martes, marzo 14, 2023

Constricciones físicas a los Fenómenos Aéreos no Identificados

Este es el título de un (a fecha de marzo de 2023) borrador escrito por Abraham (Avi) Loeb, y Sean Kirkpatrick.

El primero cobró notoriedad tras el paso de un objeto intergaláctico por nuestro sistema solar. Según los cálculos, debido a su velocidad y alta excentricidad de su órbita, fue un objeto que nunca estuvo ligado al sistema solar, sino que provino de fuera de él. Ésto y alguna que otra aparente anomalía llevó a Loeb a especular con la idea de que fuera en realidad una nave interestelar de paso por el sistema solar. Donde «especular» es la palabra clave a tener en cuenta.

Posteriormente Loeb lanzó lo que llamó Proyecto Galileo, que pretende establecer una red de detección de objetos no identificados, -entendidos como naves extraterrestres- ya estén en la órbita de la Tierra o del sistema solar.

El segundo, Kirkpatrick, es el actual director de la All-domain Anomaly Resolution Office (AARO), la oficina establecida en los últimos años por petición del Congreso de EEUU bajo la tutela de la Oficina de Director Nacional de Inteligencia (ODNI), e impulsada por un lobby formado por ciertos grupos y personas empeñadas en buscar extraterrestres. El pasado enero la ODNI sacó su segundo informe sobre UAPs basado en el trabajo de la -a día de hoy- AARO (pero anteriormente conocida como UAPTF, AATIP o AAWSAP). Comentarios a ese informe se pueden leer aquí.

Es obvio que ambas personas tienen un interés común en la búsqueda de naves extraterrestres, y por ello se han asociado para escribir el borrador de artículo que aquí comentamos. Como borrador que es, está por ver qué forma final adquiere, y sobre todo dónde pretenden publicarlo; pero eso no obsta a que se pueda analizar y criticar, ya que se ha hecho público.

El abstract, resumen inicial del artículo, nos indica que la intención del estudio es buscar límites físicos a las intepretaciones de UAPs que muestran «alta maniobrabilidad»; es decir, cómo las leyes conocidas de la física (como la fricción con el aire o agua) pueden provocar fenómenos como emisión de luz, ionización de la atmósfera, o firmas de radiofrecuencia, y cómo estos fenómenos, en principio observables por diversos métodos, podrían relacionarse con el tamaño del presunto objeto, distancia a la que se observa, o incluso su velocidad. Algo que como ejercicio académico a priori puede resultar curioso.

La premisa inicial sin embargo, se queda en nada en cuanto vamos al cuerpo del artículo.

La introducción nos recuerda que su punto de partida irrenunciable es la visita de naves extraterrestres, ya que se comienza con la detección de 'Omuamua, y de otro objeto interestelar (IM2):

Nevertheless, the coincidences between some orbital parameters of ‘Oumuamua and IM2 inspires us to consider the possibility that an artificial interstellar object could potentially be a parent craft that releases many small probes during its close passage to Earth, an operational construct not too dissimilar from NASA missions.

En todo caso, las coincidencias entre algunos de los parámetros orbitales de 'Omuamua e IM2 nos inspira a considerar la posibilidad de que un objeto artificial interestelar podría potencialmente ser una nave nodriza que liberara pequeñas sondas durante su paso cercano a la Tierra, un constructo operacional no muy diferente a las misiones de la NASA.

Por mucha «inspiración» que les provoque, lo cierto es que en ningún momento se ha demostrado que alguno de esos objetos fuera artificial. Da igual, huyendo hacia adelante con esa idea, siguen una serie de disquisiciones totalmente especulativas, que pueden sonar más o menos razonables, pero especulaciones al fin y al cabo, sin ningún valor científico real ni aporte de conocimiento, pero sobre todo sin relación con la premisa expresada en el abstract.

