martes, julio 04, 2006

¿Donde está el avión?

Hace ya unas semanas, el pentágono difundió oficialmente dos videos de cámaras de seguridad, donde quedó registrado el ataque sufrido el 11 de Septiembre de 2001. Anteriormente, se habían filtrado sólo 5 fotogramas de los videos, pero ahora es posible ver dos fragmentos de alrededor de 3 minutos. Los videos [1] se pueden ver en la web de Judicial Watch [2], que fueron quienes consiguieron su difusión oficial.

Si bien en el ataque a las torres gemelas nadie duda de que dos aviones chocaron con ellas (a pesar de que luego se inventen que los aviones llevaban misilies acoplados , o que los secuestros no fueron tales), la ausencia de una imagen de un avión chocando con el pentágono disparó todas las pseudo-teorías, donde la más popular es que no fue un avión, sino un misil disparado por los propios americanos. Algunas variantes dicen que fue un jet pequeño, y las más rebuscadas incluyen junto con el misil, un avión grande (¡Oh, casualidad!, un Boeing 757, como el que chocó) que volaba bajo en ese momento para despistar, y que aterrizó en el aeropuerto que está justo detrás del pentágono (y sin que se enteran los controladores aéreos del aeropuerto, claro)

Así que se pedía la desclasificación de estos videos, junto con otros de una gasolinera colindante, y un hotel cercano que presuntamente enfocan hacia el pentágono.

La desclasificación de los videos de seguridad del pentágono, sin embargo, no mostraban lo que se esperaba: el avión. Al contrario, mostraba un reflejo - borrón - mancha blanca, y seguidamente la explosión. Así que la falta de avión, y de una imagen nítida y clara de lo que pasaba por allí, dio pie a la imaginación conspiranoica para decir que ese video confirmaba el impacto de un misil.

El gran argumento es que no se ve el avión. No importa que no se vea un misil.

¿Y por qué no se ve al avión? Pues eso vamos a intentar contestar.

La cámara de seguridad

Una cámara de seguridad no es como una cámara normal. Las normales toman varias imágenes en un segundo, de forma que cuando reproducen aparentan una continuidad en el movimiento.

Una cámara de seguridad de circuito cerrado (CCTV)[3], toma menos imágenes para ahorrar espacio al almacenar las grabaciones, y la reproducción va “a saltos”. Casi parece que vaya a camara lenta. Tïpicamente, coge entre 1 y5 imágenes por segundo. Según se ve en los videos del pentágono, en la reproducción hay aproximadamente un fotograma por segundo. Aparecen en algún momento coches y personas moviéndose, y el movimiento aparenta ser el normal de “tiempo real”, así que no hay por qué pensar que ese valor no es correcto.

Otro aspecto a tener en cuenta es que las cámaras están diseñadas para lo que hacen: vigilar la entrada de coches al parking del pentágono, donde el coche debe pararse a esperar que se abra una barrera. En ningún caso están diseñadas para captar movimientos rápidos, y menos aún objetos lejanos. El hecho de captar objetos cercanos hace además que la imagen esté ligeramente distorsionada, para poder captar un mayor ángulo de visión. Esta distorsión sin embargo, no es importante para objetos lejanos.

Tomando referencias

Cogiendo una imagen de uno de los videos, vamos a tomar referencias para reconocer cual es el campo de visión de la cámara:
Fotograma de cámara de seguridad

La cámara enfoca directamente hacia las columnas centrales de la fachada del pentágono. A la izquierda se ve la sombra de una esquina del edificio, y a la derecha hay dos referencias: un cambio de color en el asfalto, y lo que parece una pared blanca de un edificio lejano. Con estos elementos, podemos situar las cámaras y su campo de visión:

Pentágono y alrededores


Una línea roja indica la posición del impacto, y la otra el límite del campo de visión. Ésta última línea es la más importante, porque nos va a permitir calcular qué distancia en la trayectoria del avión es capaz de ver la cámara. Sin embargo, está sujeta a una apreciación subjetiva de cual es la referencia para dibujarla. Si amplian la imagen, verán que abajo he tomado una pared de un edificio, que por su orientación, y por la orientación del sol estaría iluminada, dando un reflejo más claro (si el Norte son 0º, y 90º el Este, el día 11-9-2001 a las 9.37 el sol venía con orientación de 110º, es decir, Este-Sureste, calculado con el programa EZCosmos) (Compárese con la imagen del video) Como esta apreciación es subjetiva, y a lo mejor no les gusta, les animo a que se hagan sus propias cuentas, una vez explique las mías.

Las imágenes estás cogidas de Google Maps [4], porque tienen una hermosa barra de escala, que nos sirve para traducir píxeles en metros y viceversa. En la escala en que he cogido la imagen, cada 109 píxeles representan 50 metros. Con esto, podemos seleccionar la parte de la imagen que nos interesa, y empezar a calcular distancias:

Pentágono, rayitas y distancias


(la linea morada indica la orientación de la cámara, que es casi perpendicular a la trayectoria del avión)

Cualquier programa de dibujo, a la hora de pintar una línea indica la longitud en coordenadas (x,y), que con el teorema de Pitágoras podemos convertir en distancia en píxeles. Esta distancia la convertimos en distancia en metros con la equivalencia hallada en la barra de escala.

Distancia cámara – zona de impacto: 204 metros. Por comparar, en un sitio web[5] que encontré calculó de forma parecida, con otra imagen, esta misma distancia, dándole un resultado de 627 pies, que son 191 metros. Un valor similar al mío, teniendo en cuenta que en todos estos cálculos hay mucho “ojímetro”. Así que no vamos mal encaminados.

Trayectoria visible del avión: El ángulo de visión de la cámara abarcaría la trayectoria entre la zona del impacto, y su límite de visión. Esto equivale a una trayectoria de 73 metros.

