miércoles, septiembre 22, 2010

Conspira como puedas, 33 y 1/3

Algunos dicen que la versión oficial del 11-S tiene muchas preguntas que contestar. Lo divertido es que las respuestas que esas mismas personas dan, hacen surgir otras preguntas, a cada cual más absurda.

Pero cuando te dicen cosas como
La version oficial se fue montando sobre la marcha. Por ejemplo, como oficialmente no se sabía qué había impactado contra el pentagono, echaron mano del vuelo 77 de AA


uno se queda sin preguntas, y pasa directamente a imaginarse la escena:

Sube el telón

11 de Septiembre de 2001.
13:36 zulú (9:36 EDT)
Búnker por debajo del Pentágono, Arlington (Virginia)

DICK CHENEY se halla en una habitación del búnker bajo el Pentágono. Faltan apenas unos segundos para que el Pentágono reciba un impacto inesperado. Está hablando por teléfono con GEORGE BUSH, que se halla volando en el Air Force One. Tiene el manos libres conectado, y un teléfono rojo de los de marcación por ruleta a su lado, mientras un televisor al fondo muestra imágenes de la CNN sin sonido

CHENEY (Hablando al teléfono) : Sí, Silverstein. Es judío, se lo habrá soplado algún contacto del Mossad y pide...

(Retumba el edificio, suena una explosión lejana, y las luces parpadean)

BUSH: (voz metálica, de teléfono) ¿Dick? ¿Sigues ahí?
CHENEY: Eh... sí, sí. No sé que ha pasado. Parece que ha habido una explosión por ahí arriba.

(DONALD RUMSFELD entra en la habitación con una sonrisa de oreja a oreja, y haciendo el símbolo de la victoria)

RUMSFELD: ¡Dick! ¡Esto va sobre ruedas!
CHENEY: Un momento Señor Presidente, es el Secretario de Defensa (le mira fijamente)
RUMSFELD: Acabamos de...ejem... "los terroristas" (hace las comillas con los dedos) han alcanzado un tercer objetivo. ¡El plan va como la seda!

(Se dirige al mueble bar frotándose las manos para buscar una botella de champán, mientras DICK CHENEY le sigue atónito con la mirada, con cara de desconcierto)

CHENEY:¿Alcanzado? ¿Objetivo? ¿De qué carajo hablas, Donald?
BUSH: ¿Tercer objetivo? Oye Don, ¿No te referirás a...?
RUMSFELD:(saca la botella, e intenta abrirla) Al Pentágono, claro. Era el tercer objetivo según el plan.

(DICK CHENEY ejectuta un facepalm bien sonoro)

CHENEY:¡¿Cómo?! .

(Suena un facepalm metálico, que viene del teléfono)

BUSH: Pero si dijimos...
CHENEY: ¡Ese no era en el plan!

(Pausa dramática en la que DONALD RUMSFELD deja de luchar con el corcho de la botella, que tiene entre las piernas, sube la cabeza y mira con cara de desconcierto a DICK CHENEY. Éste le devuelve una mirada asesina. El teléfono también le pone una mirada asesina. O se la pondría, si pudiera. DONALD RUMSFELD reacciona y habla con voz alegre y sonriendo)

RUMSFELD:¡Venga ya, tíos!. Me estáis vacilando.

*¡PLOP!* (La botella se descorcha sola, y se derrama sobre sus manos y la alfombra)

CHENEY: No. (Tan seco y cortante como la guadaña de La Muerte)
BUSH: Don, esa parte del plan la deshechamos en la ultima reunión.
CHENY: Por inverosímil. Tirar un misil, y decir que fue un camión bomba. ¿A quién se le ocurre?
BUSH: Bueno... a mí no me parecía tan descabellado...

(DONALD RUMSFELD mantiene la sonrisa un segundo, la cambia rápidamente a una de terror... y ejecuta otro sonoro facepalm. Posteriormente se seca el champán de la frente con la manga de la camisa)

RUMSFELD: ¡Mierda!. He estado demasiado ocupado con el NORAD, desorganizándoles para que hoy no despegaran a tiempo, y se me olvidó cancelar esa parte del plan. Joder, que marrón.
CHENEY: Bueno, que no cunda el pánico, veamos qué podemos hacer. Habrá que explicarle algo de los sucedido a la prensa. Esto no lo teníamos previsto en el guión que les dimos.

(Un militar llama a la puerta y entra un poco en la sala)

MILITAR: (Se cuadra y saluda) Con su permiso, Señor Secretario, es importante...

(DONALD RUMSFELD sale de la escena con el militar)

BUSH: Sigamos el plan original. Diremos que fue un camión bomba.
CHENEY (con voz cansina): ¿Y cómo justificamos que un terrorista ha aparcado un camión bomba en el edificio más protegido del mundo? Eso es lo que nos llevó a descartarlo, Señor Presidente. Además, la autopista está atascada a estas horas. ¡Suerte tendremos si no había turistas, y no han filmado el misil pasando sobre sus cabezas!.

