sábado, marzo 09, 2024

AARO 2024: Sin noticias de Grusch

El  divertido libro de Eduardo Mendoza «Sin noticias de Gurb»  podría ser un buen resumen de lo que Sean Kirkpatrick ha encontrado en su repaso histórico a las investigaciones de ovnis, (perdón) fenómenos anómalos no identificados (Unidentified Anomalous Phenomena, UAP). 

Para quien no lo conozca, el libro es el diario de un alienígena que aterriza en compañía de un congénere en Barcelona. Su compañero (Gurb), desaparece, y a partir de ahí comienzan las estrafalarias aventuras de este extraterrestre que termina cada entrada con la misma coletilla: «Sin noticias de Gurb».

Sean Kirkpatrick, ex director de la Oficina de Resolución de Anomalías Todo-Dominio (All-domain Anomaly Resolution Office, AARO) dejó firmado antes de cesar el primer volumen del informe sobre el historial de investigaciones de UAP, que hace un repaso a los varios proyectos e intentos por investigar ovnis que ha acometido el gobierno de Estados Unidos. Cada intento ha terminado con conclusiones similares: no hay evidencia de visitas extraterrestres, la gran mayoría de casos son debidos a confusiones, y los que no se pueden resolver es por falta de información de calidad suficiente que permita hacer un análisis en condiciones: «Sin noticias de Gurb».

 Lo cierto es que el paralelismo no termina aquí, porque al igual que el libro de Mendoza, el informe de AARO poco menos que describe una situación un tanto surrealista.

Kirkpatrick ya fue bastante claro en un editorial de Scientific American, adelantando que toda la fiebre platillista actual se debe a unas pocas personas que se retroalimentan entre ellos propagando la misma historia básica: que el gobierno de EE.UU. recuperó en su momento artefactos alienígenas, que se realizan proyectos de ingeniería inversa sobre ellos sin conocimiento ni control del Congreso, que en cierto momento se cedió a alguna empresa privada, y que posteriormente el gobierno quiso (o quiere) volver recuperar los artefactos. 

Ninguna de estas personas tiene evidencia directa de lo que dicen, sino que se referencian entre ellos para recircular la historia, y convencer a terceras personas que a su vez se presentan como «denunciantes» de que el gobierno oculta información al congreso. En ese sentido, David Grusch es el caso paradigmático de esta retroalimentación, llegando a testificar bajo juramento ante el Congreso que sabía de todo porque se lo habían contado, pero que no podía hablar porque todo era muy secreto y mucho secreto.

Por mandato del senado, AARO ha tenido que investigar qué hay de verdad en todas estas afirmaciones. Y tal y como titulaba  Alejandro Agostinelli, casi se puede oír el portazo de Kirkpatrick al salir de la dirección de la Oficina.

Es un informe contundente, que expone cómo todas las historias que han tenido que investigar se basan en relatos de tercera mano. De entrevistados con información parcial que parecen oír campanas sin saber dónde para atribuir a auténticos programas existentes una finalidad equivocada.

Aunque quizás lo más surrealista es la denuncia de la existencia programas de acceso especial para la investigación de UAP sin control o conocimiento del Congreso. Pues los mismos que denuncian la existencia de estos programas, resultan ser quienes fundaron e  intentaron desarrollar los únicos programas que encajan en esa descripción: AAWSAP/AATIP/KONA BLUE cuyos objetivos reales y no escritos eran investigar no sólo ovnis, sino también fenómenos paranomales en un rancho perdido de Utah a costa del contribuyente.

Solo la lectura del resumen ejecutivo ya es suficiente para hacerse a la idea. Recomendable:

 

Sección II: Resumen ejecutivo

AARO no ha encontrado ninguna evidencia de que investigaciones del Gobierno de los Estados Unidos, investigaciones académicas, o paneles de revisión oficiales hayan confirmado que algún avistamiento de UAP haya sido debido a tecnología extraterrestre. Todas las investigaciones, de cualquier nivel de clasificación, concluyeron que la mayoría de avistamientos eran objetos y fenómenos ordinarios y el resultado de una identificación errónea. Aunque no es el objeto de este informe, vale la pena señalar que todas las investigaciones de UAPs realizadas por organismos extranjeros hasta la fecha han llegado a las mismas conclusiones generales que las investigaciones de Gobierno de EE.UU.

  • Aunque muchos informes sobre UAPs siguen sin resolverse o sin identificarse, AARO considera que si se dispusiera de más datos y de mejor calidad, la mayoría de estos casos también podrían ser identificados y resueltos como objetos o fenómenos ordinarios. Tanto los sensores como las observaciones visuales son imperfectas; la gran mayoría de los casos carecen de datos analizables, o los datos disponibles son limitados o de mala calidad.
  • Los recursos y personal destinados a estos programas han sido en gran medida irregulares y esporádicos, lo que dificulta los esfuerzos de investigación y obstaculiza la transferencia eficaz de conocimiento.
  • La inmensa mayoría de los informes son, casi con toda seguridad, el resultado de una identificación errónea y una consecuencia directa de la falta de conocimiento de la situación; hay una correlación directa entre la cantidad y la calidad de la información disponible sobre un caso y la capacidad de resolverlo de forma concluyente.

AARO no ha encontrado evidencias de las afirmaciones de que el Gobierno de EE.UU. y empresas privadas hayan realizado ingeniería inversa de tecnología extraterrestre. AARO ha determinado, basándose en toda la información proporcionada hasta la fecha, que las afirmaciones que implican a personas específicas, lugares conocidos, pruebas tecnológicas, y documentos supuestamente involucrados en, o relacionados con la ingeniería inversa de tecnología extraterrestre, son inexactas. Algunas afirmaciones adicionales serán examinadas en el Volumen II. AARO pudo localizar los programas, funcionarios, empresas, ejecutivos y documentos del Gobierno de EE.UU. y de la industria identificados por los entrevistados, ejecutivos y documentos identificados por los entrevistados. En muchos casos, los entrevistados mencionaron programas clasificados reales, perfectamente conocidos por las personas en el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo con el acceso adecuado a ellos; sin embargo, los entrevistados asociaron erróneamente estos programas reales del gobierno con actividades alienígenas y extraterrestres. AARO ha llegado a las siguientes conclusiones con un alto grado de confianza en relación a:

  • Acuerdos de confidencialidad sobre UAP (NDA): AARO no ha encontrado evidencias de ningún acuerdo de confidencialidad relacionado con UAPs, ni ninguna prueba de amenazas de muerte o violencia por revelar información sobre UAPs.
  • Un funcionario de la CIA supuestamente gestionó proyecto de experimentación con UAPs: El antiguo funcionario de la CIA mencionado no estaba involucrado en el traslado de tecnología extraterrestre. El mismo ex funcionario de la CIA firmó un memorando en el que rechazaba la afirmación de los entrevistados de que él dirigía el traslado y la experimentación de tecnología extraterrestre.
  • Supuesto documento de la Comunidad de Inteligencia sobre UAPs: Un supuesto documento de Inteligencia Nacional de 1961 que se "filtró" a fuentes online y sugiere la naturaleza extraterrestre de los "ovnis", no es auténtico.
  • Presencia de "extraterrestres" durante una prueba de tecnología del Departamento de Defensa: AARO revisó la información de un entrevistado que escuchó por casualidad una conversación sobre una prueba de tecnología en una base militar donde supuestamente había "extraterrestres" observando, y AARO considera que el entrevistado malinterpretó la conversación.
  • Afirmación de que un oficial militar tocó una nave extraterrestre: La afirmación de un entrevistado de que un ex-oficial militar relató con detalle cómo físicamente tocó una nave extraterrestre. La afirmación fue negada por el ex-oficial mencionado, quien relató una historia de cuando tocó un caza furtivo F-117 Nighthawk, que podría haber sido malinterpretada por el entrevistado, aunque el ex oficial citado no recuerda haber tenido esta conversación con él.
  • Pruebas de tecnología extraterrestre: La afirmación de un entrevistado de que fue testigo de lo que él creyó eran pruebas de tecnología extraterrestre en una instalación del Gobierno, seguramente se trató de una auténtica prueba de tecnología no relacionada con UAP, que se correlacionaba fuertemente en tiempo, lugar y descripción proporcionada con el relato del entrevistado.
  • Estudio sobre la revelación de UAPs: Afirmaciones de entrevistados de que entre 2004 y 2007 la Casa Blanca pidió a un instituto de investigación de Virginia que estudiara el impacto social de desvelar que los UAPs son de origen extraterrestre. AARO confirmó que el estudio se llevó a cabo, pero no fue solicitado por la Casa Blanca.
  • Empresas concretas que supuestamente experimentan con tecnología extraterrestre: AARO no ha encontrado ninguna prueba de que empresas estadounidenses hayan poseído nunca tecnología extraterrestre. Los ejecutivos, científicos y directores de tecnología de las empresas nombradas por los entrevistados se reunieron con el Director de AARO y negaron que hayan recuperado, poseído o participado en la ingeniería inversa de tecnología extraterrestre.
  • Experimentación con supuestas muestras de naves extraterrestres: AARO ha concluido que una muestra de una supuesta nave espacial extraterrestre estrellada que AARO obtuvo de una organización privada de investigación UAP y el Ejército de los EE.UU. es una aleación de fabricación terrestre, y no representa tecnología extraterrestre ni posee ninguna cualidad excepcional. La muestra se compone principalmente de magnesio, zinc, y bismuto junto con otras trazas como plomo. Esta evaluación se basó en la caracterización del material.