La velocidad del avión, según el informe oficial [6], que cita un estudio del trayecto del avión [7] hecho por el NTSB [8], afirma que en el momento del impacto el avión viajaba a 530 millas por hora, es decir, 850 Km/h. A esta velocidad, en un segundo el avión recorre 236 metros. Esta distancia está pintada en una línea verde. Esa es la distancia que recorrería el avión en un segundo, el tiempo que transcurre entre que la cámara capta una imagen y la siguiente.

¿Qué quiere decir esto? Que la cámara bien podría captar una imagen cuando el avión está fuera o entrando del campo de visión, y en la siguiente, la explosión, sin que aparezca el avión entre medias. Aún si la cámara captara 2 imágenes por segundo, querría decir que el avión recorre 118 metros entre cada toma de imágen, una distancia todavía mayor que los 73 metros del campo de visión, y ocurriría lo mismo.

Si la velocidad estuviera mal estimada, entonces la situación anterior dos fotogramas por segundo sería equivalente a que el avión fuera a una velocidad a la mitad de la estimada, y la toma de imágenes fuera de 1 por segundo. A una velocidad de 425 km/h, el avión recorrería 118 metros en un segundo, y las imágenes del video seguirían siendo compatibles con la hipótesis del avión.

Como ya he dicho, la toma de referencias es muy subjetiva, así que en realidad hice varias pruebas tomando distintos puntos. La más “favorable” para que un avión pueda entrar en el campo de visión dentro del tiempo en que se toman imágenes por la cámara, es si en vez de la pared, se toma la torre más al Oeste que se ve en el edificio de antes:

Más rayas y distancias
El campo de visión de la cámara aumenta a 110 m. Si la cámara va a un segundo por imagen, el razonamiento es igual que antes. También depende de la posición del avión cuando se tomó la primera imagen. Si toma la primera imagen cuando el avión asoma en el campo de visión (como se intuye en el video), la siguiente imagen mostraría la explosión 0.5 segundos después de producirse.

Si la cámara toma dos imágenes por segundo, entonces la primera imagen mostraría al avión entrando en el campo de visión, y la siguiente el momento de la explosión.

Tanto este caso, como el anterior con un campo de visión distinto, son perfectamente compatibles que no ver un avión volar hacia la fachada. Aunque la referencia que se toma para delimitar el campo de visión es subjetiva, el resultado final no es muy distinto en ambos casos.

Para terminar esta sección, les animo a dibujen el angulo de visión que necesitaría la cámara para poder llegar a cubrir los 236 metros de trayectoria que necesitaría para asegurar que el avión entra en al menos un fotogramas, y estimen si ese es el campo de visión que se ve en el video.

¿Y el misil?

Antes he apuntado que la trayectoria del avión es casi perpendicular a la orientación de la cámara. Esto quiere decir que el avión se vería prácticamente en toda su longitud. Sabiendo la trayectoria que ve la cámara, y el tamaño de un Boeing 757 (47 metros), se puede pintar su tamaño, el de un misil, y comparar con la mancha del video.

Si la trayectoria fuera de 73 metros (línea blanca), se puede medir en píxeles esa distancia en la imagen, para obtener la relación pertinente para los cálculos.

¿Donde está el avion? (1)
Si el avión entrara entero en la imagen (linea azul), cubriría más de la mitad del trayecto. Un misil como el AGM-86 [9] mide 6.3 metros de longitud. La línea roja lo representa. El Tomahawk[10] mide 6.25 m como máximo, por poner otro modelo de misil.

Por otro lado, se puede medir el número de píxeles de la mancha blanca, y transformar a metros (delimitado por líneas verdes): 21 metros. Si el avión no ha entrado entero en la imagen, sería un tamaño compatible con el avión, pero no con el misil.

Si hacemos lo mismo con la referencia de 110 metros:

¿Donde está el avion? (2)
la comparación avión- misil sigue siendo ridícula, y la mancha blanca se aproxima más todavía al tamaño del avión.

Resumiendo

La cámara toma imágenes a un ritmo de una por segundo. En ese intervalo, un avión a 850 Km/h, recorre 236 metros. Esta distancia es mayor que el trayecto que la cámara es capaz de registrar, unos 75 metros. Si la velocidad del avión fuera la mitad de la estimada oficialmente, o si la cámara registrara 2 fotogramas por segundo, el avión seguiría sin tener por qué aparacer en las imágenes.

Tomar una referencia para abrir el ángulo de visión, y que la cámara cubra más trayecto para aumentar la posibilidad de ver el avión, no es suficiente para que el avión quede grabado.

Por tanto, es perfectamente posible que la cámara no registrara al avión aproximándose antes de estrellarse, incluso si la velocidad del avión fuera la mitad de la estimada oficialmente.

Por otro lado, la comparación de tamaños entre la mancha difusa, un avión y un misil, es favorable al avión. Si se toma otra referencia para abrir el campo de visión, tiene como contrapartida que la comparación de tamaños es aún más favorable al avión.

Incluso, si asumimos que la cámara tiene un tiempo de adquisición de imagen típica de una cámara de fotos (1/125 segundos. No confundir con el tiempo muerto entre la toma de dos imágenes), en ese tiempo un objeto a 850 Km/h recorrería alrededor de 2 metros, por lo que un misil de 6 metros dejaría una mancha de 8 metros, que sigue estando lejos del tamaño de la mancha observada en el video.

Por tanto, aunque este video no demuestra que fue un avión lo que se estrelló en el pentágono, la comparación dice que es más probable la hipótesis del avión que la del misil.

Y si se observan las pruebas que sí demuestran que fue un avión, ni siquiera haría falta escribir este post.

51 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, pues así es como se hacen las cosas, en efecto, que aprendan los conspiranoicos. Mi enhorabuena por el trabajo, es impecable.

Anónimo dijo...

Para completar el análisis faltaría un dato: el tiempo de exposición de la cámara, que es clave para determinar la longitud de un objeto en movimiento. Sin embargo, si se complementa con un estudio de la opacidad del objeto en el fotograma clave se podría dar una estimación aproximada de ese tiempo de exposición y, por tanto, de la longitud de dicho objeto. Con un poco de suerte sería suficiente como para refutar definitivamente la hipótesis del misil.