(DONALD RUMSFELD entra de nuevo)

RUMSFELD: Malas noticias. Me informan de que hay un atasco del copón frente al Pentágono, y parece ser que algunos conductores están murmurando algo de un misil. Y además, desde el aeropuerto de Dulles informan de que han detectado un caza moviéndose a gran velocidad cerca del Pentágono
CHENEY: ¡Mierda! Nos han pillao con el carrito del helao

(DICK CHENEY suspira, se quita las gafas lentamente, con cansancio, mientras se lleva la otra mano al puente de la nariz, pensando, concentrándose)

CHENEY: A ver. Ya lo tengo. Si el plan va según lo previsto, y no hay más sorpresas (remarcando las palabras y mirando a DONALD RUMSFELD), ahora mismo deberíamos tener un avión secuestrado e ilocalizable en el espacio aéreo. Un... (trata de recordar) American. Creo que era un American que salía de Dulles. Diremos que ese avión se ha estrellado en el Pentágono.
RUMSFELD: ¡Ostis, Dick! Eres un genio. Sí, hasta suena coherente. Dos aviones en las torres gemelas, ahora otro en el Pentágono... Ahora entiendo por qué eres el segundo de George.
BUSH: Además, el sonido de un misil es como el de un avión. Más de un testigo creerá que oyó pasar al avión, seguro. Y la detección el radar de Dulles confirmará que era un avión, y que se estrelló en el Pentágono.
RUMSFELD: Buen punto. Todo encaja y parece coherente. Casi que tendríamos que haberlo planeado así desde el princpio, ¿verdad? ¡ja, ja! .
CHENEY: Aún así, es difícil confundir un misil de 10 metros de largo con un un avión de casi 50 si te pasa 20 metros por encima de la cabeza. Habrá que hacer algo con los que han visto el misil.

(DONALD RUMSFELD esboza una sonrisa, coge el teléfono rojo al lado del manos libres, y marca un número en la ruleta)

(tuuuut .... tuuuuut ...)

RUMSFELD(voz alegre, y con tono de paleto): Sí... ¿Está el FBI? Que se ponga. (Canturrea) na narananiaaaa... ¿Sí? Hola, soy Donald (...) Sí, muy bien, gracias, ¿y tú? (...) ah, mira que majo tu chico. ¿Cuantos años tiene ya? (...)Ah, pues dentro de nada le podemos enchufar por aquí ¡je, je! . Este(...) ah (...) sí, tranquilo, lo del submarino que no flota ya lo arreglamos la semana pasada, sí (...) Na, una tontería de nada. Te vas a reir: ¡Que resultó ser un barco! (...) Sí, joer, con lo que nos costó hundirlo, sí.

(DICK CHENEY ejecuta un facepalm bien sonoro. Suena otro facepalm desde el teléfono)

CHENEY (hablando para sí mismo) : ¡Será cenutrio!
RUMSFELD (Normal): (carraspea) Mira, que necesito un par de hombres de los tuyos (...) ¿Dirección? El Washington Boulevard (...) eso es, delante del Pentágono. (...) ¡uh! pues un centenar más o menos, todo al que vean por allí (...) Eso, y que lo que vieron realmente fue un avión. (...) Vale, gracias (recupera la voz alegre y de paleto) Por cierto, a ver si me pasas la dirección del sastre (...) sí, ya sabes que pirra el negro (...) venga (...) vale (...) Vale, te debo una... venga, adiós...adiós.

(Cuelga el teléfono y mira con cara triunfante a DICK CHENEY)

BUSH: Ahá, la típica misión de borrado de memoria. Todo un clásico, infalible.
RUMSFELD: Eso mismo.
BUSH (dubitativo): Sí, pero... la gente querrá imágenes. Querrá ver los restos del avión. Maldita curiosidad, que no se conforman con lo que dice la prensa libre e independiente a nuestro servicio.
RUMSFELD: Pues los plantamos. Tenemos restos de aviones en el sótano. Ahora mismo ordeno que salga un grupo de personas, y mientras fingen buscar restos, los van dejando caer.
BUSH: Ah, ya. La típica maniobra de plantación de pruebas. Todo un clásico, infalible.
RUMSFELD: Exacto. Lo llevas por debajo de la chaqueta, miras disimuladamente a los lados mientras silbas, y lo sueltas a la par que toses para dismular el ruido del tren de aterrizaje al caer. Y luego te haces el sorprendido "Andá, ¡mira lo que me he encontrado!". Ah, y también podemos contratar un fotógrafo experto en hacer fotomontajes indetectables.
BUSH: Bien... bien... pero la gente es además muy morbosa, seguro que nos piden imágenes de las cámaras de seguridad para ver el avión estrellándose contra la fachada.