AARO considera que todos los presuntos programas ocultos de ingeniería inversa de UAP mencionados y descritos por los entrevistados o bien no existen; o bien son programas reales de seguridad nacional altamente sensibles mal identificados que no están relacionados con la explotación de tecnología extraterrestre; o bien responden a un programa no oficial y ya desmantelado. AARO creó un procedimiento seguro en asociación con funcionarios de seguridad del más alto nivel dentro del Departamento de Defensa, la Comunidad de Inteligencia y otras organizaciones para investigar estos programas; se le concedió a AARO el pleno acceso sin restricciones. Es importante señalar que ninguno de los entrevistados tenía conocimiento de primera mano de estos programas, ya que no se les autorizó el acceso ni trabajaron en ellos, lo que probablemente dio lugar a una interpretación errónea de los orígenes y objetivos de los programas.

  • Los entrevistados y otras personas que han asociado erróneamente programas de seguridad nacional auténticos con UAPs tenían un acceso incompleto o no autorizado a estos programas; la discusión sobre estos programas fuera de instalaciones seguras presenta un problema de seguridad nacional.
  • Uno de los programas mencionados era un Programa Prospectivo de Acceso Especial (PSAP) relacionado con UAP llamado KONA BLUE que se propuso al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y apoyado por personas que creían que el Gobierno de los EE.UU. estaba ocultando tecnología extraterrestre. El programa nunca fue aprobado por el DHS y sus partidarios nunca aportaron evidencias empíricas que respaldaran sus afirmaciones.
  • En 2021, sin justificación suficiente, se amplió el alcance de un Programa de Acceso Controlado de la Comunidad de Inteligencia para proteger la ingeniería inversa de UAPs. Este programa nunca recuperó ni realizó ingeniería inversa de ningún UAP o nave espacial extraterrestre. Este programa fue desmantelado debido a su falta de justificación.

AARO considera que la afirmación inexacta de que el Gobierno de los EE.UU. está realizando ingeniería inversa de tecnología extraterrestre y la oculta al Congreso es, en gran parte, el resultado de la realimentación entre un grupo de individuos que creen en esta afirmación, a pesar de la falta de pruebas. AARO señala que, aunque las afirmaciones de que el Gobierno de EE.UU. ha recuperado y ocultado naves espaciales se remontan a las décadas de 1940 y 1950, las versiones más modernas de estas afirmaciones provienen en gran parte de un grupo permanente de individuos que han estado involucrados en diversas actividades relacionadas con UAPs desde al menos 2009.

  • Muchas de estas personas participaron o apoyaron un programa cancelado de la DIA y el intento posterior pero fallido de restablecer este programa bajo el DHS, llamado KONA BLUE.

AARO considera que los avistamientos de UAPs y los informes de estos avistamientos a organizaciones del Gobierno de Estados Unidos, las afirmaciones de que algunos UAP constituyen naves extraterrestres, y de que el Gobierno de los EE.UU. ha recuperado tecnología extraterrestre han sido influenciados por una serie de factores culturales, políticos y tecnológicos. AARO basa esta conclusión en los siguientes factores:

  • El resultado global de que en todas las investigaciones del Gobierno de los EE.UU. hasta la fecha no se ha encontrado ni un solo caso de UAP que represente tecnología extraterrestre.
  • Ninguno de los programas mencionados por los entrevistados es de ingeniería inversa de UAPs y todos los programas reales han sido debidamente notificados e informados al Congreso a través de los comités de defensa y/o inteligencia del Congreso.
  • AARO no tiene evidencias de las afirmaciones de ingeniería inversa proporcionadas por los entrevistados y ha podido refutar la mayoría de las afirmaciones de los entrevistados. Algunas de estas afirmaciones aún están siendo evaluadas.
  • AARO determinó que una pieza de metal supuestamente recuperada de una nave espacial es ordinaria, de origen terrestre y no posee cualidades excepcionales.

Varios factores –nacionales e internacionales– influyeron probablemente en los avistamientos, los informes y la creencia de algunos individuos de que hay pruebas suficientes de que algunos UAPs representan tecnología extraterrestre. El examen por parte de AARO del contexto histórico de las investigaciones sobre UAPs desde 1945 hasta la actualidad revela que estos factores –algunos comunes y otros distintos entre la era anterior de las investigaciones sobre UAP (antes de 2009) y la era moderna (después de 2009) – sin duda han influenciado el sentido de estas investigaciones, en el volumen y picos de avistamientos, y el interés, preocupación y debate público en general. Estos periodos se dividen entre antes y después de 2009 porque este es el año en que se puso en marcha el Programa de Aplicaciones de Sistemas de Armas Aeroespaciales Avanzadas (AAWSAP) y el Programa de Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas (AATIP).

Antes de AAWSAP/AATIP hubo un vacío de unos 40 años en los programas de investigación de UAPs desde la finalización del Proyecto BLUE BOOK en 1969.

  • El contexto común entre las investigaciones anteriores y las modernas incluyen un entorno de seguridad nacional dinámico y en rápida evolución, la preocupación por la sorpresa tecnológica, secretismo intenso relacionado con los programas militares del gobierno, interés público por los UAPs, obstáculos burocráticos percibidos y la persistente falta de datos de calidad.
  • Algunos factores que diferenciaban a las investigaciones anteriores de las actuales: diferencias en el nivel de confianza del público en el gobierno; el gran volumen de contenidos de la cultura popular relacionados con los UAPs; la percepción de algunos segmentos de la población de que el Gobierno oculta tecnología extraterrestre, revelaciones no autorizadas de programas clasificados que se confunden con observaciones de UAPs; proliferación de la fuentes online que refuerzan estas creencias; el impacto que han tenido las redes sociales en la realimentación de la información; y la rápida propagación de la desinformación.

AARO estima que una parte de los avistamientos desde la década de 1940 fueron debidos a la identificación errónea de sistemas espaciales, aéreos y de cohetes experimentales y operativos nunca antes vistos, incluidas las tecnologías furtivas y la proliferación de plataformas de drones. Entre década de 1940 a la de 1960, Estados Unidos fue testigo de un auge de las tecnologías experimentales impulsadas por la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría.

  • Muchas de estas tecnologías se ajustan a la descripción estereotipada de un Objeto Volador No Identificado (OVNI). Es comprensible cómo los observadores no familiarizados con estos programas pudieron confundir el avistamiento de nuevas tecnologías como algo extraordinario, incluso de otro mundo.
  • Junto con estas áreas de investigación de tecnología convencional, el Gobierno de EE.UU. comenzó el Proyecto Manhattan en 1942. Este programa operó en secreto y condujo a la creación de varias "ciudades secretas" en todo Estados Unidos para apoyar el desarrollo de la bomba nuclear. Cualquier malentendido derivado del intenso secretismo que rodeaba a este programa y a otros similares pudo haber sido malinterpretado.

