sábado, enero 21, 2023

Comentarios al Informe anual de 2022 sobre Fenómenos Aéreos No Identificados

Por Vicente Juan Ballester Olmos y Julio Plaza del Olmo

(Click to read the english version)

El 12 de enero de 2023, la Oficina del Director Nacional de Inteligencia de Estados Unidos (ODNI, por sus siglas en inglés) publicó la versión no clasificada del “informe anual de 2022 sobre Fenómenos Aéreos No Identificados” (UAP). La Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) para al año fiscal de 2022 estableció la obligación de remitir un informe anual clasificado al Congreso de EEUU el 31 de octubre de 2022[1], así como una versión no clasificada.

El documento oficial del Departamento de Defensa se lee en el enlace siguiente:
https://www.dni.gov/files/ODNI/documents/assessments/Unclassified-2022-Annual-Report-UAP.pdf

Este artículo pasa revista a los aspectos más desatacados del informe no clasificado de 2022 del gobierno de EEUU sobre los UAP, y aporta nuestros propios comentarios sobre su contenido. Es un documento de 11 páginas, con un informe principal de 7 páginas más tres apéndices. Se divide en cinco secciones, que se describen a continuación.

Resumen Ejecutivo

Comienza afirmando que

El número de informes de fenómenos aéreos no identificados (UAP) se está incrementando, provocando un mayor estado de alerta sobre el espacio aéreo y mejores oportunidades para resolver eventos de UAP.

¿Qué se puede esperar después de tanta publicidad y cobertura por la prensa? En cualquier parte del mundo, en décadas pasadas, el número de informes ovni aumenta después de cualquier de comunicación pública de las Fuerzas Aéreas sobre ovnis[2].

La retórica es gratis, pero ¿qué relación real tiene el aumento de informes de UAP con una mayor alerta del espacio aéreo? La atmósfera y el espacio han estado concienzudamente bajo estudio durante muchos años y el conocimiento científico no ha descubierto nada que tenga que ver con platillos volantes, ovnis, o UAP. Es solo una frase para justificar la mera existencia de este proyecto. Después de 75 años de historias ovni, no se necesitan más incidentes para resolver el tema. Se puede hacer examinando casos antiguos. Como muchos de nosotros hemos hecho.

Junto a los 144 informes de UAP reunidos durante los 17 años incluidos en la evaluación preliminar de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI)[3][4] ha habido 247 nuevos informes y otros 119 que se descubrieron o se comunicaron pasado el periodo de la evaluación preliminar. Esto hace un total del 510 informes UAP a fecha 30 de agosto de 2022.

El informe anterior (una evaluación preliminar publicada el 25 de junio de 2021) estaba basado en 144 informes, ¡con tan solo uno resuelto! Desafortunadamente, no había información técnica en su versión no clasificada que nosotros, los investigadores, pudiéramos verificar. Esta poca transparencia es vergonzosa, cuando otros centros gubernamentales de estudio de UAP proveen toda la información Online sobre casos investigados, como por ejemplo Francia[5], Argentina[6], y Chile[7]-

En AARO y ODNI estimamos que el aumento observado en el número de informes UAP es en parte debido a una mayor concienciación sobre las posibles amenazas que los UAP pueden suponer, tanto como seguridad en vuelo, como plataformas adversarias para obtención de información, y por otra parte debido a un menor estigma en torno a comunicar casos de UAP. Este aumento de la cantidad de informes ofrece más oportunidades de aplicar análisis rigurosos y de resolver eventos.

No exactamente. Los informes no ocurren porque nadie esté más alerta ante una hipotética amenaza de seguridad, sino por la gran repercusión que le han dado al tema de los UAP varias autoridades (Defensa, NASA, AIAA) y por un número creciente de organizaciones privadas, creando así más oportunidades para recabar información que analizar. El llamado “estigma” por informar es terminología de la ufología crédula: los investigadores ovni han catalogado centenares, miles de testimonios de pilotos, marinos, astrónomos y científicos. Es la promoción de los UAP por parte del Departamento de Defensa estadounidense lo que está animando a la gente a comunicar, junto con el crecimiento sin control de dispositivos aéreos como drones, una gran variedad de tipos de globos y demás.