(Pequeña pausa)

RUMSFELD: Pues se lo decimos al tío este de la Disney que hemos contratado, para que falsifique los videos.
CHENEY:(hace un gesto de contrariedad) Va a ser que no.
RUMSFELD: ¿Cómo que no? Si ha sido capaz de diseñar digitalmente aviones falsos e introducirlos en la señal en directo de las televisiones de todo el mundo, no le costará generar un avión estrellándose en el pentágono en diferido, en una sola cámara. Podemos, incluso, retener las imágenes varios años por si quiere hacerlo con tranquilidad y no quiere agobiarse.
CHENEY: Verás, Donald. Nuestro hombre de la Disney, sufrió un... accidente. Estaba en la cocina, la corbata se le ha enganchado en tambor de la lavadora, que por casualidad estaba en el programa de centrifugación, y... (Gesticula con la cara, abriendo los ojos, inclinando la cabeza, sacando la lengua hacia un lado, y sube su mano tirando de la corbata)
BUSH: Sí, el típico accidente casero. Todo un clásico, infalible.
CHENEY (con tono condescendiente): El problema, Donald, es que de estos artistas no te puedes fiar. Hoy te hacen el trabajo, pero mañana quieren que se les reconozca el mérito en público, que se sepa lo bueno que fue su trabajo, ya me entiendes. Mañana, en un mes, en un año, terminará por confesarle a un colega "Oh, sí, eso lo hice yo. ¿A que quedó bien?", y se descubre el pastel.
RUMSFELD: Vaya, entiendo.
CHENEY: Bueno, no importa, ya pensaremos algo. Podemos retener las imágenes unos años con alguna excusa, y seguro que nos da tiempo a buscar otra persona que lo haga...
BUSH: ...y que sufra otro típico accidente casero después.
CHENEY: Por supuesto, Señor Presidente. No queremos cabos sueltos.
RUMSFELD: Bueno... entonces contratiempo arreglado. Fue un avión. Un... American, habías dicho.
CHENEY: Sí. Creo que el vuelo setenta y algo... (rebusca entre los papeles) ¡Ah! El Setenta y siete. Eso, era.
RUMSFELD: Vale pues. Creo que sería bueno que saliera a decirle algo a la prensa.

(DICK CHENEY y GEORGE BUSH , juntos): Sí.

RUMSFELD: Vale, pues os veo luego. Te debo una Dick (le levanta el pulgar a DICK CHENEY, y camina hacia a puerta)
CHENEY: Con que no metas más la pata me vale, Donald. (Para sí mismo) Cenutrio...
RUMSFELD: ¡¡Oki-doki!!.

(DONALD RUMSFLED sale de la escena. DICK CHENEY resopla y se repanchinga un segundo en el asiento, antes de reincorporarse)

CHENEY:Señor Presidente, respecto a lo que hablábamos de Silverstein...
BUSH: Ah,sí, el judío. Lo dejo en tus manos, negocia como quieras con él. Veo que lo tienes todo controlado, y bien atados todos los detalles. Un gran trabajo, permíteme felicitarte. Igual le damos a Halliburton un par de contratos extra cuando vayamos a Irak, ¿eh, Dick? (y el teléfono le guiña un ojo. O se lo guiñaría, si pudiera)
CHENEY: Sí, eso estaría muy bien, Señor Presidente. Gracias.
BUSH: Ha sido toda una suerte tener ese American secuestrado ahí arriba en el momento justo. Nos ha salvado el culo.
CHENEY: Sí, Señor Presidente.
BUSH: Bien, Dick, te veo esta noche entonces.
CHENEY: Hasta entonces, Señor Presidente.

(DICK CHENEY dirige el dedo al teléfono para terminar la conferencia, pero le interrumpe GEORGE BUSH)

BUSH: ¡Ah! Una última cosilla, Dick.
CHENEY (con voz cansina): ¿Sí, Señor Presidente?
BUSH: ¿...Y para qué habíamos secuestrado el American 77?

(Baja el telón)

martes, septiembre 21, 2010

El hueco de Dios

No es nada nuevo o revolucionario, pero si lo dice una persona mediática como Stephen Hawking, entonces hay jaleo. El científico británico tiene nuevo libro de divulgación, y en él comenta que no hace falta un dios para crear el universo conocido, conclusión que nos parece bastante obvia a bastantes personas, muy a pesar del clero.

Desde que el hombre intenta comprender el mundo en que vive, siempre ha habido un hueco para los dioses: exactamente el hueco que deja sin cubrir el conocimiento que se tiene de la naturaleza.

Sigue en... La circular escéptica.

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