Debe quedar ya poca gente a estas alturas que no haya oído hablar de los neutrinos superlumínicos. Primero fue el anuncio de unos resultados bastante chocantes, en los que un grupo de científicos midio el tiempo de vuelo de neutrinos generados en el CERN (Suiza), y que llegaron al laboratorio de Gran Sasso en Italia. Del experimento se dedujo una velocidad de estas partículas que superaba la velocidad de la luz.
Exactamente, la superaba en 7 km/s, lo que supone un 0.0027% mayor que la velocidad de la luz en el vacío (299.800 km/s). Una nimiedad, vaya, si no fuera porque según la teoría de la relatividad especial de Einstein no deberían poder. De ser cierto un resultado así supone una revolución. Como también lo sería comprobar que los muertos hablan a través de grabaciones en cintas, que los extraterrestres nos visitan, que la telepatía existe, que el agua tiene memoria... en fin, todas esas cosas.
Pero la diferencia entre la ciencia y pseudociencia está en el uso del pensamiento crítico, y ante afirmaciones sorprendentes, se requieren pruebas rigurosas. Por eso se inició un debate sobre el experimento, con una gran mayoría de gente pensando que algo fallaba en el experimento. Porque quienes hemos estado en laboratorios sabemos por propia experiencia que cuanto más sorprendente es el resultado, mayor probabilidad hay de que haya fallado algo. La otra opción es que te den el Nobel.
-"¡Detractores!", pensarán algunos.
Pero lo cierto es que incluso los científicos del experimento saben la importancia de que las pruebas tengan un rigor a prueba de bombas. Es por ello que ellos mismos han repasado una y otra vez qué ha podido ir mal. Contrasta esta actitud con aquellos que con una grabación ruidosa, o un video de una luz desenfocada, o dan de beber agua y esperan a ver que le cuenta un paciente deseoso de curarse, que reniegan de analizar críticamente qué han hecho, o si hay otras explicaciones plausibles a sus fenómenos.
Y así, al final han identificado dos posibles errores en el experimento. Uno, que tendría que ver con la sincronización de relojes entre el origen y destino de los neutrinos; y otro, con una fibra óptica mal ajustada. Dos errores que pueden parecer casi triviales, y de tan triviales, que los científicos pueden parecer chapuceros... pero son el tipo de error que vuelven a uno loco y cuestan mucho detectar. (Leyes de Murphy son así, qué le vamos a hacer)
Aún así, con fallos (más o menos triviales) hay que tener en cuenta la precisión con que se estaba midiendo: midieron una variación del 0.0027% de la velocidad de la luz. En error de tres partes en 100.000. No es moco de pavo, y precisamente por ello, un ajuste experimental que no sea óptimo puede jugar una mala pasada. Los detalles de los fallos los conocerán los científicos, pero desde luego no es que la fibra óptica mal ajustada estuviera totalmente desconectada sin que a nadie se le hubiera ocurrido revisarla.
Cuando se conoció el resultado original del experimento, a pesar de las reservas conocidas, los misteriólogos de siempre salieron raudos y veloces a dar cuenta de la buena nueva y a elucubrar con viajes en el tiempo y demás. Divulgación, que inevitablemente tiende más a la ciencia ficción que a la ciencia real, tampoco algo por lo que criticarles. Pero claro, la siguiente sección del programa la completamos con ocultamientos gubernamentales de OVNIs, con conspiranoias del 11s, con lo malas que son las farmacéuticas, o que los malvados científicos oficiales de bata blanca como los que miden velocidades superlumínicas de los neutrinos se niegan a aceptar la existencia de la telepatía. El espectador ve algo que podría catalogar como "ciencia respetable", y ya ha bajado la guardia para que en la siguiente sección le metan ración doble de pseudociencia.
Y así, un día despues de conocerse los posibles fallos en el experimento de los neutrinos, uno se encuentra con seguidores de afamados misteriólogos sugiriendo que se nos quiere ocultar la verdad. O es una conspiración, o los científicos son unos inútiles por no ver antes unos fallos tan "simplones". Que qué raro que el fallo esté en un cable mal conectado. Que es una verdad incómoda que había que censurar. Que alguien de arriba no quiere que estas cosas salgan a la luz. Creo que se hacen a la idea.
Que todas esas ocurrencias tengan o no algún sentido no importa. El pensamiento conspiranoico adquirido no se preocupa de esas cosas ¿Por qué sería una verdad incómoda violar la ley de relatividad especial? ¡Cualquier científico estaría dando palmas con las orejas de poder confirmar la violación de la teoría de Einstein, y modificarla! Eso significa avanzar en el conocimiento, y a nivel más egoista, supone fama e incluso hacerle una visita al Rey de Suecia.
Para mí, el caso de los neutrinos superlumínicos supone un ejemplo de cómo hay que exigir pruebas rigurosas antes afirmaciones extraordinarias, independientemente de si hablamos de ciencia o pseudociencia; de cómo en ciencia hay que aplicar el mismo escepticismo y pensamiento crítico, ...que las pseudociencias tanto aborrecen y rechazan, y por lo cual nunca servirán para avanzar en el conocimiento.