Ahora la pregunta que queda es qué harán el Congreso y el Senado, pues para un contribuyente avispado el informe viene a decir «nos estáis haciendo perder el tiempo y el dinero»

domingo, septiembre 24, 2023

La NASA reinventa la rueda

En junio de 2022, la NASA creó un grupo de trabajo para que le asesorara sobre la mejor forma de estudiar ovnis fenómenos aéreos no identificados, FANIs (UAPs, por sus siglas en inglés). Ante todo, no era un estudio de casos, particularmente los obtenidos por la US Navy entre 2004 (el tic tac y el vídeo "FLIR1"), y 2015 (los vídeos "Go Fast" y "Gimbal"), sino que el objetivo era establecer una hoja de ruta para el estudio de UAPs.

El informe se hizo público el pasado 14 de septiembre, y se puede descargar online [1]

Primero de todo, es un informe encargado por la NASA a gente de diversas universidades. No es un informe «de la NASA», sino «para la NASA», con recomendaciones varias sobre cómo debería actuar. Ya avisaban por adelantado que [2]:
The report is not a review or assessment of previous unidentifiable observations.

El informe no es una revisión o evaluación de observaciones anteriores no identificadas.
para que nadie se llamara a engaño.

Unos meses antes del informe, la NASA mantuvo un reunión pública del panel, con intevenciones de cada uno de los panelistas y discusiones entre ellos. Vicente-Juan Ballester Olmos y Chris Aubeck ya lo diseccionaron en su momento [3] exponiendo sus luces y sombras, dejando entrever la ingenuidad de quien se acerca por primera vez a este mundillo ignorando la historia acumulada observaciones e investigaciones ovni. En palabras del chairman del panel, planteaban buscar «una aguja en un pajar», pero lo que parecen ignorar es que nadie asegura que haya una aguja ahí.

El informe tiene 36 páginas, aunque es un tanto repetitivo y varias páginas están dedicadas a poner fotos espectaculares, de esas que quedan muy chulas como fondo de pantalla.

En la parte positiva del informe, es que recomiendan abordar el asunto con una metodología que cualquiera con mentalidad científica puede compartir: dejémonos de testimonios subjetivos; usemos aparatos de medida específicos para la detección de ovnis UAPs, y apliquemos sofisticados métodos de análisis para desentrañar

one of our planet's greatest mysteries.

uno de los mayores misterios de nuestro planeta.
Aquí empieza lo malo, tan pronto como primera frase del prólogo. Y continúa con el primer párrafo de la introducción:

Recently, many credible witnesses, often military aviators, have reported seeing objects they did not recognize over the U.S. airspace. Most of these events have since been explained, but a small handful cannot be immediately identified as known human-made or natural phenomena.

Recientemente, muchos testigos creíbles, a menudo pilotos militares, han reportado haber visto objetos que no pudieron reconocer sobre el espacio aéreo de EEUU. Muchos de estos eventos han sido explicados, pero un pequeño puñado no han podido ser identificados como fabricados por el hombre, o como fenómenos naturales.
Es una combinación de dos de las falacias más populares en la ovnilogía: la del testigo de élite y la del residuo. Sobre la fiabilidad de los testigos (ya sea Agamenón, su porquero o un piloto de combate) recomiendo la lectura tranquila y pausada de The Reliability of UFO Witness Testimony [4], que incluye un interesante artículo sobre la falacia del residuo (F. Ares de Blas, pag 673).

Como decía, abordar el asunto de forma científica es algo a lo que nadie puede oponerse. Pero las recomendaciones se hacen desde un generalismo que, para quien ya ha bregado con el asunto de los ovnis, no hacen sino denotar ingenuidad. Y desconocimiento.

El panel destaca que actualmente el análisis de UAPs está dificultado por una pobre «calibración de sensores», porque los (pocos) datos disponibles provienen de «instrumentos que no han sido específicamente diseñados para la detección de UAPs».

La recomendación es (obviamente) «calibrar» los sensores. Un proceso de calibración no es más que establecer una relación entre una característica física del sistema de medida, con la magnitud de una propiedad que se quiere observar o medir. Ejemplo simple: en un termómetro de mercurio, se relaciona la longitud que adquiere el mercurio en un canal, con la temperatura a la que está.

¿¡!? ¿A qué se refieren con sensores calibrados para detectar UAPs? ¿Qué magnitudes tiene un UAP y con qué propiedad física de qué sistema de medida se puede relacionar?

Quizás una palabra más adecuada sea «optimizar». Optimizar sensores para poder detectar las propiedades de UAPs, detectores específicos de UAPs. Que dicho de forma generalista como hace el panel suena bien, hasta que entramos en detalle: ¿Cómo hay que optimizar/calibrar los detectores?, o más concretamente, ¿qué propiedades hay que medir u observar de un UAP?

El panel reconoce en cierto punto que «no poseen una descripción consistente de las características físicas de los UAPs». Lo que tira por tierra la recomendación anterior. O más bien hace notar que hay un trabajo previo muy importante, al que poca gente parece darle importancia: Definir qué es un UAP. Ya he hablado del tema alguna vez [5]. No vale con definirlo como «objetos que no son inmediatamente identificables» (definición de la All-domain Anomaly Resolution Office, AARO [6]), porque lo único que dice es que no sabes qué has visto. En un momento dado, hasta una vaca puede ser un UAP si no la reconoces a la primera.

¿En qué se diferencia un globo de un avión? Quien más quien menos, de forma más o menos precisa, formal o informal, puede dar características de ambos objetos. Y en particular, puede hacer referencia a propiedades que los distinguen:

  • Un globo se mueve despacio. Un avión se mueve rápido.
  • Un globo flota en la atmósfera terrestre y se lo lleva el viento. Un avión tiene propulsión.
  • Un globo tiende a ser esférico. Un avión es alargado y con alas
  • ...
Pero si comparamos un globo o avión con un ovni/UAP, ¿qué propiedades los distinguen?

  • Un globo se mueve despacio. Un ovni ¿...?.
  • Un avión se mueve rápido. Un ovni ¿...?
  • ...
Al final, uno podrá determinar que un ovni NO tiene las propiedades de la luna, NO tiene las propiedades de un globo, NO tiene las propieades de una estrella, NO tiene las propiedades de un avión ...pero entonces ¿Cuales son las propiedades tiene? Si veo esto:

¿Qué propiedades lo identifican como ovni y le distinguen de la luna, un globo, un avión, etc...?

La recomendación de los panelistas es usar algoritmos de Inteligencia Artificial (IA) para diferenciar los «ovnis de verdad» de objetos mundanos, con dos posibles enfoques: el primero sería construir un modelo de UAP con sus características y propiedades y buscar entre bases de datos de observaciones hechas con «sensores calibrados» qué casos contienen tales características. Acertadamente reconocen que esta vía es imposible sin conocer esas propiedades que distinguen qué es un UAP de otra cosa.

El segundo enfoque es el contrario: descartar de una base de datos los casos que tienen propiedades de causas mundanas e identificar aquellos que se desvían de «lo normal». Cuya dificultad es precisamente determinar qué es «normal» y qué no lo es («anomalía»).

Eso quiere decir quedarse con los casos «anómalos» para posteriormente extraer de ellos patrones y propiedades que podrían asignarse a UAPs. Con las que podrían calibrarse posteriormente los detectores, deduzco.

En realidad, algo similar a lo que se lleva intentando hacer durante 70 años, pero sin IAs de por medio(*).

(* En realidad, mencionan IAs porque son el tema de moda. Hace 10 años, el informe habría dicho que nuevos sensores hechos con nanotecnología ayudarían a detectar mucho mejor los ovnis. La ciencia tampoco escapa a las modas.)

Y con similares problemas. Entrenar una IA requiere componer primero una base de datos de eventos «normales». Así que tendrán que resolver casos a la vieja usanza para poder entrenar una IA que luego podrá decirles si tal o cual caso es «normal» o «anomalía» sin resolver el caso. Es muy parecido a los índices de extrañeza que se definieron tiempo ha, con el objetivo de poder cribar casos y poder centrarse en los interesantes, con mayores posibilidades de realmente mostrar algún tipo de anomalía. Mismo objetivo, distinto algoritmo.

Pero luego, ¿habría acuerdo en qué son casos «normales»?. ¿Acaso no existen hoy día discusiones sobre si un caso está resuelto o no? ¿Cuantos meterían (por ejemplo) el video FLIR [7] en la base de datos de «normal»?. Se pueden esperar críticas y comentarios del tipo que la IA está mal entrenada porque incluye casos normales que otros consideran anomalías.