¿Cómo podría una civilización intergaláctica llegar a la Tierra? Loeb y Kirkpatrick se lanzan a especular sobre naves nodrizas que esparcen naves exploradoras como «dientes de león» (dandelion seeds), naves no tripuladas gobernadas por «Inteligencia Artificial», máquinas de Von Neumman capaces de «autorreplicarse» para poder abarcar la exploración de toda la galaxia… lo que no deja de revelar la falta de imaginación humana, pues se mencionan tecnologías hoy día consideradas punteras (IA, impresoras 3D) para problemas genéricos, postuladas como solución imprescindible para la exploración intergaláctica, simplemente porque es lo más avanzado que conocemos por el momento.

Constrasta en cambio con otros problemas bastante más importantes (visto con el conocimiento y tecnología disponible hoy día) como el reabastecimiento o la propulsión, de los que se dicen generalidades pero no hay soluciones específicas, como si esa presunta civilización que nos visita ya lo hubiera resuelto de forma trivial.

En todo caso, no es más que una exposición de especulaciones, una sobre otra, que podrá tener su valor como tormenta de ideas que algún escritor de ciencia ficción sabrá aprovechar. Pero a nivel técnico o científico no aporta nada relevante.

Porque al fin y al cabo, el tema gira en torno a

...if some observed UAP are of extraterrestrial origin, there are some practical limits on the interpretation of observed and measured data resulting from physics-based constraints

...si alguno de los UAP observados son de origen extraterrestre, hay límites prácticos en la interpretación de los datos observados y medidos que resultan de constricciones basadas en la física.

(negrita añadida). Partimos de una condición sin demostrar, toda la especulación anterior no la va a hacer más probable.

El poco contenido científico presente en el artículo tan solo reproduce ecuaciones publicadas en otros trabajos, que vienen a decir cosas ya de sobra conocidas: un objeto con una velocidad determinada (energía cinética), se frena al entrar en la atmósfera y por tanto disipa esa energía en forma de calor, luz, e ionización de la atmósfera. Lo que a su vez puede favorecer su detectabilidad en radiofrecuencia (es decir, radar).

Las ecuaciones relacionan esos observables con propiedades como tamaño, distancia o velocidad… uno esperaría que ahora que por fin se han centrado en el tema hicieran algún desarrollo ejemplificando cómo interpretar UAPs, y mostrar qué tipo de limitaciones físicas imponen esos observables.

Para nuestra desgracia, Loeb y Kirkpatrick pasan directamente a la sección de «Conclusiones»:

The considerations in this paper imply a useful limit on observations of UAP which bound the hypothetical explanations and can support limitations on interpretations of data.

Las consideraciones de este artículo implican límites en las observaciones de UAP que acotan las hipotéticas explicaciones y pueden apoyar limitaciones en las interpretaciones de datos.

¿Dónde? En ningún momento han mostrado cómo se limitan las interpretaciones de UAPs, a pesar de pretender ser el objeto del paper según el abstract. En cambio, abundan párrafos de especulaciones no solicitadas para intentar justificar una condición indemostrada. Excusatio non petita...

Saltan las conclusiones a hablar de las imágenes tomadas con pods FLIR, en obvia referencia a los vídeos del pentágono.

For example, one of the most common sets of data within the military holdings comes from FLIR (forward looking infrared) pods. These sensors provide an accurate resolved image of relative thermal measurements across the scene. Typical UAP sightings are too far away to get a highly resolved image of the object and determination of the object’s motion is limited by the lack of range data. The range is usually estimated using the flight dynamics of the platform and some fixed points in the scene - if either are available. The error in estimating the range gives rise to a significant variation in the calculated velocity and is subject to human bias and error.

Por ejemplo, uno de los conjuntos de datos más comunes que posee el estamento militar viene de pods FLIR. Estos sensores proveen una imagen precisa de medidas térmicas del escenario. Los avistamientos típicos de UAP son demasiado lejanos como para obtener una imagen de buena resolución del objeto, y la determinación de la trayectoria del objeto está limitada por la falta de datos de distancia. La distancia se estima habitualmente usando la dinámica de vuelo de la plataforma y algún punto fijo en el escenario - si es que están disponibles. El error al estimar la distancia da lugar a variaciones significativas en la velocidad calculada y está sujeta a error humano.