-- Pedro Gimeno

Anónimo dijo...

Me explico. Estamos en un caso en el que, a medida que la cámara va captando luz de la escena (durante la toma o "exposición" de un fotograma, no durante el tiempo de descanso entre fotograma y fotograma), un objeto opaco se va desplazando en ella, pasando por delante de una imagen por lo demás estática (el paisaje de fondo).

El caso además es el de un objeto que se puede presumir alargado en una trayectoria rectilínea y alineada con su largueza.

En estas condiciones, el tiempo de exposición, la longitud y la velocidad del objeto determinarán durante cuánto porcentaje de tiempo es visible el fondo de la imagen durante la exposición. Este porcentaje de tiempo determina el grado de opacidad al que me refería.

Hay dos casos posibles: (1) que haya "sombra" y "penumbra" y (2) que haya sólo "penumbra". Si hay "sombra" (100% de opacidad), ésta se dará obviamente en la parte central. Quizá estos diagramas aclaren a qué me refiero:

   <------- movimiento
1. (----(======)----)
2. (-----------)---(-----------)

- "penumbra"
= "sombra"

En cualquiera de los dos casos, el máximo de opacidad del objeto respecto al fondo se da en el centro y el mínimo cerca de los bordes, donde llega a difuminarse por completo hasta el 0% de opacidad.

En el caso del coche que pasa, que tiene características similares a las del avión para el caso que nos ocupa, parece claro que la zona de "penumbra" es prácticamente imperceptible y en cambio la zona de "sombra" es la casi totalidad del coche. Es lógico teniendo en cuenta la poca velocidad del coche en relación con el tiempo de exposición, que debe de ser bastante corto.

Si bien es muy difícil determinar objetivamente la opacidad del objeto, creo que se podría estimar cuál sería la de un objeto de 7 metros con esa longitud y descartarla por absurda.

El hecho de estar a contraluz y el hecho de que tanto los objetos lejanos como los cercanos parecen bastante enfocados me sugiere que el tiempo de exposición probablemente rondaría entre 1 y 10 milisegundos. Sin embargo, no soy un fotógrafo experto en estos criterios como para que esta afirmación se pueda tomar por objetiva.

-- Pedro Gimeno

Ángel M. Felicísimo dijo...

Buen trabajo. Además tiene una virtud añadida: el que no esté de acuerdo puede usar argumentos similares para refutarlo.

Jack Maybrick dijo...

Julio:

Da gusto ver que hay alguien allá afuera con los conocimientos necesarios para demostrar que las hipótesis más descabelladas son basura. Yo me limitaba a mostrar fotos del avión ya destruido (de esos que no muestran en los videos conspiratorios) y la gente decente se daba cuenta de que efectivamente había sido un avión. Los que están convencidos de que fue un misil no se convenceránde lo contrario, pero por lo menos ahora sé qué análisis seguir para desmontarles sus teorías conspiratorias.

Hairanakh dijo...

Muy buen artículo, Julio.

Anónimo dijo...

Pedro,
un cálculo no tan refinado como el tuyo es calcular el tiempo necesario para que un objeto de 6 metros de largo deje una mancha de 20 metros (incluyendo las zonas de penumbra): es decir, durante el tiempo de exposición ha recorrido 14 metros. Si va a 236 m/s, quiere decir que la exposición ha sido de 14 [m]/236[m/s]=0.06 [s] (~1/16).

Por mi (poca) experiencia, para fotos con poca luz he usado velocidades más rápidas, de 1/30, 1/60 o similares, y sin trípode es imposible obtener una foto nítida (no se admiten chistes sobre mi pulso). En los videos aparecen despues de la explosión personas en movimiento, y un coche que cruza la limagen en el fondo, y se los ve razonablemente bien, teniendo en cuenta la resolución de la cámara.

Angel, esa es la idea, que los conspiranoicos intenten hacer el cálculo por sí mismos, en vez de creerse lo primero que leen que va con sus ideas preconcebidas.

Jack,
Por ese mismo motivo escribí este post, porque hay gente que tras ver las fotos de los restos sigue encabezonada con que fue un misil.


Por cierto, ¿alguien sabe que resolución tiene una cámara de seguridad como la del pentágono? Que nadie espere 5 megapixels precisamente, si de ahorrar espacio para la grabación se trata. Es un dato importante para entender por qué el fondo no se ve nítido (los edificios del fondo sólo se adivinan), y mucho menos el avión.

Anónimo dijo...

A ver. Estando a contraluz, una exposición de 1/16 de segundo implicaría un cierre de diafragma bestial, desde luego fuera del rango de las cámaras comerciales. Difícil, pero no imposible. Quizá me equivoque puesto que no lo sé cuantificar. Me extraña que ése sea el caso, sin embargo, puesto que la profundidad de campo sería también muy grande y no da esa impresión. Lástima que nos movamos en el terreno de lo meramente especulativo, en ausencia de datos sobre esa cámara.

Pero volviendo a mi argumento de la opacidad, si un objeto de 6 metros se ve como de 20 metros (medidos desde los extremos de nula opacidad), entonces estamos en el caso 2 de los de arriba (no hay zona de "sombra", sólo de "penumbra") y el tiempo durante el cual permanece visible el objeto y no el fondo (en la zona central, que es donde la opacidad es máxima) es 6/20 = 0,3 veces el tiempo total, lo que implica una opacidad del 30%. Ya es bastante poco visible en esas condiciones.

-- Pedro Gimeno

Anónimo dijo...

Nos movemos con especulaciones a falta de datos concretos. Pero las especulaciones se basan en estimaciones razonables, y lo que se deduce ellas dan resultados demasiado extraños (por decirlo de alguna manera). Es una forma legítima de descartar hipótesis

(Aunque no faltará quien diga que no has tomado en cuenta la velocidad del aire en la Bahamas, que un mosquito pasaba por allí, o cualquier efecto de segundo o tercer orden para justificar que lo imposible es posible)

Anónimo dijo...