No exagero en que la recomendación del panel es decirle a la NASA que repita lo que se lleva haciendo durante 70 años con medios más modestos. Recomiendan los panelistas usar los satélites más avanzados en órbita para poder correlacionar las condiciones atmosféricas o meterológicas por ejemplo. O estudiar las zonas calientes donde más aparecen ovnis. En esencia, es buscar patrones.

Se lleva buscando patrones en los ovnis desde el mismo inicio de la fiebre platívola. Un patrón típico es la llamada «Ley Horaria», descrito por primera vez por Jaques Valleé[8]: los ovnis son avistados preferentemente de noche, y el máximo de actividad se produce en torno a las 21 h. Un trabajo posterior, Gregor y Tickx (que al parecer son pseudónimos), encuentran que este máximo en realidad se mueve en función de la estación del año [9]: a horas más tardías en verano, horas más tempranas en invierno. Más o menos correlacionado con la hora del ocaso solar. En realidad es un patrón muy fácil de entender: por la noche, en oscuridad y sin contexto, cualquier fuente de luz puede ser no identificada. Además, a partir de las 22h, la gente se va a dormir, por lo que hay menos probabilidad de una persona pueda ver una luz. Es un patrón creado por las condiciones del avistamiento, y que poco o nada dice de los ovnis en sí [10].

En cuanto a las zonas calientes, fue un tema igualmente ... caliente durante varios años. Se discutía si los ovnis se veían más cuanta más población había en un lugar, o si aparecían preferentemente en lugares más despoblados. El patrón indica que la correlación es positiva: a mayor población, mayor número de avistamientos. Lo cual es bastante lógico: a mayor número de personas, mayor probabilidad de que alguien vea algo. Un patrón de explicación social, y que tampoco dice nada de los ovnis [11].

Otro estudio interesante, Weiller 1980[12]: analiza el efecto de las horas de sol y nubosidad en dos regiones de Francia. Cuanto menos nubosa es una zona, mayor cantidad de casos. La explicación de nuevo, parece simple, obvia, y poco que ver con propiedades de los ovnis.

El estudio orientado de forma científica de los ovnis se hizo durante bastante tiempo. Todo lo que recomiendan los panelistas, de una u otra forma se ha realizado. Búsqueda de patrones, correlación con efectos meteorológicos, creación de bases de datos, determinación de «zonas calientes»... con nulos resultados sobre la existencia de un fenómeno que nadie sabe definir en qué consiste.

Quizás los medios no hayan sido la tecnología punta ni los algoritmos que existen hoy día. Pero les merecería la pena al menos hojear qué cosas se hicieron durante los años 60-70-80 que van en la misma línea de lo que sugieren hacer. Al fin y al cabo, la búsqueda bibliográfica también es parte del método científico.

Un comentario que me parece digno de mención es respecto al único análisis que aparece en el informe. No es la intención del panel resolver el caso, sino tan solo exponerlo como ejemplo de cómo un vídeo que parece mostrar algo anómalo, en realidad no lo es. Cómo los sentidos nos pueden engañar, en este caso, por un efecto de paralaje.

Es un análisis acertado del caso, pero creo que les debería dar que pensar: están recomendando el uso de tecnología punta espacial y algoritmos que están de moda para resolver el gran misterio del planeta... para terminar analizando un caso con trigonometría de la que se aprende en el instituto.

Están hablando de una forma muy genérica cómo abordar un problema científico, pero a la hora de bajar al barro nos encontramos con que no es necesaria tanta parafernalia.

Última reflexión

El punto de vista de los panelistas es básicamente:

When it comes to studying such phenomena our overarching challenge is that the data needed to explain these anomalous sightings often do not exist.

Cuando se trata de estudiar estos fenómenos, el gran reto es que los datos necesarios para explicar estos avistamientos anómalos no existen.
La recomendación que les daría yo darle la vuelta:

Cuando los datos disponibles son pobres, no serás capaz de identificar ningún avistamiento.
Por definición, eso es un ovni/UAP.

Referencias

sábado, agosto 19, 2023

Manises y la Sexta Flota: ¿Dónde estaba el Iwo Jima?

Esta entrada es un resumen sucinto de un trabajo más extenso sobre los cuadernos de bitácora de los buques que aquí se mencionan. En él se encuentran reproducciones de las hojas de los cuadernos de bitácora para los días 11 y 12 de noviembre. El trabajo se puede leer / descargar pinchando aquí.

Introducción

Durante los primeros días de noviembre de 1979 se realizó un ejercicio conjunto entre la Sexta Flota de EEUU y la Armada Española frente a la costa de Almería. Era el ejercicio CRISEX'79, e involucró a varias unidades tanto americanas como españolas. Entre las unidades americanas se encontraba el portaaviones USS Nimitz, y el buque anfibio portahelicópteros USS Iwo Jima.

Dos días después de acabar los ejercicios, un avión de la empresa TAE en ruta de Palma a Tenerife se desvía de su ruta y aterriza en Valencia por causa de un ovni. Un Mirage F-1 de la base de Los Llanos despega en scramble en busca de cualquier luz sospechosa. Durante todo su vuelo no para de recibir interferencias en sus comunicaciones, e incluso «blocajes» por ser iluminado por un radar.

Estas interferencias y blocajes son las mismas que el piloto (el entonces capitán Fernando Cámara, y hoy contertulio habitual de la Nave del Misterio) recordaba haber sufrido durante el CRISEX cuando sobrevolaba al Nimitz. Por otro lado, a la mañana siguiente de los hechos (12 de noviembre) llegaba a Valencia el Iwo Jima. Como quiera que en el expediente militar que se generó para analizar los hechos son los dos únicos barcos que se mencionan, han sido los principales señalados de haber tenido algún tipo de participación en los sucesos de aquella noche.

El ejercicio CRISEX'79 terminó el día 9 de noviembre. La participación de la Sexta Flota en el CRISEX incluye muchas más unidades que esos dos barcos. Súmese la participación de los buques de la Armada Española. ¿Qué hiceron al terminar las maniobras? ¿Dónde estaban o hacia dónde iban?

Pues para responder esas preguntas, léase está entrada.

Los Cuadernos de Bitácora

En todo barco existe la costumbre de rellenar un Cuaderno de Bitácora que recogen tanto el estado del barco, como sucesos alrededor del mismo. Las bitácoras (o "Deck logs") de los buques americanos están archivados en la Administración Nacional de Archivos (National Archives and Records Administration, NARA). Para acceder a los cuadernos de bitácora de buques de la Armada hay que contactar con el Archivo Central del Cuartel General de la Armada.

La Revista General de Marina (RGM) de Julio-Diciembre de 1979, pag 623 nos da un listado de unidades participantes en el CRISEX'79:

  • Fuerza Anfibia operativa combinada
  • - Fuerzas navales EEUU (COMPHIBRON)
    • Cinco buques anfibios
    • Unidades de reconocimiento y demolición submarinas
    - Fuerzas Navales Españolas
    • Tres Transportes de Ataque
    • Seis buques de desembarco (tres LST y tres BDK)
  • Fuerzas Navales
    • Grupo aeronaval de la Flota, más cuatro escoltas
    • Grupo de combate EEUU
    • CVN Nimitz, más cuatro escoltas
  • Otras unidades
    • Dos submarinos
    • Dos patrulleros
    • Dos dragaminas costeros
    • Dos dragaminas costeros
    • Un calarredes, un remolcador de altura, un aljibe, un petrolero, un buque de salvamento y unidades del Centro de Buceo de la Armada

Eso son unos cuantos barcos. A través de la consulta de varios cuadernos de bitácora, es posible reconstruir cuales eran la mayoría de ellos:

Buques participantes en el CRISEX79
Sexta Flota Armada
Fuerza Anfibia USS Shreveport LPD-2 L-11 Velasco
USS Hermitage LSD-34 L-12 Martín Álvarez
USS Iwo Jima LPH-2 L-13 Conde del Venadito
USS Saginaw LST-1188 TA-11 Aragón
USS Boulder LST-1190 TA-21 Castilla
TA-31 Galicia
Fuerza Aeronaval R-01 Dédalo
USS Nimitz CVN-68 D-63 Méndez Núñez
USS California CDG-36 F-71 Baleares
USS Texas CGN-39 F-74 Asturias
F-75 Extremadura
Submarinos S-35 Narciso Monturiol
S-64 Narval
Patrulleros P-01 Lazaga
P-02 Alsedo
Petroleros USS Mississinewa TAO-44 Teide
USS Marias TAO-57
Dragaminas Genil
Otros buques D-21 Lepanto
D-23 Almirante Valdés
USS Semmes DDG-18 D-24 Alcalá Galiano
USS Bowen DE-1079 D-25 Jorge Juan
USS Capodanno FF-1093 D-62 Gravina
D-64 Lángara

En negrita, las bitácoras que han podido ser consultadas. Entre ellas no está la del Iwo Jima, el principal sospechoso que atracó en Valencia el día 12 de noviembre. NARA tiene el log de los meses de octubre y diciembre, pero el de noviembre no está. Estas bitácoras, antes de llegar al archivo, pasan por la Comandancia de Historia y Patrimonio Naval (NHHC). Se les consultó si tenían copia del cuaderno de noviembre, pero su respuesta fue que ellos nunca lo recibieron del Iwo Jima. El barco (el comandante, responsable o quien tocara) no se lo envió. Así que el cuaderno de bitácora de noviembre de 1979 del USS Iwo Jima hay que considerarlo como perdido.

Gracias por contactar con nosotros. He comprobado el inventario de cuadernos de bitácora que se transfirieron a NARA y desafortunadamente Noviembre 1979 para el USS Iwo Jima está listado como perdido por nuestra parte también. Es probable que el barco no remitiera bitácoras para ese mes.

El USS Nimitz

En una entrada anterior ya expuse dónde se encontraba el USS Nimitz. Al ser un portaaviones, las sospechas eran de que sus cazas pudieran estar volando y de alguna forma molestaran y confundieran al TAE JK297 obligándole a aterrizar en el aeropuerto de Manises.

El Nimitz estuvo operando desde antes del 1 de noviembre y hasta el día 9 al Sur de Ibiza. Entre los hechos destacados, el día 3 cayó un F-14 al mar durante los CRISEX. Y el día 6 un hombre cayó al agua. El día 10 abandona la zona junto al USS Texas, reposta combustible al SE de Ibiza, y pone rumbo al este. Como se vio, en Nimitz a las 22Z (23 hora local de España) se encontraban frente a la costa de Túnez. Y la única actividad que hubo en su pista de aterrizaje fue para recibir a dos aviones de suministros. Por tanto el Nimitz no tuvo ninguna participación en los eventos de aquella noche.

El USS Iwo Jima y el grupo anfibio

El Iwo Jima formaba parte de las Task Force 61 de la Sexta Flota. Es el grupo de asalto anfibio que estaba liderado por el USS Shreveport. Los otros buques que lo formaban eran el USS Saginaw, USS Hermitage y USS Boulder. Cinco buques en total.

Como he dicho, la bitácora de noviembre para el Iwo Jima está perdida. Pero a través de sus acompañantes es posible aventurar qué estuvo haciendo, y dónde podría estar en las horas claves del caso Manises.

Lo que se deduce de los cuadernos de bitácora del Shreveport, Saginaw y Hermitage, es que el convoy de 5 barcos estuvieron frente al golfo de Vera (Garrucha, Vera, Carboneras, Palomares) hasta el día 10 de noviembre. Ese día levan anclas y se dirigen al SE de Ibiza, donde llegan el día 11 a las 7 de la mañana. Es la misma zona que usó el Nimitz para repostar, y eso es lo que hace el grupo: repostar.

Lo hace primero el Saginaw, entre las 7 y las 9. Según termina, se separa de la formación y pone rumbo norte porque su destino es Toulon, (Marsella, Francia). Es un trayecto largo. Por eso reposta el priemro, y parte nada más terminar. Llega a Toulon el día 12 a mediodía. A medianoche, meintras Fernando Cámara estaba siendo atormentado con interferencias, el Saginaw estaba en alta mar al norte del Mediterráneo. Muy lejos para hacer nada.

El segundo en repostar es el Shreveport, y el tercero el Hermitage, que termina a las 14:15. Ambos buques se quedan por la zona hasta las 19:30, momento en que se separan. El Shreveport toma rumbo norte hacia Palma de Mallorca. El Hermitage tome rumbo oeste hacia Alicante.

¿Qué hay de los otros dos barcos, el Iwo Jima y el Boulder?. Cada barco tarda unas dos horas en repostar. Entre las 14:30 y las 19:30 hay cinco horas de margen, tiempo suficiente como para que ambos buques hagan sus respectivos repostajes. Así pues, presumiblemente el Iwo Jima estuvo hasta las 19:30 en la zona de repostaje.

La bitácora del Shreveport nos dice que a medianoche del día 12 estaba acompañado por el USS Boulder. No menciona al Iwo Jima, sino que deja una frase ambigua:

[Las] Unidades acompañantes incluyen al USS Boulder

Así que el Boulder parece que acompaña al Shreveport a Palma de Mallorca, a una velocidad de tan solo 6 nudos (11 km/h). A medianoche aún están bastante al sur de la isla de Mallorca, y a las 00:45 (cuando Cámara se recupera a la bas de los Llanos) avistan el faro de Punta Anciola (isla de la Cabrera). El Shreveport (y presumiblemente el Boulder también) atracan a las 8 de la mañana en Mallorca, en el dique del oeste.

El Hermitage por su parte va en rumbo oeste, camino del puerto de Alicante. Pero tampoco es que tenga excesiva prisa en llegar. A las 23Z del día 11 avista el faro de Punta Rotja (Formentera). Una hora más tarde, a media noche, Fernando Cámara estaría volando hacia el sur sobre Cullera / Denia / Benidorm y sufriendo interferencias. Mientras, el Hermitage podría estar en torno al SSO de Ibiza. Se encontraría a unos 100 km del Mirage. Pero la bitácora no indica nada particular que indique que lo haya detectado, ni que esté aplicando interferencias. Tan solo refleja rumbos y velocidades, en un aburrido viaje hacia un puerto, donde llegaría a las 9 de la mañana.

Finalmente, habíamos dejado al Iwo Jima a las 19:30 en la zona de repostaje. Sabemos que su destino final es Valencia. Y si observamos un mapa, veremos que sólo tiene dos opciones: rodear Ibiza yendo al oeste como el Hermitage, o navegando hacia el norte como el Shreveport y Boulder, y luego al oeste.

La primera opción es la más corta para llegar a Valencia, pero hace que no pase por la zona en la que se originaban las interferencias que sufría el Mirage (el «triángulo de Columbretes»: Valencia -Sagunto - Columbretes). La segunda opción, sí le llevaría a acercarse al triángulo, pero aún quedaría lejos de la zona.

El Shreveport y Hermitage se toman el camino con calma. El Iwo Jima tenía una velocidad máxima de 22 nudos (40 km/h), por lo que desde las 19:30 hasta la medianoche podría recorrer como máximo 180 km. Eso le coloca a unos 120 km de Valencia en el mejor de los casos.

¿Es cerca o lejos para que un sistema de guerra electrónica sea efectivo? Pues no lo sé. Pero 120 km es la situación más favorable. Si el Iwo Jima se lo tomó con igual calma que los otros barcos, entonces estaría aún más alejado del Mirage.

Así que lejos de confirmar la responsabilidad del Iwo Jima en las interferencias que sufrió Cámara, lo que tenemos es que a lo mejor, el Iwo Jima no tuvo nada que ver.

La Armada Española

Por otro lado, tenemos a la Armada Española que también se quedó por la zona unos días más después del CRISEX.

Un aspecto bueno de las bitácoras de la Armada es que la primera página es un resumen de navegaciones: Indica de qué puertos sale o entra, y en qué fechas.Por ejemplo, el Dédalo, portaaeronaves de la Armada, llegó a Rota el 10 de noviembre, y no volvió a salir a navegar hasta diciembre.