En vez de redactar uno o varios apartados demostrando la utilidad de las ecuaciones anteriormente descritas, prefieren hacer un esbozo en las conclusiones. Básicamente, vienen a decir que las imágenes FLIR son poco claras, lo que dificulta obtener datos tan básicos como trayectoria, tamaño o velocidad.

Su sugerencia es entonces matar moscas a cañonazos suponiendo que los objetos vienen del espacio exterior, y calcular tales parámetros a partir de su emisión de radiación.

Obvian decir que para hacer eso sería necesario acceder a los «datos crudos» de los vídeos, en vez de un vídeo post-procesado para realzar la imagen y posteriormente adaptado para su difusión en internet que ya ha perdido esa información tan relevante.

O acceder al resto de datos de los sensores de los cazas u otras plataformas, como el radar, una señal amplificada -según ellos mismos escriben- con la posible ionización de la atmósfera, si es que el objeto estuviera reentrando en la atmósfera.

Porque lo cierto es que los vídeos del pentágono, a pesar de la imagen poco nítida, presentan datos en pantalla que permiten, bajo ciertas suposiciones que no implican condicionales sumamente improbables, recuperar trayectorias, tamaños y velocidades de objetos muy mundanos (como ocurre con los vídeos Go Fast! y FLIR1).

En resumen, un borrador de paper que promete tratar un asunto que no trata, cuyo grueso no son más que especulaciones de ciencia-ficción buscando justificar un punto de partida extremadamente improbable; y termina con unas conclusiones inconexas con todo lo anterior donde se esboza tímidamente lo que debería haber sido el tema central.

Sin pies ni cabeza.

Agradecimientos

A Manuel Borraz, y Vicente Juan Ballester Olmos por sus comentarios.

martes, febrero 14, 2023

El Gran Ataque de los Globos

Febrero de 1942, sólo tres meses después del «día de la infamia», 7 de diciembre de 1941, ataque a Pearl Harbour.

Salta la alarma en la ciudad de Los Ángeles, y toda la noche transcurre con un apagón total y entre disparos... a ningún enemigo. Solo disparos al aire.

Era época de guerra, y un ataque muy reciente llevó a un episodio que ha dado en llamarse «La Batalla de Los Ángeles» (The Great Los Angeles Raid). A pesar de la incomparecencia del enemigo, la noche se saldó con daños materiales en edificios, y cinco muertos, dos por ataques al corazón, tres por accidente de tráfico en el caos de la noche.

Se dice que la historia tiende a repetirse, y llevamos desde inicios de febrero con una histeria nueva en norteamérica, que podríamos denominar «El Gran Ataque de los Globos» (The Great Ballon Raid. Me suena mejor en inglés que en castellano :P ).

Todo comienza con un globo que entra a norteamérica por Alaska, atraviesa Canadá, y se planta en Montana, donde por casualidad hay «instalaciones sensibles» (i.e., silos nucleares) del ejército americano.

La procedencia del globo resulta ser China, y aquí comienza la zona gris. Pues los americanos dicen que se trata de un globo espía, mientras que los chinos dicen que es un globo meteorológico extraviado y llevado por el viento. El globo termina su periplo por EEUU el 4 de febrero: al llegar a la costa atlántica (Carolina del Sur) es derribado por un misil lanzado desde un F-22.

Y aquí debería terminar la anécdota, con quizás algo de ruido diplomático, dentro de esa escalada de tensiones que parece haber entre chinos y americanos últimamente. Los chinos quejándose del derribo, amenazando acciones similares, los americanos recuperando lo que quede de la carga útil del globo, y (con suerte) mostrando algo para respaldar sus afirmaciones de que era un globo espía.

Una semana después, 10 de febrero, se detecta un «objeto a gran altitud» (sic) en Alaska. Aunque no se le denomina globo (y mucho menos espía), se le derriba de nuevo. Al día siguiente, otro globo «objeto a gran altitud» es detectado y derribado en Canadá (territorio de Yukon, próximo a Alaska). Y para rematar el fin de semana, otro «objeto» es de nuevo detectado y derribado, esta vez sobre el Lago Hurón, en Michigan.

Toda una reedición de la Batalla de Los Ángeles del siglo XXI, pero con globos y cazas. Al menos esta vez no ha muerto nadie.

