lunes, enero 16, 2006

Himbestigar a ciegas

Cualquier persona dispuesta a himbestigar presuntos fenómenos paranormales sabe que el kit mínimo para empezar consta de una grabadora para captar psicofonías, y una cámara de fotos para obtener orbs. Cositas para sorprenderse y colgar en una web.

Vale, el chaleco multibolsillos también entra en el kit básico.

Pero si lo que se quiere es dar una apariencia más seria, entonces el siguiente paso, cuando se tiene un programa de televisión, una asociación/sociedad o simplemente dinero suficiente, es adquirir un artilugio llamado "cámara de infrarrojos". Cualquier aficionado sabe que este trasto sirve para ver lo que el ojo humano no ve. Lo que traducido al "lenguaje del misterio", significa que detecta cosas misteriosas que ocurren delante de nuestras narices sin que lo veamos, y que por supuesto no tienen explicación científica.

Algunos ejemplos de himbestigaciones con estas cámaras de IR las hemos podido ver en Cuarto Milenio, en un par de reportajes de sus "himbestigaciones de campo" en las que nunca encuentran nada (bonita forma de tirar el dinero), y también en TNT, cuando emitieron aquel famoso debate acerca de las caras de Bélmez, mostrando cómo himbestigaba la/lo/el - SEIP/AEIP, donde consiguieron ganar diez céntimos. Estos chicos al menos son más rentables que los de Cuarto Milenio.

¿Y para qué sirve realmente una cámara de IR? ¿De verdad se pueden ver cosas que no se ven a simple vista? Sí y no. Pero vayamos por partes, que diría Jack el Destripador.

La luz

Todos sabemos ya a estas alturas que la luz es una onda electromagnética. Estas ondas se caracterizan por una frecuencia de oscilación, o equivalentemente, una longitud de onda. Lo que conocemos por luz visible en realidad es sólo un rango de toda la gama de ondas que pueden existir, concretamente el rango que tiene una longitud de onda entre 400 (violeta) y 700 (rojo) nanómetros (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro, 1 nm=1/1.000.000.000 m). En ese rango, el ojo humano está adaptado para captar esas ondas.

Pero ese rango en realidad es una parte ínfima de lo que es el espectro electromagnético total:



El espectro se divide en varios rangos. A bajas frecuencias tenemos la radiación emitida por la red eléctrica de uso doméstico; siguen las frecuencias de radio, que se usan para las telecomunicaciones, radioaficionados, televisión, radios comerciales... ; las microondas para telefonía móvil, o para cocinar ; las radiaciones ópticas, subdivididas en infrarrojo (IR), visible y ultravioleta (UV), y a partir de ahí ya entramos en la llamada radiación ionizante, es decir, capaz de arrancar electrones de un átomo, como son los rayos X y los rayos gamma (de uso en medicina), y la radiación cósmica.

A pesar de tanto nombre y clasificación, todas las ondas cuando interaccionan con la materia se comportan igual. Al llegar a la superficie del material ocurren dos cosas: una parte de la onda se refleja, y otra penetra. La parte reflejada seguirá su camino hasta encontrar otro "obstáculo", mientras que la parte de onda que penetra sufre otros procesos: transmisión, dispersión y absorción.

La proporción en que ocurre cada uno de estos procesos depende de la longitud de onda y del material en cuestión. En la vida diaria comprobamos cómo ocurren estos sucesos con la luz visible: si vemos un objeto es porque la luz al chocar con él se refleja y llega a nuestro ojo. Podemos ver la luz transmitida a través de un material como un cristal. O se puede ver simplemente claridad sin llegar a enfocar nada a través de un material que dispersa y transmite la luz a la vez (un cristal translúcido).

Como cada uno de estos sucesos depende de la longitud de onda, además somos capaces de ver colores: un objeto es rojo porque refleja más luz roja de la que absorbe, mientras que el resto de colores se absorben en el material. Hay cristales tintados que sólo transmiten algunas longitudes de onda, y absorben el resto. La experiencia acumulada en nuestra vida nos hace posible interpretar las imágenes que recogen nuestros ojos, que son producto de todas estas interacciones luz-materia en el mundo que nos rodea.