La fragata Asturias atracó en Almería el día 9 de madrugada, y zarpó de nuevo el día 11 con destino Cartagena, donde llegó a las 9 de la mañana. Ahí en Cartagena, justo detrás de Escombreras, se reunieron varios buques de la Armada: el Méndez Núñez, el Lángara, la Baleares, el Alcalá Galiano, y quizás la Extramadura y el Gravina.

La parte mala de las bitácoras de la Armada es que no registran nada cuando están en puerto por lo que no hay información sobre el día 11 de noviembre.

La mayoría de los barcos se echaron de nuevo a la mar los días 13 y 14 para realizar los ejercicios «post-crisex» en esa misma zona. Y finalmente el día 15 se dispersaron.

Conclusiones

Después del CRISEX, varios barcos de la Armada se quedaron por la zona de Cartagena. Por su parte, varios buques de la Sexta Flota estaban de camino a diversos puertos del Mediterráneo, que incluyen Palma, Alicante y Valencia. Los cuadernos de bitácora nos permiten poner en contexto la actividad marítima antes, durante y después del incidente. Así, sabemos que ni el Nimitz ni sus cazas tuvieron nada que ver. Por otro lado, es muy probable que en la tarde del día 11 el Iwo Jima estuviera al SE de Ibiza, antes de poner rumbo a Valencia. Su posición a medianoche podría estar alejada del triángulo de las Columbretes, presunto origen de las interferencias al Mirage de Fernando Cámara.

Pero entonces, si el Iwo Jima quizás no fuera el culpable de las interferencias, ¿quién o qué fue?. Pues no lo sabemos. Aún. Es mejor tener una respuesta negativa que asumir como correcta una respuesta errónea. Habrá que seguir indagando entre los cuadernos de bitácora, a ver en cual salta la liebre.

martes, junio 27, 2023

Manises: La orografía de Escombreras

Esta entrada es solo un sucinto resumen de un trabajo más largo y detallado que se puede leer en Academia.edu. Si te interesan los detalles, te recomiendo leerlo.
11 de noviembre de 1979, en torno a las 23 hora local (22 UTC), el vuelo TAE JK297 de Palma a Tenerife está en proceso de ascenso. Se encuentra entre Ibiza y Alicante, cuando el piloto ve dos luces rojas. Cree que puede ser un tráfico, pero la torre de control le dice que ahí no hay nada notificado. Finalmente, ante la percepción de peligro, el piloto se desvía y aterriza en el aeropuerto de Manises, en Valencia.

Fernández Peris escribió al respecto de este caso un detallado libro (El Expediente Manises, Fundación Anomalía, 1998), en el que llegaba a la conclusión de que las llamaradas de la refinería de Escombreras fueron las causantes de este avistamiento.

Quien más, quien menos, conoce tanto el caso Manises, como la solución propuesta. Otra cosa es que se comparta, pero nadie ha sido capaz de proponer una alternativa. El argumento habitual es simplemente apelar a la incredulidad:

¿Cómo van a confundirse pilotos experimentados?

Todos los pilotos conocen Escombreras, nadie las confundirı́a con un ovni.
Es el tipo de argumento que se suele oír o leer, pero la sola incredulidad no falsa per se la hipótesis.

Tan solo se ha esbozado en alguna ocasión un argumento que, de demostrarse, puede invalidar la hipótesis de Peris

En mayo de 2000, José Manuel García Bautista y Rafael Cabello publican un artículo en el que dicen reproducir el vuelo con un simulador de su propia creación.

Desde hace dos años llevamos trabajando en un simulador de vuelos que recoge todas las incidencias que pueden afectar a cualquier vuelo en su transitar por nuestros cielos.

entre los parámetros de nuestro ordenador estaba programado las llamaradas de las torres de la refinerı́a en el valle de Escombreras, las posibles anomalı́as astronómicas, especial luminiscencia de planetas y estrellas (entre ellas Sirio), interferencias debido a la guerra electrónica del “Iwo-Jima” y las condiciones atmosféricas que reinaban aquel dı́a.
Sorprende tal nivel de detalle. Lo que no hay en cambio son detalles del simulador, cómo se ha programado, y en particular, cómo se ha validado. Es decir, que frente a una situación conocida, demostrar que reproduce tal situación.

En todo caso, dicen dejar que un piloto sea quien haga el vuelo sin decirle nada, y no logran ver las llamaradas de Escombreras. El argumento es que la orografía del terreno impide que las llamas sean vistas desde el avión


la refinerı́a de Escombreras, resulta estar situada en un valle, denominado Valle de Escombreras. Este valle, presenta una pequeña cordillera de unos 170 - 270 metros de altura que se erige verticalmente de norte a sur (aproximadamente) al este de las chimeneas A, B y C que menciona Fernández Peris en su libro (Fig.8). Puesto que la altura aproximada de las chimeneas es de unos 150 metros (2), gran parte de las montañas no dejarı́an ver las llamas de las torres de combustión de la refinerı́a, especialmente si los observadores están en dirección noreste desde Escombreras.

(2) Alturas sacadas del programa informático Google Earth.
Sin embargo ambos trabajos se quedan en la mera exposición del argumento, pero no lo demuestran.

Bautista y Cabello no señalan cómo han validado su simulador, ni tenemos forma de verificar que su resultado es correcto.

Para Miguel Ángel Ruiz parece que la sola presencia de los montes ya hace imposible que un rayo de luz pueda sobrepasarlos.

Pero a pesar de quedarse a medias, el argumento es legítimo, y es necesario abordarlo.

La orografía de Escombreras

La refinerı́a de Escombreras se halla en un valle rodeada de montes que llegan hasta los 400 metros de altura. El la web del Instituto Geográfico Nacional (IGN) es posible encontrar y descargar el Modelo Digital Terrestre de España. Se trata de escaneos del terreno a través de la técnica de LiDAR con una resolución lateral de 2 metros, que se comenzó a realizar en 2009. Se puede considerar la orografı́a oficial de España

También en la web del IGN se pueden encontrar fotografı́as aéreas de la penı́nsula realizadas en distintos vuelos a lo largo de los años. En particular, el llamado Vuelo Interministerial fotografió la zona de Escombreras en 1977.

Se han marcado las posiciones de las chimeneas A, B y C,(que Peris usa en su hipótesis) pero se puede observar que existı́an multitud de chimeneas en el complejo. En los fotogramas de vuelos sucesivos se pueden apreciar los cambios que han ido ocurriendo en la zona, y en particular, las chimeneas A y B no existen a dı́a de hoy.

Mapas de visibilidad

Hacer un simulador de vuelo para abordar si las chimeneas de Escombreras son o no visibles es matar moscas a cañonazos. El problema es más sencillo que eso, solo requiere usar geometrı́a y trigonometrı́a. El problema que se quiere abordar requiere responder dos preguntas:

  • Dada una fuente luminosa en una posición conocida (latitud, longitud y altura sobre el nivel del mar), ¿con qué angulo de elevación mı́nimo debe salir un rayo de luz para superar los montes que la rodean?
  • Dado un observador distante en una posición determinada (latitud y longitud), ¿a qué altitud mı́nima deberı́a estar para poder observar ese rayo de luz?.
La zona de interés donde estarı́a el observador de la segunda pregunta es en el Mediterráneo, en un area entre Ibiza, Valencia y Alicante.

Dadas las distancias implicadas, hay que tener en cuenta la esfericidad de la Tierra, lo cual da un poco más de trabajo. Pero al final se pueden generar unos mapas que indican a qué altitud mínima debería estar un avión, para ver las chimeneas de Escombreras

Los colores indican rangos de altitudes. Por ejemplo, la franja naranja significa que un avión tendría que estar (como mínimo) entre 25.000 y 29.000 pies en esa zona para ver las chimeneas. La zona sombreada representa la aerovía entre IBZ y ALT, con su anchura de 10 millas náuticas.

Lo que se deduce a priori de estos mapas es que para ver la chiemena A se necesitaría estar a una altitud superior a 30.000 pies, mientras que las chimeneas B y C sí serían visibles desde una zona bastante amplia del Mediterráneo.

Pero merece la pena analizarlo con un poco más de detalle. Para ello es necesario es conocer qué ruta pudo seguir el TAE JK297.