Oficialmente, no se les está llamando «globos» (aún), a pesar de que las descripciones son perfectamente afines:

“cylindrical and silver-ish gray” and gave the “balloon-like” appearance of floating without “any sort of propulsion”

"cilíndrico y grisáceo", y tenía apariencia "como de globo" flotando sin "ningún tipo de propulsión".


En fin, una «oleada» de globos, similar a las que tiempo atrás ocurrían con los ovnis, tras un evento llamativo y mediático.

Pero lo que no ví venir, fue que los impulsores de la «oficina de buscar ovnis» (All-domain Anomaly Resolution Office, AARO) se pusieran las medallas.

Senadora Kirsten Gilibrand (D, NY) (Impulsora de la ley de 2022 que crea AARO)

Es por esto exactamente que necesitamos estudiar los Fenómenos Aéreos No Identificados - y por lo que yo luché para incrementar la cooperación entre agencias y reducir el estigma por informar de avistamientos. Gracias a que estamos reuniendo y estudiando los datos, podemos detectar estas incursiones y proteger nuestros cielos.

Lue Elizondo: Ex-director del programa AATIP, precursor del UAPTF. Presunto filtrador de los famosos vídeos del pentágono.

Esta es una de las razones principales por las que dimití del Pentágono en 2017; nadie estaba prestando atención. Gracias a la nueva legislación, estamos más preparados para vigilar nuestros cielos. Recuerda, cuando más miremos arriba, más vamos a ver.

Senador Marco Rubio (R, FL): Impulsor del grupo de trabajo UAPTF.

Las últimas 72 horas han revelado al público lo que ha estado ocurriendo durante años, aeronaves no identificadas operando rutinariamente sobre espacio aéreo restringido de EEUU.

Por eso presioné para tomarse esto en serio y crear un grupo de trabajo permanente sobre UAPs hace dos años.

Como dijo aquel gran erudito, «Manda huevos». Estas personas han presionado para crear un organismo para buscar «objetos transmedio» y con «características de vuelo inusuales», que no son más que eufemismos para no decir nave extraterrestre, y todo bajo un disfraz de seguridad en vuelo y amenazas a la seguridad nacional.

Es gente que ante la sugerencia de que por ejemplo, el vídeo Go Fast! pudiera ser un globo, lo rechazarían de plano. ¡Qué ironía!.

¿Qué tiene de «inusual» las «características de vuelo» un globo?. Nada.

En su último informe AARO pudo identificar una cantidad elevada de globos. Nos preguntábamos en ese momento ¿y qué medidas iban a tomar al respecto?. Pero el informe continuaba manifestando que se iban a centrar en los «casos no atribuidos» que aparentaban tener «características de vuelo inusuales». Es decir, no hacer nada respecto a las amenazas identificadas, y seguir buscando gamusinos.

Y así ha sido: hasta que no ha aparecido el mediático globo espía chino, el NORAD no ha tomado medidas extraordinarias de vigilancia. ¿De qué ha servido el informe y el trabajo de AARO entonces?. Ni para calzar mesas.

En el colmo del esperpento, ahora la Casa Blanca anuncia la creación de un nuevo equipo para investigar «Objetos aéreos no identificados»

The president, through his national security adviser, has today directed an interagency team to study the broader policy implications for detection, analysis, and disposition of unidentified aerial objects that pose either safety or security risks," National Security Council spokesman John Kirby said at a White House press briefing.

«El presidente, a través de su consejero de seguridad, hoy ha ordenado a un equipo de varias agencias que estudie la implicación de políticas generales para la detección, análisis, y disposición de objetos aéreos no identificados que suponen un riesgo para la seguridads», ha dicho el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional John Kirby en una rueda de prensa en la Casa Blanca.

Crear un nuevo equipo de trabajo que haga lo mismo que (presuntamente) ya hace AARO. Cualquiera diría que no les toman en serio. ¿Les llamaran?.