El infrarrojo

Todos estos procesos son comunes para todas las ondas, incluidas las de infrarrojo (IR). Se llama así porque es un rango que tiene una frecuencia menor que la parte roja del espectro visible, y que a su vez se suele dividir en otros 3 rangos según la longitud de onda : el IR cercano (Near IR, NIR, entre 0.7 y 3 micras), el medio (Medium Wave IR, MWIR, de 3 a 5 micras) y el lejano (Far IR, FIR, o Long Wave IR, LWIR de 5 a 12 micras) (1 micra = 1/1.000.000 metros)

Sin embargo el ojo humano no está adaptado para ver IR, por lo que los procesos que sufre esta luz al interaccionar con un material son "invisibles" para nosotros. Para verlo se necesita de la tecnología, y de detectores especiales capaces de transformar esa luz en una señal eléctrica, la cual se usa para generar una imagen en una pantalla. Habitualmente la imagen es monocroma, diferenciando sólo el brillo y contraste. Estrictamente, una zona más luminosa significa que hay más intensidad de radiación IR, mientras que una zona de poca luminosidad quiere decir que llega poca luz desde ese punto. Estos cambios de luminosidad se pueden deber a zonas de distintos materiales, zonas con arrugas, ángulos, bordes, orientación de la superficie..., lo que hace que se pueda finalmente identificar los objetos de la imagen.

El uso más habitual de estos aparatos es como dispositivos de visión nocturna, o intensificadores de luz. En lugares oscuros puede no haber suficiente luz para que un ojo pueda ver. Sin embargo, estos dispositivos pueden ser suficientemente sensibles como para recoger la poca luz ambiente presente, generada por la luna, luces muy distantes, o incluso usar una fuente de luz IR incorporada a la propia cámara a modo de foco que "ilumine" los objetos alrededor. El material del que están hechos estos dispositivos suele recoger la luz en el NIR, y genera una corriente eléctrica que es amplificada electrónicamente, para luego generar la imagen.

Otros usos para aprovechar la luz IR son la cámaras de termovisión. Cualquier cuerpo, por el hecho de estar a una temperatura emite radiación electromagnética, y además tanto la intensidad de la luz, como la longitud de onda a la que la radiación emitida es máxima dependen de la temperatura. Cuando un cuerpo está a una temperatura alta, puede llegar a emitir en el visible, como cuando se pone un hierro al rojo vivo.

Así que se puede aprovechar esta radiación como medida de la temperatura de un cuerpo. Nótese que la situación es diferente. Antes, se recogía la luz reflejada para ver objetos, de la misma forma que vemos en la vida diaria usando la luz del sol. Ahora se está viendo la propia luz que emite un objeto, para formar una imagen donde el brillo y contraste se interpreta como temperatura. Esta técnica se suele usar en el MWIR y FIR.

El distinto uso que se da a los dispositivos, así como el trabajar en rangos distintos de longitud de onda, hace que los aparatos de visión nocturna y los de termovisión sean totalmente diferentes.

Viendo en infrarrojos

Las cámaras de IR que usan los himbestigadores son del primer tipo, es decir, son cámaras de visión nocturna, o intensificadores de luz. Recogen la luz IR del ambiente reflejada en los cuerpos, y generan una imagen monocroma. La interpretación de las imágenes, afortunadamente, es sencilla, simplemente porque se está haciendo lo mismo que hace un ojo humano: ver la luz reflejada. Aún así, hay detallitos dignos de tener en cuenta, dado que la longitud de onda que estamos viendo no es una a la que estemos acostumbrados.

El primero es que estos aparatos pueden ser sensibles a un rango de longitudes de onda, incluido parte del visible, pero la imagen generada no las distingue. Y por otro lado, la respuesta del detector de la cámara puede ser distinta para cada longitud de onda. Es decir, dos materiales distintos, que reflejan longitudes de onda distintas y con distinta intensidad, podrían llegar a ser representados con igual luminosidad en la imagen final, lo que podría llegar a interpretarse como que se trata de un mismo material o un material homogéneo.