Bueno, para conocer el tiempo de exposición sería necesario conocer la óptica, las condiciones de luz, etc... No he conseguido encontrar las características de la cámara por ninguna parte, y los modelos en el mercado aportan una gran variedad. Otra opción sería una estima con otros objetos en movimiento en otros momentos del video (Personas, coches). Se puede aproximar la velocidad de una persona a pié o un coche al frenar delante de la barrera.

Aunque el márgen de error sería grande, serviría (Como ha dicho Pedro) para incluir la posibilidad o descartar objetos mucho mas pequeños (El avión de caza o el misil de crucero).

Anónimo dijo...

No lo encuentro ahora, pero en su momento leí que las primeras imágenes que se filtraron, iban con la información de que mostraban 4 centésimas de segundo ("4 one hundreths"), que los conspitaranoicos acertadamente dedujeron que no podía corresponder a ese lapso de tiempo entre la primera y la última imagen, porque equivaldría a tomar 100 imágenes por segundo.

Me surge la duda de si lo que quería decir la información era que se mostraban 4 fotogramas, y cada uno representaba una centésima de segundo, es decir, tiempo de exposición sería de 0.01=1/100 segundos (que se aproxima al 1/125 que he supuesto yo en el texto).

Anónimo dijo...

Tu mensaje salió duplicado, borré el último de ellos.

Pero un pobre articulo historico o cientifico (no se pueden vertir opiniones personales en tales estudios) Nadie dijo que fuera un estudio histórico. ¿Para qué,además?. Tampoco dije que fuera científico (Y es tan "científico" como otros que he visto por ahí). Es una exposición de argumentos para un punto muy concreto. ¿Qué parte de mis opiniones (que son consecuencia del estudio, por cierto) invalida los argumentos que se exponen para demostrar que es perfectamente posible que un avión no apareciera en la imagen?


1-Eso hacemos todos: observamos las pruebas disponibles, y razonamos. También analizamos los argumentos "del otro lado" y comparamos.
2- En este post (si lo has visto entero) muestra alguna de esas fotos. Por cierto, ¿con "version oficial" te refieres a la de los periódicos, o a la versión oficial de la comisión? (Los periódicos meten mucho la pata, pero curiosamente, cuando hablan de versión oficial están manipulando, pero si hablan de versión alternativa entonces dsecubren la cruda y dura verdad oculta)
3- ¿Qué tiene que ver la historia con el caso de hoy día? ¿No habiamos quedado en que analizábamos las pruebas para decidir qué versión podía ser más correcta? ¿Qué tiene que ver Pearl Harbour? ¿Y Nicaragua? ¿Qué pruebas aportan de que no fue un avión lo que se estrelló? Si ese es tu argumento más sólido para demostrarlo, mal lo llevas.

Anónimo dijo...

En efecto,que haya habido conspiraciones en el pasado no es un aval para que un misil impactase en el pentágono. El presente artículo aporta pruebas a favor del avión y en contra de las objeciones de "los del misil". El comentario de Nono sólo aporta que en el pasado hubo conspiraciones. Ciñéndonos al caso poco que rebatir ¿verdad?

Anónimo dijo...

Perdon por la apreciacion de ayer, estaba de bastante mala leche...es que lei el articulo y la verdad ke me parecio que no era muy completo y obvia pruebas y preguntas mas alla de las imagenes (very unfair from me). Aun asi julio, ruego que me disculpes por el comentario de pobre cientifica e historicamente, estuvo completamente fuera de lugar. Especialmente cuando es claro que has hecho un gran esfuerzo ;)

1- the new pearl harbour, es solo el titulo del libro. Se refiere a la necesidad que tenia US de un evento del tipo PH, pero en su espacio aereo para justificar el incremento en el gasto militar de los estados unidos. No es una teoria conspiratoria, es un trabajo de documentacion (ahora mismo no recuerdo el titulo exacto...cachis. Es un doc oficial del think tank de la vieja guardia previo al 11-S, Dick Cheney et al, si alguno esta interesado en la ref contacteme)

2- Nicaragua es uno de los casos mas documentados de conspiracion gubernamental (era reaggan). Cientos de refs, por ejemplo: "Hegemony or survival, america´s quest for global dominance",N.Chomsky

3- Con la version oficial no me refiero ni a periodistas (en los EEUU no hay libertad de prensa cuando se refiere a "seguridad nacional"), ni a la comision, que ha sido bloqueada innumerables veces desde la CIA y el gobierno americano(REF:The 9/11 Commission Report: Omissions And Distortions, D.R. Griffin). Me refiero a "la version oficial del gobierno de los estados unidos" (que por cierto ha variado entre versiones inconsistentes un par de veces) REF:BBC news online

3- Primo ralsa, no escribi el comentario para demostrar que es un misil ni un avion,para eso ya di una referencia que analiza las pruebas con mucho detenimiento. Mi argumentacion es que no se puede descartar algo por ser considerado una conspiracion (cita del primo ralsa: "que aprendan los conspiratorios", ejem, hay "conspiratorios" que son peridistas serios de investigacion, y "conspiratorios" que son gente aburrida y sin documentar, que se creen cualkier cosa ke refuerce sus tesis. Para mi (y quizas solo para mi) es una generalizacion desafortunada

Pero como pides "Ciñendonos al caso" , un ejemplo (ojo! solo es un ejemplo de muchos, no digo que sea LA prueba definitiva. Para mas ejemplos la ref de ayer)- La version oficial del gobierno dijo ke no se encontraron restos de fuselaje o la caja negra (temperaturas requeridas para que esto ocurra: alrededor de 1200ºC). Pero ke reconocieron a las victimas por el ADN (se descompone a 900ºC). Me lo explique? (Ref: BBC news)


En cualquier caso me disculpo de nuevo, aprecio el esfuerzo realizado por descubrir la verdad ;)
Mi comentario revisado: buen articulo, como estudio de geometria y fotografia. Sin embargo mi conocimiento me indica que solo es una pequeña pieza de un gran puzzle :P

nono,
solo se que no se nada

Anónimo dijo...