Aunque sea para traer los cafés.

sábado, enero 21, 2023

Comentarios al Informe anual de 2022 sobre Fenómenos Aéreos No Identificados

Por Vicente Juan Ballester Olmos y Julio Plaza del Olmo

(Click to read the english version)

El 12 de enero de 2023, la Oficina del Director Nacional de Inteligencia de Estados Unidos (ODNI, por sus siglas en inglés) publicó la versión no clasificada del “informe anual de 2022 sobre Fenómenos Aéreos No Identificados” (UAP). La Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) para al año fiscal de 2022 estableció la obligación de remitir un informe anual clasificado al Congreso de EEUU el 31 de octubre de 2022[1], así como una versión no clasificada.

El documento oficial del Departamento de Defensa se lee en el enlace siguiente:
https://www.dni.gov/files/ODNI/documents/assessments/Unclassified-2022-Annual-Report-UAP.pdf

Este artículo pasa revista a los aspectos más desatacados del informe no clasificado de 2022 del gobierno de EEUU sobre los UAP, y aporta nuestros propios comentarios sobre su contenido. Es un documento de 11 páginas, con un informe principal de 7 páginas más tres apéndices. Se divide en cinco secciones, que se describen a continuación.

Resumen Ejecutivo

Comienza afirmando que

El número de informes de fenómenos aéreos no identificados (UAP) se está incrementando, provocando un mayor estado de alerta sobre el espacio aéreo y mejores oportunidades para resolver eventos de UAP.

¿Qué se puede esperar después de tanta publicidad y cobertura por la prensa? En cualquier parte del mundo, en décadas pasadas, el número de informes ovni aumenta después de cualquier de comunicación pública de las Fuerzas Aéreas sobre ovnis[2].

La retórica es gratis, pero ¿qué relación real tiene el aumento de informes de UAP con una mayor alerta del espacio aéreo? La atmósfera y el espacio han estado concienzudamente bajo estudio durante muchos años y el conocimiento científico no ha descubierto nada que tenga que ver con platillos volantes, ovnis, o UAP. Es solo una frase para justificar la mera existencia de este proyecto. Después de 75 años de historias ovni, no se necesitan más incidentes para resolver el tema. Se puede hacer examinando casos antiguos. Como muchos de nosotros hemos hecho.

Junto a los 144 informes de UAP reunidos durante los 17 años incluidos en la evaluación preliminar de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI)[3][4] ha habido 247 nuevos informes y otros 119 que se descubrieron o se comunicaron pasado el periodo de la evaluación preliminar. Esto hace un total del 510 informes UAP a fecha 30 de agosto de 2022.

El informe anterior (una evaluación preliminar publicada el 25 de junio de 2021) estaba basado en 144 informes, ¡con tan solo uno resuelto! Desafortunadamente, no había información técnica en su versión no clasificada que nosotros, los investigadores, pudiéramos verificar. Esta poca transparencia es vergonzosa, cuando otros centros gubernamentales de estudio de UAP proveen toda la información Online sobre casos investigados, como por ejemplo Francia[5], Argentina[6], y Chile[7]-

En AARO y ODNI estimamos que el aumento observado en el número de informes UAP es en parte debido a una mayor concienciación sobre las posibles amenazas que los UAP pueden suponer, tanto como seguridad en vuelo, como plataformas adversarias para obtención de información, y por otra parte debido a un menor estigma en torno a comunicar casos de UAP. Este aumento de la cantidad de informes ofrece más oportunidades de aplicar análisis rigurosos y de resolver eventos.

No exactamente. Los informes no ocurren porque nadie esté más alerta ante una hipotética amenaza de seguridad, sino por la gran repercusión que le han dado al tema de los UAP varias autoridades (Defensa, NASA, AIAA) y por un número creciente de organizaciones privadas, creando así más oportunidades para recabar información que analizar. El llamado “estigma” por informar es terminología de la ufología crédula: los investigadores ovni han catalogado centenares, miles de testimonios de pilotos, marinos, astrónomos y científicos. Es la promoción de los UAP por parte del Departamento de Defensa estadounidense lo que está animando a la gente a comunicar, junto con el crecimiento sin control de dispositivos aéreos como drones, una gran variedad de tipos de globos y demás.

