a Alicante, y a un nivel de vuelo 23.000 pies. Sin embargo, también dicen que 6 minutos antes estaban pasando por la vertical de Ibiza. A la velocidad que viajaba el TAE (aproximadamente 305 nudos), en 6 minutos recorrería 30 millas, no 15.

En todo caso, si miramos el mapa de visibilidad de las chimeneas B y C, resulta que en torno a ese momento, y a esa altura, las chimeneas comenzan a ser visibles. No antes. Justo en el momento que dicen que las ven.

En este mapa, la zona verde significa que las chimeneas serían visibles desde un avión a 23.000 pies. Las zonas sombreadas son las posibles zonas donde estaría el JK297 al inicio del avistamiento.

Después, el avión asciende a 29.000 pies, a la vez que aumenta su velcidad a unos 370 nudos, y ambas chimeneas siguen siendo visibles sin problema. El piloto dice que quiere desviarse a Valencia, pero no lo hace inmediatamente, sino que espera a que le autoricen desde Control. Finalmente lo hacen, después de 7 u 8 minutos desde la aparición de las luces. El TAE ha recorrido entre 43 y 49 millas desde entonces, y se encuentra a 65 millas de Valencia, tal y como comunica por radio.

En este mapa, la zona verde significa que las chimeneas serían visibles desde un avión a 29.000 pies. Las zonas sombreadas oscuras son las posibles zonas donde estaría el JK297 al desviarse hacia Valencia.

Después de girar bruscamente a Valencia, las luces quedan a las 7, es decir, atrás y a la izquierda. Desde ahí, el copiloto es imposible que pueda ver las luces. Y el piloto gira la cabeza de vez en cuando para mirar hacia atrás y comprobar si siguen ahí. Es decir, no tienen una visión continua de las luces. Así lo confirma el copiloto, cuando preguntado por la desaparición, dice:

4.- ¿Cómo y cuándo desapareció? En una de las observaciones, no lo volvió a ver.
Del expediente, se deduce que las luces dejaron de verse en algún momento estando entre 40 y 30 millas de Valencia. En esos momentos, el JK297 se hallaba a 15.000 pies de altura. Desde la zona del desvío en dirección a Valencia, es posible encontrar una zona en la que las chimeneas son visibles a 40 NM, pero no a 30. Posteriormente, podrían ser visibles de nuevo, pero al TAE descendió hasta los 4.000 pies para soltar combustible antes de aterrizar.

En este mapa, la zona verde significa que las chimeneas serían visibles desde un avión a 15.000 pies. La zona sombreada roja es la zona en la que las chimeneas serían visibles a 40 millas, pero desaparecerían antes de llegar a las 30 millas.

Así pues, es posible encontrar un par de rutas que reproducen lo observado tomando las chimeneas B y C como referencia.

Dos posibles rutas del JK297 que reproducirían el avistamiento con las chimeneas B y C como estímulo.

Sin embargo

La hipótesis Escombreras establece que las chimeneas B y C en realidad son un único foco de luz, porque están demasiado juntas como para poder ser vistas como dos luces desde tanta distancia. La segunda luz sería la chimenea A, pero esa chimenea no es visible.

Entonces, sería necesario encontrar un segundo estímulo luminoso rojo.

En Escombreras en 1979 había más chimeneas, aunque ninguna tan alta como las B y C. Hay una más o menos centrada en el complejo de unos 50 metros de alto (hoy deaparecida). Si esta chimenea fuera de combustión (algo que no se sabe), sus llamas serían visibles a 29.000 pies de altura desde el Mediterráneo. Pero no sería visible en el momento del inicio de la observación.

También había otros estímulos, no en Escombreras, sino en los alrededores. En particular, junto al puerto de Cartagena, hay una chimenea, (chimenea de Peñarroya) de una antigua fundición de unos 100 metros de alto, y situada en alto. Si esta chimenea tuviera en 1979 luces de señalización de objetos aéreos (luces rojas), ésta sería visible desde el mediterráneo sin problema. Pero se ignora si tenía tal señalización

Conclusiones

  • Las chimeneas B y C son visibles, y además reproducen lo observado por los pilotos. Es solo geometría y trigonometría. Si Bautista y Cabello no fueron capaces de verlo en su simulador... deberían revisar su simulador o las condiciones con que lo configuraron
  • Pero las chimeneas B y C se verían solo como un único punto de luz. Hace falta otro estímulo luminoso.
  • Habia más chimeneas en Escombreras, pero no se sabe si eran de combustión. En 1979 había una centrada que podría ser visible desde 29.000 pies, pero no en el momento del inicio del avistamiento.
  • Otros estímulos luminosos podrían ser luces de señalización de obstáculos aéreos, pero se ignora cuales podría haber en 1979.
  • Que las chimeneas B y C reproduzcan el avistamiento es algo notable y no debería ser ignorado ni desestimado. Pero hace falta aún una vuelta de tuerca para encontrar una segunda luz.