La ruta del JK297

A partir del expediente militar desclasificado se puede reconstruir parcialmente la ruta del avión. Se pueden distinguir tres fases:

  • Inicio del avistamiento
  • Desvío a Valencia
  • Desaparición de las luces
Hay cierta ambigüedad en el momento de aparición de las luces. En la declaración al juez, los pilotos se sitúan a 15 millas del VOR de Ibiza, yendo en dirección a Alicante, y a un nivel de vuelo 23.000 pies. Sin embargo, también dicen que 6 minutos antes estaban pasando por la vertical de Ibiza. A la velocidad que viajaba el TAE (aproximadamente 305 nudos), en 6 minutos recorrería 30 millas, no 15.

En todo caso, si miramos el mapa de visibilidad de las chimeneas B y C, resulta que en torno a ese momento, y a esa altura, las chimeneas comenzan a ser visibles. No antes. Justo en el momento que dicen que las ven.

En este mapa, la zona verde significa que las chimeneas serían visibles desde un avión a 23.000 pies. Las zonas sombreadas son las posibles zonas donde estaría el JK297 al inicio del avistamiento.

Después, el avión asciende a 29.000 pies, a la vez que aumenta su velcidad a unos 370 nudos, y ambas chimeneas siguen siendo visibles sin problema. El piloto dice que quiere desviarse a Valencia, pero no lo hace inmediatamente, sino que espera a que le autoricen desde Control. Finalmente lo hacen, después de 7 u 8 minutos desde la aparición de las luces. El TAE ha recorrido entre 43 y 49 millas desde entonces, y se encuentra a 65 millas de Valencia, tal y como comunica por radio.

En este mapa, la zona verde significa que las chimeneas serían visibles desde un avión a 29.000 pies. Las zonas sombreadas oscuras son las posibles zonas donde estaría el JK297 al desviarse hacia Valencia.

Después de girar bruscamente a Valencia, las luces quedan a las 7, es decir, atrás y a la izquierda. Desde ahí, el copiloto es imposible que pueda ver las luces. Y el piloto gira la cabeza de vez en cuando para mirar hacia atrás y comprobar si siguen ahí. Es decir, no tienen una visión continua de las luces. Así lo confirma el copiloto, cuando preguntado por la desaparición, dice:

4.- ¿Cómo y cuándo desapareció? En una de las observaciones, no lo volvió a ver.
Del expediente, se deduce que las luces dejaron de verse en algún momento estando entre 40 y 30 millas de Valencia. En esos momentos, el JK297 se hallaba a 15.000 pies de altura. Desde la zona del desvío en dirección a Valencia, es posible encontrar una zona en la que las chimeneas son visibles a 40 NM, pero no a 30. Posteriormente, podrían ser visibles de nuevo, pero al TAE descendió hasta los 4.000 pies para soltar combustible antes de aterrizar.

En este mapa, la zona verde significa que las chimeneas serían visibles desde un avión a 15.000 pies. La zona sombreada roja es la zona en la que las chimeneas serían visibles a 40 millas, pero desaparecerían antes de llegar a las 30 millas.

Así pues, es posible encontrar un par de rutas que reproducen lo observado tomando las chimeneas B y C como referencia.

Dos posibles rutas del JK297 que reproducirían el avistamiento con las chimeneas B y C como estímulo.

Sin embargo

La hipótesis Escombreras establece que las chimeneas B y C en realidad son un único foco de luz, porque están demasiado juntas como para poder ser vistas como dos luces desde tanta distancia. La segunda luz sería la chimenea A, pero esa chimenea no es visible.

Entonces, sería necesario encontrar un segundo estímulo luminoso rojo.

En Escombreras en 1979 había más chimeneas, aunque ninguna tan alta como las B y C. Hay una más o menos centrada en el complejo de unos 50 metros de alto (hoy deaparecida). Si esta chimenea fuera de combustión (algo que no se sabe), sus llamas serían visibles a 29.000 pies de altura desde el Mediterráneo. Pero no sería visible en el momento del inicio de la observación.

También había otros estímulos, no en Escombreras, sino en los alrededores. En particular, junto al puerto de Cartagena, hay una chimenea, (chimenea de Peñarroya) de una antigua fundición de unos 100 metros de alto, y situada en alto. Si esta chimenea tuviera en 1979 luces de señalización de objetos aéreos (luces rojas), ésta sería visible desde el mediterráneo sin problema. Pero se ignora si tenía tal señalización

Conclusiones

  • Las chimeneas B y C son visibles, y además reproducen lo observado por los pilotos. Es solo geometría y trigonometría. Si Bautista y Cabello no fueron capaces de verlo en su simulador... deberían revisar su simulador o las condiciones con que lo configuraron
  • Pero las chimeneas B y C se verían solo como un único punto de luz. Hace falta otro estímulo luminoso.
  • Habia más chimeneas en Escombreras, pero no se sabe si eran de combustión. En 1979 había una centrada que podría ser visible desde 29.000 pies, pero no en el momento del inicio del avistamiento.
  • Otros estímulos luminosos podrían ser luces de señalización de obstáculos aéreos, pero se ignora cuales podría haber en 1979.
  • Que las chimeneas B y C reproduzcan el avistamiento es algo notable y no debería ser ignorado ni desestimado. Pero hace falta aún una vuelta de tuerca para encontrar una segunda luz.

sábado, abril 15, 2023

Manises: tras la pista de la VI Flota

El caso Manises es quizás el caso por antonomasia de la ufología española. El 11 de Noviembre de 1979, un Supercaravelle despega de Palma con destino a Tenerife. La tripulación observa dos luces rojas y se ven obligados a desviarse al aeropuerto de Manises (Valencia) tras apenas 15 o 20 minutos de vuelo por temor a una colisión.

Desde la base de Los Llanos (Albacete) despegó un caza F-1 pilotado por el entonces Capitán Fernando Cámara, y hoy habitual de la «nave del misterio». Desde el propio aeropuerto se vieron otras luces que llamaron poderosamente la atención al personal de tierra.

Todo aficionado a esto de los ovnis conoce (en mayor o menor medida) el caso. Incluso conoce también la hipótesis Escombreras enunciada por Juan Antonio Fernández Peris, que plantea respuestas a los varios sucesos de aquella noche:
  • Las dos luces rojas que provocaron el desvió del Supercaravelle serían las llamaradas de la refinería de Escombreras (Cartegena, Murcia).
  • Las luces observadas desde Manises fueron la estrella Sirio, especialmente brillante debido a buena visibilidad de aquella noche
  • Desde el aeropuerto se observan luces que se identican como un avión, que llevan a encender las luces de la pista. Pero ningún avión aterriza. Peris argumenta que se trataba del propio caza pilotado por Fernando Cámara.
  • Fernando Cámara siguió un camino errático persiguiendo diversas estrellas, e incluso el planeta Júpiter, mientras sufría interferencias en su aeronave.
Respuestas que por supuesto no son del gusto de mucha gente. Pero yo me quiero centrar hoy en algo relacionado con el último punto.

El expediente desclasificado por Defensa sobre el caso Manises contiene la transcripción de Fernando Cámara (EO-01) con Pegaso aquella noche (pags. 47 a 59). Desde el primer momento, EO-01 reconoce que las interferencias que sufre son las mismas que experimentó días anteriores, mientras realizaba el ejercicio CRISEX-79, unos ejercicios conjuntos con la VI Flota americana. En particular, cuando se acercaba al portaaviones, el USS Nimitz.

Además, el expediente también recoge que el USS Iwo Jima (un buque de asalto anfibio, portahelicópteros) atracó en la mañana del 12 de Noviembre en Valencia (pag. 107, «informe del Sr. Juez»).

El ejercicio CRISEX-79 se llevó a cabo frente a las costas de Garrucha (Almería) durante los primeros días del mes. La VI Flota participó con varias unidades, entre ellas el USS Nimitz y el USS Iwo Jima. Las interferencias que experimentó Cámara son sin duda alguna provocadas por algún navío militar, presumiblemente americano. Creo que hasta aquí podemos estar todos de acuerdo.

El desacuerdo comienza cuando se propone que la contribución de la VI Flota a los sucesos de aquella noche va más allá de las interferencias al F-1 de Fernando Cámara.