Es notable (y así lo valoramos) que la creación de la Oficina de Resolución de Anomalías Todo-Dominio (“All-Domain Anomaly Resolution Office”, AARO) facilitará una mayor coordinación con otras agencias, y ello ayudará a una “mayor atribución de UAP”. Por supuesto, cuanto más busques, más encontrarás. Principalmente basura observacional, desde nuestro punto de vista. Y, si no, al tiempo. El informe confía en que esta mayor coordinación

garantizará que los esfuerzos en la detección e identificación de los UAP … se haga por todo el Departamento de Defensa y entre las agencias relevantes asociadas, así como por la Comunidad de Inteligencia.

Nosotros pensamos, sin embargo, que lo que mejorará la identificación y resolución de incidentes será la aplicación de recursos analíticos a los informes, y mantenerse lejos de los lobbies de los ufólogos.

Los sucesos UAP continúan ocurriendo en espacio sensible o restringido … nuestra suposición es que posiblemente haya un sesgo en la recopilación debido a la cantidad de aeronaves activas y de sensores, combinado con un enfoque dirigido a la comunicación de anomalías.

Nos parece que es una conclusión preliminar correcta, que se reforzará con el tiempo.

Alcance y supuestos

Comienza explicando cómo este informe anual es un requerimiento de la Sección 1683 de la NDAA del año fiscal 2022: el ODNI “en consulta con el Secretario de Defensa, remitirá a los comités del congreso apropiados un informe sobre Fenómenos Aéreos No Identificados.” El apéndice A cubre esto en detalle. Al asumir estas responsabilidades, la recién creada AARO

distribuye informes trimestrales sobre UAP a los responsables políticos que contienen un mayor detalle respecto a los análisis y atribución de los eventos UAP.

Por desgracia, eso es lo que los investigadores necesitaríamos comprobar. Por el momento, nos conformaremos con los números básicos pero, tarde o temprano, los análisis completos tendrán que ser publicados.

En un pie de página, se hace notar que la ley para el año fiscal 2022

amplía la definición de UAP para incluir aire, mar, y objetos transmedio, y este informe mantiene esta nomenclatura durante la fase de transición y puesta en marcha de la AARO.

Ya hemos hablado anteriormente sobre que el término y concepto de objetos transmedio es un concepto imaginario, fruto únicamente de malentendidos y confusiones por parte de algunos ufólogos del ala más creyente. La adopción de este término solo refleja el éxito de la presión de algunos grupos que ha llevado no solo a la creación de AARO, sino también AATIP y UAPTF en años anteriores.

El informe detalla a continuación una impresionante lista de agencias que coordinan ODNI-AARO. Es excelente, porque cuando –a la larga– el estudio llegue a la conclusión de que no se han encontrado evidencias de extraterrestres en la base de datos, nadie podrá argumentar que tal o cual organización no fue invitada a la fiesta.

Bajo Supuestos el informe indica correctamente que

múltiples factores afectan a la observación o detección de UAP … Respecto a la revisión o análisis de eventos de UAP, ODNI y AARO operan bajo el supuesto de que los informes de UAP se derivan de un recuerdo preciso del evento, y/o que los sensores generalmente operan correctamente y capturan suficientes datos reales como para permitir evaluaciones iniciales.

Estos analistas inexpertos se darán cuenta pronto que este supuesto es insostenible y que no es oro todo lo que reluce. Sin embargo, nos parece que puede que estén empezando a enfrentarse con la cruda realidad, cuando añaden que

Sin embargo, ODNI y AARO reconocen que un cierto número de incidentes UAP podrían ser atribuibles a irregularidades de los sensores, o variantes tales como errores de los operadores o del equipo.

Sí, chicos, la gente y las máquinas yerran.

Cambios Gubernamentales para gestionar asuntos UAP

La sección Cambios Gubernamentales para gestionar asuntos UAP se ocupa primeramente de la instauración de la AARO por orden del Secretario Adjunto de Defensa para continuar con las tareas del antiguo UAPTF desde el 20 de julio de 2022 y

está autorizado para desarrollar los procesos y procedimientos para sincronizar y estandarizar la recopilación, comunicación y análisis … El amplio margen de autoridad concedido a la AARO le habilita para fomentar un enfoque que abarque a múltiples agencias, y a toda la administración, para comprender, resolver y atribuir UAP en el futuro.