Por otro lado, puede ocurrir que los objetos no se comporten de igual forma en visible que en IR. Una cámara digital emplea la misma tecnología en que se basan las cámaras de visión nocturna, lo que hace que sean ligeramente sensibles al IR cercano. Si apuntas con el mando a distancia de la televisión a la cámara, podrás fotografiar algo así:



El mando lleva un diodo emisor de luz (Light Emitting Diode, LED) que da luz en el NIR (alrededor de los 950 nanómetros) El hecho de que se vea azul es debido a la interpretación que da cámara a la señal generada, no significa que la luz sea azul.

Y he aquí un LED sacado de un mando viejo, junto con un par de objetos: en el visible, uno es opaco, y el otro transparente:



Si colocamos el objeto opaco sobre el LED:



se puede ver una pequeña mancha violeta, debido a que la luz del LED está atravesando el objeto. El objeto en cuestión es un pequeño disco de arseniuro de galio (GaAs), un semiconductor que absorbe luz con longitud de onda menor que 880 nanómetros, es decir, una parte del NIR, y el visible: por eso es opaco al visible, y pero translúcido al NIR.

Si ahora hacemos lo mismo con el pequeño objeto transparente en visible:



Resulta ser opaco al IR. Este objeto es en realidad un filtro que se coloca en las cámaras digitales. Los CCDs que forman la imagen son más sensibles al IR y el rojo que a los otros colores, por lo que se coloca un filtro para atenuar el rojo, y bloquear lo más posible el IR, aunque el bloqueo no es total.

Así que quitándole el filtro a una cámara digital, se puede usar como cámara de IR, con tal de tener una fuente para iluminar (un LED de IR), y apagar las luces para eliminar la luz visible. Evidentemente, las prestaciones no van a ser iguales que una de verdad. Pero queda curioso.

Por ejemplo, he aquí una imagen en IR del filtro de la cámara digital en primer plano, con una moneda al fondo. Nótese la sombra que hace el filtro sobre la moneda.



Y en la siguiente imagen, el filtro y un objeto están colocados tras el disco de GaAs (que se rompió), con la fuente de luz detrás. Se ve muy bien la transmisión a través del disco, mientras que el filtro y el objeto crean sombras sobre él por ser opacos al IR.



Y después de toda esta parrafada, llegamos a

La pregunta

¿Qué utilidad tiene una cámara de IR para himbestigar?

Como vemos, la utilidad de una cámara es la de poder ver cuando no hay luz suficiente para hacerlo por nosotros mismos. Y lo que se van a ver son objetos que también se pueden ver con luz visible. Pero en ningún caso va a revelar la presencia de nada que no se vea en condiciones normales. Incluso los cristales transparentes se pueden ver en el visible por las imágenes relflejadas en él.

Así pues, si alguien se va a himbestigar, pongamos por caso, al campo silvestre, de noche (como mandan los cánones), donde la única iluminación es la de las linternas, puede tener su justificación para poder filmar o fotografiar el entorno, o porque sea más barato y cómodo llevarse una cámara con una batería que gran foco de luz, con su generador de energía. Y ya. Lo que se va a ver es exactamente lo mismo que si se filma a plena luz del día (salvo los detallitos que puedan surgir).

En cambio lo que se suele hacer es dejar la cámara fija en un sitio haciendo guardia por si pasa un fantasma, mientras que los himbestigadores se mueven de acá para allá. Porque para aprovechar la noche hay que hacer grabaciones psicofónicas. Y fotografiar orbs. Y más de uno se irá a hacer sus necesidades a cualquier árbol cercano. El caso es que difícilmente se van a estar quietos detrás de la cámara, ni se moverán a oscuras, sino llevando una linterna. En cualquier momento, se puede dirigir accidentalmente el haz hacia el campo visual de la cámara de IR, reflejarse en un objeto o pared, y este aumento de la luz se registrará en la cámara, pudiendo incluso saturar la señal.