Es notable (y así lo valoramos) que la creación de la Oficina de Resolución de Anomalías Todo-Dominio (“All-Domain Anomaly Resolution Office”, AARO) facilitará una mayor coordinación con otras agencias, y ello ayudará a una “mayor atribución de UAP”. Por supuesto, cuanto más busques, más encontrarás. Principalmente basura observacional, desde nuestro punto de vista. Y, si no, al tiempo. El informe confía en que esta mayor coordinación

garantizará que los esfuerzos en la detección e identificación de los UAP … se haga por todo el Departamento de Defensa y entre las agencias relevantes asociadas, así como por la Comunidad de Inteligencia.

Nosotros pensamos, sin embargo, que lo que mejorará la identificación y resolución de incidentes será la aplicación de recursos analíticos a los informes, y mantenerse lejos de los lobbies de los ufólogos.

Los sucesos UAP continúan ocurriendo en espacio sensible o restringido … nuestra suposición es que posiblemente haya un sesgo en la recopilación debido a la cantidad de aeronaves activas y de sensores, combinado con un enfoque dirigido a la comunicación de anomalías.

Nos parece que es una conclusión preliminar correcta, que se reforzará con el tiempo.

Alcance y supuestos

Comienza explicando cómo este informe anual es un requerimiento de la Sección 1683 de la NDAA del año fiscal 2022: el ODNI “en consulta con el Secretario de Defensa, remitirá a los comités del congreso apropiados un informe sobre Fenómenos Aéreos No Identificados.” El apéndice A cubre esto en detalle. Al asumir estas responsabilidades, la recién creada AARO

distribuye informes trimestrales sobre UAP a los responsables políticos que contienen un mayor detalle respecto a los análisis y atribución de los eventos UAP.

Por desgracia, eso es lo que los investigadores necesitaríamos comprobar. Por el momento, nos conformaremos con los números básicos pero, tarde o temprano, los análisis completos tendrán que ser publicados.

En un pie de página, se hace notar que la ley para el año fiscal 2022

amplía la definición de UAP para incluir aire, mar, y objetos transmedio, y este informe mantiene esta nomenclatura durante la fase de transición y puesta en marcha de la AARO.

Ya hemos hablado anteriormente sobre que el término y concepto de objetos transmedio es un concepto imaginario, fruto únicamente de malentendidos y confusiones por parte de algunos ufólogos del ala más creyente. La adopción de este término solo refleja el éxito de la presión de algunos grupos que ha llevado no solo a la creación de AARO, sino también AATIP y UAPTF en años anteriores.

El informe detalla a continuación una impresionante lista de agencias que coordinan ODNI-AARO. Es excelente, porque cuando –a la larga– el estudio llegue a la conclusión de que no se han encontrado evidencias de extraterrestres en la base de datos, nadie podrá argumentar que tal o cual organización no fue invitada a la fiesta.

Bajo Supuestos el informe indica correctamente que

múltiples factores afectan a la observación o detección de UAP … Respecto a la revisión o análisis de eventos de UAP, ODNI y AARO operan bajo el supuesto de que los informes de UAP se derivan de un recuerdo preciso del evento, y/o que los sensores generalmente operan correctamente y capturan suficientes datos reales como para permitir evaluaciones iniciales.

Estos analistas inexpertos se darán cuenta pronto que este supuesto es insostenible y que no es oro todo lo que reluce. Sin embargo, nos parece que puede que estén empezando a enfrentarse con la cruda realidad, cuando añaden que

Sin embargo, ODNI y AARO reconocen que un cierto número de incidentes UAP podrían ser atribuibles a irregularidades de los sensores, o variantes tales como errores de los operadores o del equipo.

Sí, chicos, la gente y las máquinas yerran.

Cambios Gubernamentales para gestionar asuntos UAP

La sección Cambios Gubernamentales para gestionar asuntos UAP se ocupa primeramente de la instauración de la AARO por orden del Secretario Adjunto de Defensa para continuar con las tareas del antiguo UAPTF desde el 20 de julio de 2022 y

está autorizado para desarrollar los procesos y procedimientos para sincronizar y estandarizar la recopilación, comunicación y análisis … El amplio margen de autoridad concedido a la AARO le habilita para fomentar un enfoque que abarque a múltiples agencias, y a toda la administración, para comprender, resolver y atribuir UAP en el futuro.