El informe muestra cuán lejos han llegado ODNI-AARO en la coordinación de “múltiples agencias”. Damos la bienvenida a esta fuerza de trabajo tan amplia, ideal para alcanzar el objetivo final, que es la palabra clave “atribución.” Al fin y al cabo, en unos pocos años, tan sólo un reducido porcentaje de informes quedarán sin atribuir (es decir, cualquier cosa no producida por el hombre, ni fenómenos atmosféricos, ni relacionados con sensores, ni pájaros, etc.) No por su rareza o anomalía, sino por ser pobres en datos. Aquellos que sostienen la esperanza de que el Gobierno de EEUU encuentre actividad extraterrestre en los informes UAP deberían prepararse para una gran decepción.

Comunicación Continuada y Análisis Robustos Proveen Mejor Fiabilidad en Eventos UAP pero Muchos Casos Siguen sin Resolver

Este encabezamiento tan largo sirve de presentación a las siguientes cifras sobre informes UAP, que resumimos en esta tabla:

La ausencia de estadísticas por mes o por año no permite poder encontrar tendencias o influencias. Calculamos que, suponen unos 14 informes nuevos por mes. ¿Es mucho o es poco? Las estadísticas anuales del Proyecto Blue Book desde 1947 a 1969 contienen 12.618 casos[8] El número de casos comunicados a la USAF por mes varía entre 10 (mínimo) y 125 (máximo)[9]. Para que el lector pueda comparar.

El informe califica su propio trabajo sobre informes UAP como un “proceso analítico robusto.” Bien por ellos. Por desgracia

los descubrimientos finales de la AARO estarán disponibles en sus informes trimestrales a los responsables políticos.

¡Mala suerte!... ¿Acaso el público no tiene derecho a saber en esta materia? Sin embargo, se dan algunos detalles para los 366 casos adicionales desde la evaluación anterior. 195 eventos muestran características poco relevantes, simplificadas como sigue:

  • 163 globos
  • 26 Sistemas Aéreos no Tripulados (también conocidos como drones)
  • 6 Varios (pájaros, bolsas de plástico)

Básicamente usan esta caracterización inicial para centrarse en los eventos aparentemente más extraños, esto es, los otros 171 informes UAP no caracterizados y no atribuidos. ¡Lo que esos números muestran claramente es que los pilotos y otros militares confunden masivamente globos y drones con UAP!

El informe señala que

Algunos de estos UAP no caracterizados parecen mostrar características o capacidades de vuelo inusuales, y requieren mayor análisis.

Estamos deseando leer cuáles son esas “aparentes” capacidades de vuelo inusuales. Ya avanzamos nuestras dudas de que sean realmente características inusuales. Todo a su tiempo.

Previo a este informe, se filtró que los tres famosos vídeos de la US Navy (los llamados Vídeos del Pentágono, “FLIR1”, “Go Fast” y “Gimbal”) habían sido analizados por AARO[10]. Estos vídeos están en el origen de este renovado interés en los ovnis, ya que “aparentemente” mostraban tales “características de vuelo inusuales.” Sus análisis serían coincidentes con trabajos independientes, que muestran que al menos dos de ellos no eran tan inusuales, siendo causados por una ilusión de paralaje (“Go fast”)[11], o atribuido a un efecto en el sistema óptico del infrarrojo (“Gimbal”)[12]. Sin embargo, no se menciona nada sobre esos tres vídeos en el informe. Seguramente estén entre los 144 informes de la evaluación preliminar de 2021.

La explicación de casos requiere tiempo, experiencia e ingenio. No solo personal y presupuesto, sino profundidad, talento especializado, y –en nuestra opinión– también cierto conocimiento en la historia del fenómeno ovni. La ausencia de cualquiera de estos elementos contribuirá a elevar el porcentaje de sucesos no atribuidos (esto es, inexplicados). Les llevará probablemente años descubrir cómo los pilotos cometen errores cuando se enfrentan a eventos inesperados, cómo los equipos no son infalibles, cómo personal entrenado puede confundirse, etc. Cuando hayan aprendido todo esto, tendrán una visión de conjunto realista de sus datos.