Nono,
Aquí hay varias fotos,y alguna más (en 911research.wtc.net)

Estoy de acuerdo en que el suceso se ha aprovechado posteriormente para justificar la "guerra contra el terror" y el endurecimiento de medidas de seguridad. Es una manipulación del atentado, y de las víctimas. Pero que finalmente les haya beneficiado no implica que se atentaran así mismos.

Hablas de Nicaragua. Bueno, no estoy muy enterado que hicieron, pero apuesto a que no se cargaron civiles a mansalva precisamente. Tú mismo hablabas antes de un secuestro (¿de enemigos o de amigos?) o un robo. ¿En qué se parece eso a un asesinato masivo, además de tus propios ciudadanos?.

Dices que no hay que descartar la conspiración sólo llamarse conspiración. Yo digo que si no hay pruebas, no hay por qué aceptarla. Igual que tampoco mec reo que hubiera un avión sólo porque lo diga la versión oficial. en cambio, un cúmulo de circunstancias y pruebas me muestran que es perfectamente posible que un avión se estrellara ahí. Tu postura es que hay que demostrar que no hubo conspiración para descartarla. La postura correcta es demostrar que sí la hubo para aceptarla.

La version oficial del gobierno dijo ke no se encontraron restos de fuselaje o la caja negra
en otro foro, un conspiranoico me ha dicho que según la versión oficial se encontró la caja negra, pero que estaba inutilizada (lo cual era muy sospechoso, porque las cajas prácticamente indestructibles). Así que debe haber varias "versiones oficiales" por ahí, casi todas inventadas para poder encontrar los puntos negros donde empezar la conspiración, y sólo una correcta. Ten cuidado con la "versión oficial", a ver si te has leido una falsa.

Y las fotos del fuselaje están ahí. Al margen de lo que diga alguna de las "versiónes oficiales", si alguien pretende decir que el avión no se estrelló, debe explicar cómo llegaron esas piezas ahí.

Sin embargo mi conocimiento me indica que solo es una pequeña pieza de un gran puzzle :P
Efectivamente, este artículo es sólo una pequeña pieza del puzzle. Concretamente la que decía que este video demostraba que lo que impactó fue un misil, porque no se ve un avión (non-sequitur, por otra parte). Así que eres tú quien debe demostrar que fue otra cosa, y que hubo conspiración. Así que te paso la patata caliente :D

Anónimo dijo...

Sabiendo con 40 minutos de antelacion que aviones habian impactado en la torres gemelas, como permitieron a un avion comercial volar durante todo ese tiempo en direccion al pentagono sin interceptarlo????
Primero tienen que saber que hay un avión, que está secuestrado, y que está volando en dirección al pentágono, y además saber dónde está exactamente, ¿no?.
- Los aviones apagaron el transpondedor, con lo que los controladores tuvieron que seguirlos a través del radar, que es más dificil, no da información de altura, ni identificación del aparato.
- 8.56: El vuelo 77 apagó su transpondedor al empezar a cambiar el sentido. Y también desapareció del radar de Indianápolis (donde le estaban siguiendo antes del secuestro), donde aún no sabían que había un segundo secuestro (en Nueva York se enteraron a las 8.53 del segundo secuestro) y ni siquiera había impactado en la torre sur. Así que pensaron que se había estrellado. Y eso fue lo que informaron: que se había perdido, posiblemente estrellado. En todo caso, no vieron al avión girar, y buscaban un eco de radar hacia el oeste, no al este, donde iba.
- 9.20 : Cuando por fin reciben noticias del segundo avión secuestrado y el impacto en la torre sur(9.03), empiezan a pensar que a lo mejor éste también estaba secuestrado.
- 9.32 : Un objeto es detectado por el radar del aeropuerto de Dulles, apenas 5 minutos antes de impactar con el pentágono. Y se informa de un objeto de dirección a la Casa Blanca.
- 9.36: La fuerza aerea es informada de lo anterior un minuto antes del impacto, y 4 después de ser detectado (La cadena de mando lleva su tiempo)
- El aeropuerto de Reagan, detrás del Pentágono, se usa para para vuelos nacionales. No se si tendrá cazas (me extrañaría que mezclen vielos civiles y militares), pero los que salieron, lo hicieron desde una base mucho más al sur, siguiendo un plan de vuelo que primero les aleja de los vuelos civiles para no interferir. Y además habían salido en busca de otro objetivo distinto.

(La historia completa y detallada está en el informe de la comisión. Si quieres, léetela, y me dices qué hay de incoherente en toda ella. Sí hay cosas que hacen surgir preguntas, pero ninguna tan grave como para suponer una conspiración. Si me argumentas que la comisión está manipulada, o que mienten como bellacos, te aviso que está basada en entrevistas con controladores aereos, mandos militares, jefes y empleados de las compañías aéreas, datos de radares, grabaciones de conversaciones de aquel día... total, que cuantos más estén implicados en la conspiración, menores probabilidades hay de que sea cierta.)


Es posiblemente el edificio mas protegido del mundo, sistemas antimisil, cazas en el aeropuerto contiguo, etc...
¿Cómo sabes que está tan protegido? ¿es una repetición de lo que se cuetna por ahí, o hay información pública fiable acerca de los sistemas de seguridad? No estoy diciendo que sólo tenga a dos de "Prosegur" leyendo el "Marca", pero por ejemplo, aquello de código para identificarse como "amigo", y que por eso sólo podía ser un misil, me suena a coña. Me explico:
Detrás del Pentágono hay un aeropuerto de vuelos domésticos. ¿Crees que todos los aviones tienen ese código de "amigo"? Me parecería un disparate poner un codigo de seguridad en manos ajenas.

Pero en cambio, ningún misil del pentágono ha derribado ningún avión acercándose para aterrizar. (y pasan muy cerquita, lo sé por experiencia propia)

Anónimo dijo...