El informe muestra cuán lejos han llegado ODNI-AARO en la coordinación de “múltiples agencias”. Damos la bienvenida a esta fuerza de trabajo tan amplia, ideal para alcanzar el objetivo final, que es la palabra clave “atribución.” Al fin y al cabo, en unos pocos años, tan sólo un reducido porcentaje de informes quedarán sin atribuir (es decir, cualquier cosa no producida por el hombre, ni fenómenos atmosféricos, ni relacionados con sensores, ni pájaros, etc.) No por su rareza o anomalía, sino por ser pobres en datos. Aquellos que sostienen la esperanza de que el Gobierno de EEUU encuentre actividad extraterrestre en los informes UAP deberían prepararse para una gran decepción.

Comunicación Continuada y Análisis Robustos Proveen Mejor Fiabilidad en Eventos UAP pero Muchos Casos Siguen sin Resolver

Este encabezamiento tan largo sirve de presentación a las siguientes cifras sobre informes UAP, que resumimos en esta tabla:

La ausencia de estadísticas por mes o por año no permite poder encontrar tendencias o influencias. Calculamos que, suponen unos 14 informes nuevos por mes. ¿Es mucho o es poco? Las estadísticas anuales del Proyecto Blue Book desde 1947 a 1969 contienen 12.618 casos[8] El número de casos comunicados a la USAF por mes varía entre 10 (mínimo) y 125 (máximo)[9]. Para que el lector pueda comparar.

El informe califica su propio trabajo sobre informes UAP como un “proceso analítico robusto.” Bien por ellos. Por desgracia

los descubrimientos finales de la AARO estarán disponibles en sus informes trimestrales a los responsables políticos.

¡Mala suerte!... ¿Acaso el público no tiene derecho a saber en esta materia? Sin embargo, se dan algunos detalles para los 366 casos adicionales desde la evaluación anterior. 195 eventos muestran características poco relevantes, simplificadas como sigue:

  • 163 globos
  • 26 Sistemas Aéreos no Tripulados (también conocidos como drones)
  • 6 Varios (pájaros, bolsas de plástico)

Básicamente usan esta caracterización inicial para centrarse en los eventos aparentemente más extraños, esto es, los otros 171 informes UAP no caracterizados y no atribuidos. ¡Lo que esos números muestran claramente es que los pilotos y otros militares confunden masivamente globos y drones con UAP!

El informe señala que

Algunos de estos UAP no caracterizados parecen mostrar características o capacidades de vuelo inusuales, y requieren mayor análisis.

Estamos deseando leer cuáles son esas “aparentes” capacidades de vuelo inusuales. Ya avanzamos nuestras dudas de que sean realmente características inusuales. Todo a su tiempo.

Previo a este informe, se filtró que los tres famosos vídeos de la US Navy (los llamados Vídeos del Pentágono, “FLIR1”, “Go Fast” y “Gimbal”) habían sido analizados por AARO[10]. Estos vídeos están en el origen de este renovado interés en los ovnis, ya que “aparentemente” mostraban tales “características de vuelo inusuales.” Sus análisis serían coincidentes con trabajos independientes, que muestran que al menos dos de ellos no eran tan inusuales, siendo causados por una ilusión de paralaje (“Go fast”)[11], o atribuido a un efecto en el sistema óptico del infrarrojo (“Gimbal”)[12]. Sin embargo, no se menciona nada sobre esos tres vídeos en el informe. Seguramente estén entre los 144 informes de la evaluación preliminar de 2021.

La explicación de casos requiere tiempo, experiencia e ingenio. No solo personal y presupuesto, sino profundidad, talento especializado, y –en nuestra opinión– también cierto conocimiento en la historia del fenómeno ovni. La ausencia de cualquiera de estos elementos contribuirá a elevar el porcentaje de sucesos no atribuidos (esto es, inexplicados). Les llevará probablemente años descubrir cómo los pilotos cometen errores cuando se enfrentan a eventos inesperados, cómo los equipos no son infalibles, cómo personal entrenado puede confundirse, etc. Cuando hayan aprendido todo esto, tendrán una visión de conjunto realista de sus datos.