Como era de esperar, el informe indica que la mayoría de nuevos informes UAP provienen de pilotos de la Marina y la Fuerza Aérea estadounidense durante sus operaciones. Al mismo tiempo, señala que

en muchos informes hay una falta de datos detallados para establecer una atribución del UAP con alta certidumbre.

Que es básicamente el principal problema respecto a los UAP: la ausencia de datos precisos lleva a una identificación frustrada. Si hubiera habido suficiente información, lo más probable que no hubiera UAP que comunicar.

El subtítulo “Preocupación por la Seguridad en Vuelo e Implicaciones en la Salud” se centra en la posibilidad de que los UAP supongan un peligro de seguridad en vuelo y una amenaza de colisión para la aviación, que es una de las principales excusas para crear esta Oficina en primer lugar. Por eso la siguiente frase es cristalina:

Hasta la fecha, no se han comunicado colisiones entre aviones de EE.UU. y UAP.

¡Así que les han creado para estudiar objetos transmedio, problemas de seguridad en el aire y efectos de salud que no se encuentran en su base de datos.!

Resumen y futuro

Venga, recapitulemos. Tras casi 18 meses de trabajo:

  • Los UAP continúan representando un peligro de seguridad en vuelo.

¿Cuál es la base para dicha afirmación? ¿Es una mera conjetura, una posibilidad? Los meteoros también representan un riesgo, entonces. ¿Deberíamos crear un Centro para la Meteórica y la Aviación?

  • Los UAP suponen una posible amenaza de recopilación de información por parte de adversarios.

Sí: escuchas, inteligencia, espionaje, son riesgos potenciales, pero –basándonos en la experiencia– estimamos que su impacto numérico será muy bajo.

  • AARO se ha establecido como el punto principal del DoD para los UAP.

Esto es una obviedad. La oficina está operativa desde julio de 2022.

  • Los esfuerzos coordinados entre el Departamento de Defensa, la Comunidad de Inteligencia, y otras agencias gubernamentales para recoger y comunicar sucesos UAP han producido un aumento en la base de datos, abarcando varios dominios de seguridad.

El informe dice que la AARO está centrada

en identificar soluciones para gestionar y aliviar el problema de los datos… El establecimiento de la AARO y la aplicación de los nuevos procesos analíticos de la AARO a los informes detallados incrementará la resolución de eventos de UAP

(énfasis nuestro)

Eso esperamos. La evaluación preliminar de 2021 explicó 1 de 144 casos (0.7%). El informe anual de 2022 “caracteriza” 195 de 366 (53%). Progresan adecuadamente.

Sin embargo, ¿es resolver casos su único propósito? Si la preocupación principal son las amenazas a la seguridad, ¿no debería ser su fin último hacer recomendaciones a los responsables políticos para evitar dichas amenazas? En ese sentido, ya tienen evaluaciones iniciales que sugieren que hay un número no despreciable de globos y drones merodeando alegremente en zonas militares.

El informe termina con tres apéndices: el apéndice A sobre la legislación que solicita el informe anual, el apéndice B sobre la misión y responsabilidades de la AARO, y el apéndice C con la definición de términos clave.

Para nosotros, en conclusión, lo mejor es que la AARO ha establecido una red de cooperación entre distintas instituciones y agencias gubernamentales. Parecen estar trabajando en la atribución de casos, y en el futuro seguramente veamos mayor eficiencia en la caracterización (identificación) de fenómenos aéreos no identificados.

Por otro lado, hay una falta de transparencia en sus informes públicos. La información publicada hasta el momento se reduce solo a estadísticas muy básicas. Los informes trimestrales que parecen contener los detalles de las atribuciones no se han hecho públicos tampoco. Eso evita que expertos independientes externos aún no puedan verificar, validar o discutir sus evaluaciones.

Además, su objetivo final, el propósito último para la existencia de esta oficina, no está del todo claro. Hay una sensación de estar reinventando la rueda, que llevará a las conclusiones ya conocidas de que los UAP no son prueba de vida extraterrestre ni de tecnología avanzada.

Referencias