Tú has planteado una duda acerca de un hecho (¿por qué no se actuó antes contra el tercer avión?). Tú no has sugerido ninguna respuesta.

Yo te he dado la respuesta oficial, y te he invitado a que me digas qué puntos de ella son oscuros. Evidentemente, si eres tú quien defiende la conspiración, no voy a buscar yo los fallos. Es tarea tuya.

Tú sólo has planteado dudas por el hecho de dudar, porque no te parecen coherentes varias versiones. No te has molestado en ver por qué no casan, sólo deduces automáticamente que es una conspiración.

Anónimo dijo...

Mi enhorabuena por tu trabajo, es realmente bueno y está perfectamente explicado. Muy interesante.

Anónimo dijo...

No sé si se habrán dado cuenta de que desde hace unos días figura un tercer tema en este boboblog, el titulado Scripta volant. Como ignoro si saben algo de latín o si no tienen ni la menor idea de esa lengua (no se preocupen si es así porque es un idioma bastante inútil por obvias razones) les aclaro que hay un aforismo que reza Verba volant, scripta manent lo que significa Las palabras vuelan, los escritos permanecen. Me he permitido el dar la vuelta a la frase de marras porque en estos días que nos ha tocado vivir hay libros tan malos que, en mi opinión, no tienen posibilidades de perdurar por muy escritos que estén. En efecto, puedo equivocarme y, tal vez, dentro de cien años sean textos de referencia pero la posibilidad de que sea así me trae sin cuidado. Como dice el refrán: En cien años todos calvos (y en mi caso no tengo que esperar nada para ello).
Dejo a los bibliotecarios la catalogación de los libros según unos criterios que se me antojan esotéricos. Por contra los míos son muy sencillos, hay textos que me enseñan algo (otros no) y textos que me entretienen (otros no). Eso genera cuatro categorías, textos con valores didácticos que, además, hacen pasar un buen rato, textos con valores didácticos pero más aburridos que el diálogo de una película porno, textos con los mismos valores didácticos que la ESO pero que resultan un magnífico pasatiempo y textos inútiles desde cualquier punto de vista. Obviamente en esta sección sólo voy a ocuparme de estos últimos más que nada por una mera cuestión de solidaridad con los pobres arbolitos talados para convertirlos en el papel con el que se imprimen tales obras. Por descontado esos criterios son absolutamente subjetivos y, por tanto, siéntanse en total libertad para discrepar de mis críticas. No tengan el menor reparo en considerar como una obra maestra los libros que por aquí irán apareciendo (no van a ser mejores ni peores personas por ello). A fin de cuentas, más de cuarenta millones de lectores han comprado el Código de las narices y salvo que hayan caído por esta bitácora por una broma de Google ya saben lo que opino de ese montón de gilipolleces que algunos consideran una novela entretenida (bueno, ahora también las víctimas de la búsqueda del oráculo saben la opinión que me merecen las obras de Danielito Marrón).
Concluido el necesario prefacio (que pueden generalizar a todos los libros que irán desfilando por esta sección) vamos con el título que tiene el inmenso honor (o algo así) de inaugurarla. Redoble de tambores, fanfarrias por doquier... and the winner is...:
La sábana santa ¡vaya timo! por Félix Ares de Blas. Editorial Laetoli S. L., Colección ¡Vaya timo! (no, no voy a hacer ningún chiste sobre ello. Sería demasiado fácil), Volumen nº 3. Villatuerta (tampoco haré de esto motivo de coña por la misma razón antes apuntada), Navarra, 2006. 136 Páginas que parecen muchas, pero muchas más por lo aburridas que se hacen.
Reconozco que sin ser un fanático del libro como objeto sí me gusta que cumpla con unos requisitos mínimos en cuanto a presentación. En este caso (por desgracia) el horroroso color indefinible (¿amarillo? ¿naranja? ¿marrón?) de las pastas flexibles, la ilustración de la portada (¿el Santo Cristo del Estreñimiento?) con mal chiste incorporado, el tamaño de la fuente empleada (no sé si los editores creen que todos los lectores potenciales están afiliados a la ONCE o si, más bien, querían "inflar" el libro) no logró disuadirme de comenzar a leerlo.
Nada más empezar, la primera en la frente:
"Cadouin es una villa de Périgord, uno de los lugares de Francia donde mejor se come, y además con una excelente relación entre calidad y precio." (Pág. 9)
Pues me alegro mucho. Para completar la información turística ¿qué tal la cuestión de los alojamientos? ¿Las carreteras son buenas o son caminos de cabras? ¿Hay lumis y si es así a cuánto se cotizan? Ya puestos a pregonar los encantos de una localidad que sea con una información completa. Si detectan cierto sarcasmo van muy bien encaminados. La razón para ello no es que me parezca mal el añadir cuestiones completamente ajenas al propósito de un libro (si alguien consigue comprender qué tegumentos procreativos tiene que ver la relación entre calidad y precio de los restaurantes de Cadouin con la autenticidad o no de la Sindone de Turín que me lo aclare porque yo no lo veo), lo que me parece mal es criticar lo mismo que uno hace:
"Un ejemplo, nos dice: "El 25 de marzo de 1988 la carta para el Papa con tres sobres fue enviada desde la oficina de correos de Rochester en Jefferson Road. Los sellos eran muy coloristas e incluían cuatro sellos de gatos, don con T. S. Elliot, dos de William Faulkner y un sello conmemorativo de la fabricación de lazos en Estados Unidos..." Continúa diciendo que un funcionario de correos le ayudó a elegir los sellos y tuvo que matasellarlos a mano.
Como usteden ven, muy poco interesante para saber el proceso de datación. A no ser que yo me confunda y saber que la carta dirigida al Papa tenía cuatro sellos de gatos sea muy importante."
Ese párrafo corresponde a la crítica del libro "Relic, icon or hoax? Carbon dating the Shroud of Turin" del que es autor Harry E. Gove y fue publicada en El Escéptico nº 20 (septiembre-diciembre 1995) en su página 72. No creo que necesitan que les diga quién es el autor de la crítica ¿verdad?
Pues bien, después de descubrir que los gatitos de los sellos americanos no tienen importancia en la cuestión de la datación de la Sábana Santa de Turín pero que la calidad de la restauración en Cadouin debe ser fundamental para la cuestión de si es auténtica o una falsificación, nos encontramos con nuevas perlas:
"Chevalier consideraba falsa la sábana de Turín -obra, según él, pintada por un artista del siglo XIV- y decía que, de los 40 lienzos que había estudiado, entre los muchos que pretendían ser la auténtica mortaja de Cristo, sólo había dos medianamente creíbles: uno de ellos era el sudario de Besançon y el otro el de Cadouin." (Págs. 13-14)
Al llegar a este punto casi pierdo la ternilla. Veamos, el sudario de Besançon fue destruido en 1794 al considerarse un fraude puesto que se descubrió el molde con el que se renovaba la imagen, algo que no deja de señalar el Sr. Ares en la página 18. Así pues, salvo que creamos en milagros nadie pudo estudiar ese lienzo después de esa fecha ¿no? Pues bien, Ulysse Chevalier nació el 24 de febrero de 1841, casi 47 años después de la destrucción du Saint-Suaire de Besançon así que mal pudo estudiar ese lienzo. Vale, supongamos que lo que quiso decir el canónigo Chevalier o el Sr. Ares (ignoro quién de los dos "mete la pata") es que de la investigación de la documentación relativa etc. etc. pero incluso en ese caso la frase no deja de ser una majadería. Si la documentación histórica en torno a la Sindone es deplorable (ya veremos algo más sobre esto) es, no obstante, una "joya" en comparación con la del Sudario de Besançon. No es sólo que se conserve la noticia acerca del molde con el que se renovaba la imagen, es que además su aparición en la Historia es aún más tardía (en 1523, según recoge el autor en la Pág. 17). Si resulta difícilmente explicable el cómo la reliquia más extraordinaria (si fuera auténtica, claro) de la Cristiandad aparece de forma misteriosa en Lirey a mediados o finales del S XIV, lo es más aún cuanto más avance el tiempo. Por otra parte, las reproducciones que se conservan del Santo Sudario de Besançon muestran algo con muy poco valor artístico y no es por la impericia del autor porque la que se considera su mejor representación, una acuarela realizada por Pierre d´Argent, muestra una figura artística y anatómicamente deplorable. Vamos, que se piense lo que se piense del Sudario turinés, pretender que las credenciales del de Besançon son mejores que las de aquél es para "miccionar y no echar gota" tanto si la frase es realmente de Chevalier como si no.