En el programa de Cuarto Milenio dedicado a Ochate, algo parecido sucedió: en un momento dado de la filmación, una pared se iluminaba brevemente, lo cual para los himbestigadores era algo muy misterioso, pero que tiene toda la pinta de que alguien dirigió una linterna hacia el lugar _________ (rellénese "por accidente" o "conscientemente", según gusto)

(Si alguien tiene por un casual la imagen en cuestión capturada, se agradecería si pudiera proporcionarla)

También vimos no hace mucho una gran himbestigación de laloel SEIP/AEIP en Bélmez, presentadas en TNT, donde demostraron que para himbestigar correctamente en necesario soltar expresiones de acongoje, y cuyo momento cumbre fue la aparición de la nada de una moneda de 10 céntimos. Todas las imágenes se tomaban con una cámara de visión nocturna. Y la pregunta es la misma: ¿Para qué? ¿Qué esperan ver que no puedan ver con la luz de una lámpara?.

La única respuesta lógica que se nos ocurre es que si himbestigan grabando psicofonías "a ver que sale" y hacen fotos "a ver que sale", es decir, si himbestigan a ciegas, lo coherente es hacerlo sin luz.

Epílogo

Bueno, les dejo ya tranquilos después de éste rollazo, no sin antes mostrarles una última imagen captada con mi cámara de IR casera, donde se aparece un ser inquietante. Hace días que noto que las galletas desaparecen de la despensa, y también oigo una voz ronca y excitada pidiendo más. Creo haber hallado la respuesta:

WAAAAH!! GALLETAS!!

Post data: Si alguien se decide a destripar su cámara digital para quitarle el filtro, que tenga mucho cuidado al tocar la óptica, o no conseguirá que enfoque correctamente al montarla de nuevo, como bien se puede comprobar en esta entrada.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Una moneda de veinte duros? Confiésalo: La has materializado.
Espero que para el experimento hayas usado una güebcam de 20 € y no tu fabulosa reflex-digital con óptica Nikon.

Anónimo dijo...

MAcías, lo confieso: pretendía materializar una billete de 500 euros, pero solo me salió el color :D

Por la cámara no te preocupes, era una antediluviana, que incluso tenía que sujetar las pilas con una goma, de lo cascada que estaba.

Bohrsaplana,
Me alegra que hayas podido aprovechar la entrada :) no cambies de canal ;)

Hairanakh dijo...

Estoy a punto de presentar una OPA sobre el laboratorio secreto de GluonConLeche ;-) ¡¡¡Eso sí que es hacer H+D!!!

Yo tampoco cambio de canal

Anónimo dijo...

Que sepas que por menos de tres botellines ni miro la oferta.

Hairanakh dijo...

¿Tres botellines? Hmm... se puede empezar a considerar, sí.

Anónimo dijo...

Genial experimento, sencillamente genial.

Yo tengo por costumbre utilizar un teléfono celular (o móvil) con cámara para probar las conexiones infrarrojas de los equipos con que trabajo, y ya conocía el efecto del filtro en la imagen, pero nunca se me ocurrió poner a trabajar una cámara sin filtro y probar ls materiales.

Creo que ahora ya tengo una forma de vigilar mi casa por la noche: quitaré el filtro de mi webcam más vieja, compraré unos cuantos diods infrarrojos, y verificaré cuál gato es el que se come mis canarios por la noche...

Unknown dijo...

excelente experimento. Que bueno que no te echaste una cámara nueva.

Anónimo dijo...

Se dice INVESTIGAR, no himbestigar. Con v y sin H, como ANIMAL, que tampoco lleva hache

Anónimo dijo...

himbestigar: (Neologismo) Dícese de la labor que realizan quienes quieren pretenden investigar fenómenos presuntamente parnormales, sin para ello hacer uso del método científico, ni la instrumentación adecuada, sacando sus conclusiones a partir de creencias subjetivas previas, y no de datos objetivos obtenidos en una experimentación seria y rigurosa.

Si, ya se que no viene en el RAE.