Como era de esperar, el informe indica que la mayoría de nuevos informes UAP provienen de pilotos de la Marina y la Fuerza Aérea estadounidense durante sus operaciones. Al mismo tiempo, señala que

en muchos informes hay una falta de datos detallados para establecer una atribución del UAP con alta certidumbre.

Que es básicamente el principal problema respecto a los UAP: la ausencia de datos precisos lleva a una identificación frustrada. Si hubiera habido suficiente información, lo más probable que no hubiera UAP que comunicar.

El subtítulo “Preocupación por la Seguridad en Vuelo e Implicaciones en la Salud” se centra en la posibilidad de que los UAP supongan un peligro de seguridad en vuelo y una amenaza de colisión para la aviación, que es una de las principales excusas para crear esta Oficina en primer lugar. Por eso la siguiente frase es cristalina:

Hasta la fecha, no se han comunicado colisiones entre aviones de EE.UU. y UAP.

¡Así que les han creado para estudiar objetos transmedio, problemas de seguridad en el aire y efectos de salud que no se encuentran en su base de datos.!

Resumen y futuro

Venga, recapitulemos. Tras casi 18 meses de trabajo:

  • Los UAP continúan representando un peligro de seguridad en vuelo.

¿Cuál es la base para dicha afirmación? ¿Es una mera conjetura, una posibilidad? Los meteoros también representan un riesgo, entonces. ¿Deberíamos crear un Centro para la Meteórica y la Aviación?

  • Los UAP suponen una posible amenaza de recopilación de información por parte de adversarios.

Sí: escuchas, inteligencia, espionaje, son riesgos potenciales, pero –basándonos en la experiencia– estimamos que su impacto numérico será muy bajo.

  • AARO se ha establecido como el punto principal del DoD para los UAP.

Esto es una obviedad. La oficina está operativa desde julio de 2022.

  • Los esfuerzos coordinados entre el Departamento de Defensa, la Comunidad de Inteligencia, y otras agencias gubernamentales para recoger y comunicar sucesos UAP han producido un aumento en la base de datos, abarcando varios dominios de seguridad.

El informe dice que la AARO está centrada

en identificar soluciones para gestionar y aliviar el problema de los datos… El establecimiento de la AARO y la aplicación de los nuevos procesos analíticos de la AARO a los informes detallados incrementará la resolución de eventos de UAP

(énfasis nuestro)

Eso esperamos. La evaluación preliminar de 2021 explicó 1 de 144 casos (0.7%). El informe anual de 2022 “caracteriza” 195 de 366 (53%). Progresan adecuadamente.

Sin embargo, ¿es resolver casos su único propósito? Si la preocupación principal son las amenazas a la seguridad, ¿no debería ser su fin último hacer recomendaciones a los responsables políticos para evitar dichas amenazas? En ese sentido, ya tienen evaluaciones iniciales que sugieren que hay un número no despreciable de globos y drones merodeando alegremente en zonas militares.

El informe termina con tres apéndices: el apéndice A sobre la legislación que solicita el informe anual, el apéndice B sobre la misión y responsabilidades de la AARO, y el apéndice C con la definición de términos clave.

Para nosotros, en conclusión, lo mejor es que la AARO ha establecido una red de cooperación entre distintas instituciones y agencias gubernamentales. Parecen estar trabajando en la atribución de casos, y en el futuro seguramente veamos mayor eficiencia en la caracterización (identificación) de fenómenos aéreos no identificados.

Por otro lado, hay una falta de transparencia en sus informes públicos. La información publicada hasta el momento se reduce solo a estadísticas muy básicas. Los informes trimestrales que parecen contener los detalles de las atribuciones no se han hecho públicos tampoco. Eso evita que expertos independientes externos aún no puedan verificar, validar o discutir sus evaluaciones.

Además, su objetivo final, el propósito último para la existencia de esta oficina, no está del todo claro. Hay una sensación de estar reinventando la rueda, que llevará a las conclusiones ya conocidas de que los UAP no son prueba de vida extraterrestre ni de tecnología avanzada.

Referencias