Exactamente, la superaba en 7 km/s, lo que supone un 0.0027% mayor que la velocidad de la luz en el vacío (299.800 km/s). Una nimiedad, vaya, si no fuera porque según la teoría de la relatividad especial de Einstein no deberían poder. De ser cierto un resultado así supone una revolución. Como también lo sería comprobar que los muertos hablan a través de grabaciones en cintas, que los extraterrestres nos visitan, que la telepatía existe, que el agua tiene memoria... en fin, todas esas cosas.
Pero la diferencia entre la ciencia y pseudociencia está en el uso del pensamiento crítico, y ante afirmaciones sorprendentes, se requieren pruebas rigurosas. Por eso se inició un debate sobre el experimento, con una gran mayoría de gente pensando que algo fallaba en el experimento. Porque quienes hemos estado en laboratorios sabemos por propia experiencia que cuanto más sorprendente es el resultado, mayor probabilidad hay de que haya fallado algo. La otra opción es que te den el Nobel.
-"¡Detractores!", pensarán algunos.
Pero lo cierto es que incluso los científicos del experimento saben la importancia de que las pruebas tengan un rigor a prueba de bombas. Es por ello que ellos mismos han repasado una y otra vez qué ha podido ir mal. Contrasta esta actitud con aquellos que con una grabación ruidosa, o un video de una luz desenfocada, o dan de beber agua y esperan a ver que le cuenta un paciente deseoso de curarse, que reniegan de analizar críticamente qué han hecho, o si hay otras explicaciones plausibles a sus fenómenos.
Y así, al final han identificado dos posibles errores en el experimento. Uno, que tendría que ver con la sincronización de relojes entre el origen y destino de los neutrinos; y otro, con una fibra óptica mal ajustada. Dos errores que pueden parecer casi triviales, y de tan triviales, que los científicos pueden parecer chapuceros... pero son el tipo de error que vuelven a uno loco y cuestan mucho detectar. (Leyes de Murphy son así, qué le vamos a hacer)
Aún así, con fallos (más o menos triviales) hay que tener en cuenta la precisión con que se estaba midiendo: midieron una variación del 0.0027% de la velocidad de la luz. En error de tres partes en 100.000. No es moco de pavo, y precisamente por ello, un ajuste experimental que no sea óptimo puede jugar una mala pasada. Los detalles de los fallos los conocerán los científicos, pero desde luego no es que la fibra óptica mal ajustada estuviera totalmente desconectada sin que a nadie se le hubiera ocurrido revisarla.
Cuando se conoció el resultado original del experimento, a pesar de las reservas conocidas, los misteriólogos de siempre salieron raudos y veloces a dar cuenta de la buena nueva y a elucubrar con viajes en el tiempo y demás. Divulgación, que inevitablemente tiende más a la ciencia ficción que a la ciencia real, tampoco algo por lo que criticarles. Pero claro, la siguiente sección del programa la completamos con ocultamientos gubernamentales de OVNIs, con conspiranoias del 11s, con lo malas que son las farmacéuticas, o que los malvados científicos oficiales de bata blanca como los que miden velocidades superlumínicas de los neutrinos se niegan a aceptar la existencia de la telepatía. El espectador ve algo que podría catalogar como "ciencia respetable", y ya ha bajado la guardia para que en la siguiente sección le metan ración doble de pseudociencia.
Y así, un día despues de conocerse los posibles fallos en el experimento de los neutrinos, uno se encuentra con seguidores de afamados misteriólogos sugiriendo que se nos quiere ocultar la verdad. O es una conspiración, o los científicos son unos inútiles por no ver antes unos fallos tan "simplones". Que qué raro que el fallo esté en un cable mal conectado. Que es una verdad incómoda que había que censurar. Que alguien de arriba no quiere que estas cosas salgan a la luz. Creo que se hacen a la idea.
Que todas esas ocurrencias tengan o no algún sentido no importa. El pensamiento conspiranoico adquirido no se preocupa de esas cosas ¿Por qué sería una verdad incómoda violar la ley de relatividad especial? ¡Cualquier científico estaría dando palmas con las orejas de poder confirmar la violación de la teoría de Einstein, y modificarla! Eso significa avanzar en el conocimiento, y a nivel más egoista, supone fama e incluso hacerle una visita al Rey de Suecia.
Para mí, el caso de los neutrinos superlumínicos supone un ejemplo de cómo hay que exigir pruebas rigurosas antes afirmaciones extraordinarias, independientemente de si hablamos de ciencia o pseudociencia; de cómo en ciencia hay que aplicar el mismo escepticismo y pensamiento crítico, ...que las pseudociencias tanto aborrecen y rechazan, y por lo cual nunca servirán para avanzar en el conocimiento.