Se dice, se comenta, se propone..., pero nadie es capaz de demostrar, ni tan siquiera al menos sustentar con algo más que una idea que ronda por la cabeza, que algún caza del portaviones Nimitz tuvo algo que ver. La última vez que lo he visto, ha sido a raíz de una polémica entre Milton Hourcade y Vicente Juan Ballester (hacia el final de la entrada), con una respuesta y contrarrespuesta. Los párrafos en particular que me interesan dicen:
Pero es que no hubo ningún OVNI. Hubo sí un avión, un avión de combate que siguió alternativamente el vuelo del Supercaravelle, a veces aproximándosele velozmente, otras distanciándose, algunas más abajo y otras más alto que el avión comercial.

(...)

Hay especulaciones respecto a un posible avión ruso MIG 25, que no sé de dónde propiamente surgen, aunque en la jerga de los controladores aéreos puede tratarse de un “colado”, o sea un avión espía que a lo visto, por entonces se les metían a España con cierta frecuencia.

Pero en este caso se trata de algo diferente.

En el Mediterráneo (que el Supercaravelle tenía que sobrevolar) estaba nada menos que el portaviones estadounidense “Nimitz”, --y todos los navíos de la Sexta Flota-- equipado con aviones de combate F-14 A “Tomcat”. Y este avión de doble cola, tiene en cada una de ellas una luz roja anticolisión.
Otro lugar donde he leído hablar de una posible intervención de la VI Flota es un extracto del libro «Inteligencia y Guerra Electrónica» (El Ojo Crítico, 2022), de Daniel Valcárcel:
Después de todas las técnicas que hemos explicado en este trabajo, se me hace mucho más fácil que algo terrestre estuviera provocando todo el conjunto de fenomenología. Introducir un elemento misterioso que no tenga que ver con lo militar me resulta muy forzado y creo que es más sencillo que los propios buques fueran los culpables ejerciendo algún tipo de estrés electromagnético.

Sí, pero entonces ¿cómo interpretamos la famosa misiva que los norteamericanos nos dedicaron el 15 de noviembre anunciándonos que ninguna aeronave se encontraba sobrevolando la zona en el momento de los incidentes?

Me parece que a petición tan seria, la USAF podría haberse descolgado con un texto con mejores ganas y algo más de justificación, (...)

Espionaje, maniobras o confusiones, el caso es que Manises seguirá dando que hablar. Mientras tanto, creo que sería interesante e importante entrevistar al personal involucrado en aquellos ejercicios, aunque sea por continuar la tarea de seguir recopilando información.
Efectivamente, en el expediente aparece la carta de un Major General de la USAF (pag. 37), que traslada información de que niguna aeronave de la VI Flota estaba en el aire durante el incidente del Supercaravelle y el scramble del F-1 de Los Llanos.

Esta respuesta, a pesar de que a Daniel Valcárcel le parezca desganada, lacónica, o de «salirse por la tangente», es simplemente la realidad.

Valcárcel tiene un algo de razón en la última frase que he citado:«sería interesante (...) continuar la tarea de seguir recopilando información». Sí, es interesante poder saber qué hacía exactamente la VI Flota aquellos días. En particular si eso permite dejarse especulaciones y opiniones, y empezar a basarse en algún tipo de prueba tangible.

Pero eso no se consigue preguntando al personal sobre qué recuerda de un suceso de hace 40 años. A la pregunta «¿Dónde se encontraba el Nimitz el 11 de Noviembre de 1979 a las 22 horas?» la respuesta más probable sería «en el agua», lo cual no es de mucha ayuda.

No estoy en contra de las entrevistas a testigos, ni de visitar los lugares, eso que llaman «la investigación de campo». Pero siempre que aporte algo nuevo. Entrevistar a alguien para que repita lo ya sabido, o visitar un lugar solo por hacerse la foto no aporta nada. Hay otras herramientas.

Hay quien se gasta gustoso el dinero en gasolina y bocatas. Yo me lo gasto en consultar archivos. En concreto, los Archivos Nacionales de EEUU (https://www.archives.gov/)

Los cuadernos de bitácora de la VI Flota de 1979 se pueden encontrar en formato microfilm. Presencialmente, se podrían consultar en Washington. Pero desde el otro lado del charco sale más barato pasar primero por caja, solicitar copia de los mismos y consultarlo en casa. La «investigación de salón» también tiene sus gastos.

Los cuadernos de bitácora registran los sucesos en el momento que ocurren. Igual que la transcripción de la conversación entre Cámara y Pegaso es lo más cercano a revivir el momento, los cuadernos de bitácora es lo más cercano a saber a qué se dedicaba la VI Flota aquellos días.

Y aunque aún estoy en proceso de recopilación de datos, no quería dejar pasar la oportunidad de poder desterrar ya por siempre la idea de que el Nimitz tuvo alguna participación durante la noche del 11 de Noviembre de 1979.

El 11 de Noviembre de 1979, el USS Nitmiz (CVN-68), portaaviones nuclear de la US Navy se hallaba de camino de Túnez. A las 8 de la mañana, su posición era 38º20.0' N , 008º0.1' E. Esto es al sur de Cerdeña.

A las 12 del mediodía, su posición era 37º46.8N, 009º06.7E.

A las 16:34 aterrizaron dos CODs (Carrier Onboard Delivery), dos aviones con suministros para el portaviones. Los mismos aviones despegaron a las 17:28. Y esa fue toda la actividad aérea que tuvo el portaviones durante el día 11 de Noviembre de 1979.

El Nimitz continuó su viaje hacia Túnez. A las 18:14 avistó el faro de Jazirat Jalitah, una isla frente a la costa tunecina.

A las 21:08, avistaron el faro de Ras Angela (escrito como "RA'S ENGLERS" en el log), un cabo al norte de la ciudad de Tünez. El Nimitz pasó la noche en alta mar frente a Túnez, y por la mañana entró y atracó en el puerto.

En resumen, ni el USS Nimitz, ni sus aviones tuvieron ningún papel la noche del 11 de Noviembre de 1979.

Sí, Fernando Cámara sufrió contramedidas electrónicas. Pero no fue el Nimitz. Suponemos que el USS Iwo Jima estaría por los alrededores ya que atracó en Valencia al día siguiente. Pero todavía hay que probar que fue el culpable. La mala noticia es que el cuaderno de bitácora del USS Iwo Jima de Noviembre de 1979 no está disponible en los archivos. La buena noticia es que había más buques, tanto americanos como de la Armada Española, algunos de los cuales eran de origen americano «de segunda mano», reutilizados por la Armada. Pero me van a permitir que mantenga la expectación mientras aparecen más datos.

Y en cuanto a las luces que desviaron el Supercaravelle, no fueron las de un F-14 que despegó del Nimitz. Táchenlo de la lista.

Corolario

El cuaderno de bitácora del Nimitz ni confirma, ni desmiente la «hipótesis Escombreras». Tan solo descarta la participación del Nimitz o sus aviones en cualquiera de los varios sucesos del 11 de noviembre de 1979.

Quienes no comparten la hipótesis de Escombreras están en su derecho de hacerlo, pero sus argumentos se reducen a «no me lo creo»: «No me creo que un piloto no reconozca las llamaradas de Escomberas». «No me creo que Fernando Cámara estuviera persiguiendo estellas». Puede gustar más o menos, puede que sea correcta o errónea, pero «no me lo creo» no es el argumento que la invalida. No es una hipótesis sacada de la manga, sino que hay un razonamiento detrás expuesto en el libro «El Expediente Manises» (Fundación Anomalía,2000).

La noche del incidente ocurrieron varias cosas en distintos puntos, y a día de hoy, la hipótesis Escombreras es el único relato de principio a fin de aquella noche. Esa es la diferencia fundamental con cualquier otra hipótesis alternativa. «Un F-14 del Nimitz», «ejercicios de estrés electromagnético», «hubo un Mig-25 colado»... ninguna de estas frases está describiendo qué pasó, ni reconstruyendo los hechos con la precisión que propone Fernández Peris.

Como digo, el relato de Peris podrá ser correcto o incorrecto, pero no está sacado de la manga, y propone razonadamente respuestas a los sucesos de toda la noche. Por supuesto que se puede criticar, e invalidar si se encuentran pruebas que hagan el relato incompatible. Por ejemplo, como en esta entrada se invalida que el Nimitz o sus aviones tuvieran algo que ver con el caso.

Pero cualquier alternativa que pretenda competir con ella debería ser capaz de aportar un nivel similar de detalle.