Ya que estamos con le Saint-Suaire de Besançon y dado el poco interés que parece sentir el Sr. Ares por él habida cuenta del poco espacio que le dedica, me permitirán que enlace este artículo (en francés) que da más detalles sobre este objeto.
Y para concluir esta crítica a los primeros capítulos del libro, una cuestión léxica sin mayor importancia. El autor escribe:
"Y el 8 de septiembre de 1797 volvió a ser ostendido." (Pág. 12)
Obviamente, la RAE no incluye en su Diccionario ningún verbo ostender u ostendir cuyo participio sería "ostendido". El verbo que sí existe es ostentar, cuya primera acepción es "Mostrar o hacer patente algo" y cuyo participio es ostentado y no ese inexistente "ostendido".
Después de aclarar esta cuestión léxica, seguimos. Después de los dos primeros capítulos dedicados a los Sudarios de Cadouin y Besançon (y la explicación del porqué se limita a estos dos ejemplos debe estar en la opinión del canónigo Chevalier antes mencionada, pero hay otros Sudarios con mejores antecedentes históricos como el de Oviedo y que, por tanto, merecían más que se hablara de ellos) comienza por fin a tratar del que constituye el tema de este libro, la Sindone de Turín. Los demás Sudarios no merecen más que una mención que no aclara nada sobre su autenticidad o no:
"se han catalogado más de 40 entre ellos los de Colonia (Alemania), Compiègne, Cahors y Carcasona (Francia), Lier (Bélgica), Madrid, Oviedo y Sangüesa (España) y Milán (Italia). Trozos de sudarios habría en Clermont, Corbeil, Claraval, Narbona, Vézelay, Reims, Soissons y Troyes en Francia, Halberstadt en Alemania y Toledo. Todos ellos eran considerados auténticos por las personas que vivían en sus alrededores." (Pág. 19)
Así, todos juntitos y revueltos, desde los que son meras copias de la Sábana Santa de Turín (entre ellos, el de Torre de la Alameda -Madrid- y el de Lier -Bélgica-) con los que ya estaban documentados antes de la aparición de la Sábana Santa en Lirey (caso del de Oviedo, sin ir más lejos). Pese a que el estudio de la "reliquia" asturiana, frecuentemente relacionada con la de Turín por los sindonólogos hispanos (y también por algunos foráneos como Baima Bollone), era mucho más interesante que las historias de los Sudarios de Cadouin y Besançon no hay nada que se le parezca, ninguna mención, por ejemplo, a que el Sudario de Oviedo fue datado por C-14 por los laboratorios de la Universidad de Arizona en Tucson y por el IsoTrace Radiocarbon Laboratory de Toronto con el resultado con un 95% de intervalo de confianza de que el lino con el que está tejido data del 642-869 d. C. (Tucson) y 653-786 d. C. (Toronto).
"Es probable que usteden hayan visto alguna foto de este sudario y observado una imagen negra, compacta y bien formada. Hay dos motivos para ello. El primero es que están viendo un negativo; el segundo, que esa foto se ha realizado con una luz ultravioleta que resalta los blancos: hace que el lino brille y la imagen anaranjada se vea muy contrastada." (Pág. 19)
Ya, ya, pero hay otro motivo más importante. Por ejemplo, esta imagen ¿es un negativo? Yo juraría que el negativo es esta otra imagen. La razón para que en muchas de las reproducciones fotográficas de la Sábana Santa la imagen aparezca en negro es que están realizadas con película en blanco y negro, ni más ni menos. Por supuesto, cuando la reproducción es en color cambia mucho. Ya que estamos con esta cuestión, una de las cosas que echo en falta en este libro es, precisamente, la ausencia de reproducciones de cualquier tipo así que como el lector no conozca bien la imagen puede sentirse perdido en muchos momentos.
Proseguimos:
"El biólogo Stephen Jay Gould afirmaba que "la ignorancia del contexto es la señal más clara del farsante"." (Pág. 20)
Sin ánimo de polémicas, la ignorancia del contexto es la señal más clara de la ignorancia del contexto, ni más ni menos. La búsqueda de intenciones perversas en lo que sea mera ignorancia me parece fuera de lugar, lo diga Gould o Napoleón Bonaparte. En fin, para no contrariar al biólogo americano desgraciadamente ya fallecido, el Sr. Ares realiza un estudio del contexto geográfico, histórico y social de la Sábana Santa. Comienza con su primera mención histórica, la conocida como "Memoire d´Arcis". En ella, según el Sr. Ares se dice lo siguiente:
"descubrió el fraude y cómo dicho lienzo había sido astutamente pintado, ya que esa verdad testimonió el artista que lo había pintado," (Pág. 21)
Eso me hace dudar de cuál es la fuente que emplea el Sr. Ares y que, evidentemente, no es la traducción directa de la "Memoire d´Arcis" desde su idioma original, el latín. Lo que realmente se dice en ese memorial es:
"reperit fraudem et quomodo pannus ille artificialiter depictus fuerat, et probatum fuit etiam per artificem qui illum depinxerat," lo que se traduce (después de todo, el saber latín no es tan inútil):
"descubrió el fraude y de qué manera aquel paño había sido pintando según las reglas del arte, y fue probado además por el artista que lo había pintado,"
Después de hablar de este memorial hubiera sido un magnífico momento para hablar de la familia de Charny y su relación tanto con el obispo de Troyes Henri de Potiers como con el papa Clemente VII, es decir, con el obispo que según esta memoria descubrió el fraude y prohibió la ostensión del Sudario, y con el Papa que el 6 de enero de 1390 emitió una bula ordenando que se informara a los fieles que aquél no era el auténtico Sudario de Cristo sino una pintura. Sin embargo, el Sr. Ares o desconoce esas relaciones familiares o considera que no tienen importancia para el lector. Como opino lo contrario, me permitirán unas palabras sobre ellas. Henri de Potiers tenía un hermano, Charles de Poitiers, que, a su vez, tenía una hija llamada Marguerite de Poitiers (sobrina, por tanto del obispo) que se casó (después de la prohibición de la ostensión que, según Pierre d´Arcis, llevó a cabo su tío) con Geoffroy II de Charny. Éste era hijo de Geoffroy I de Charny y de Jeanne de Vergy que, cuando enviudó, se casó en segundas nupcias con Aymon de Genève (y, por tanto, se convirtió en padrastro de Geoffroy II de Charny) que, por casualidades de la vida, resulta ser tío de Robert de Genève más conocido como Clemente VII. Como ven, todo queda en familia.
"Debemos recordar que en Troyes se celebró, en 1128, un concilio al que asistieron obispos y abades franceses, un legado pontificio y el propio san Bernardo." (Pág. 21)
Debo reconocer que se me escapa qué importancia tiene para la autenticidad o no de la Sábana Santa que en Troyes se celebrara ese concilio, pero puestos a recordar vamos a ver si lo hacemos bien. Ya dijimos, al hablar de los inicios de la Orden del Temple que la festividad de San Hilario del año de la encarnación de Jesús 1128 es, en realidad, el 13 de enero de 1129 y que fue en esta fecha cuando se celebró el concilio de Troyes.

Anónimo dijo...

SIGAMOS=
No sé si se habrán dado cuenta de que desde hace unos días figura un tercer tema en este boboblog, el titulado Scripta volant. Como ignoro si saben algo de latín o si no tienen ni la menor idea de esa lengua (no se preocupen si es así porque es un idioma bastante inútil por obvias razones) les aclaro que hay un aforismo que reza Verba volant, scripta manent lo que significa Las palabras vuelan, los escritos permanecen. Me he permitido el dar la vuelta a la frase de marras porque en estos días que nos ha tocado vivir hay libros tan malos que, en mi opinión, no tienen posibilidades de perdurar por muy escritos que estén. En efecto, puedo equivocarme y, tal vez, dentro de cien años sean textos de referencia pero la posibilidad de que sea así me trae sin cuidado. Como dice el refrán: En cien años todos calvos (y en mi caso no tengo que esperar nada para ello).
Dejo a los bibliotecarios la catalogación de los libros según unos criterios que se me antojan esotéricos. Por contra los míos son muy sencillos, hay textos que me enseñan algo (otros no) y textos que me entretienen (otros no). Eso genera cuatro categorías, textos con valores didácticos que, además, hacen pasar un buen rato, textos con valores didácticos pero más aburridos que el diálogo de una película porno, textos con los mismos valores didácticos que la ESO pero que resultan un magnífico pasatiempo y textos inútiles desde cualquier punto de vista. Obviamente en esta sección sólo voy a ocuparme de estos últimos más que nada por una mera cuestión de solidaridad con los pobres arbolitos talados para convertirlos en el papel con el que se imprimen tales obras. Por descontado esos criterios son absolutamente subjetivos y, por tanto, siéntanse en total libertad para discrepar de mis críticas. No tengan el menor reparo en considerar como una obra maestra los libros que por aquí irán apareciendo (no van a ser mejores ni peores personas por ello). A fin de cuentas, más de cuarenta millones de lectores han comprado el Código de las narices y salvo que hayan caído por esta bitácora por una broma de Google ya saben lo que opino de ese montón de gilipolleces que algunos consideran una novela entretenida (bueno, ahora también las víctimas de la búsqueda del oráculo saben la opinión que me merecen las obras de Danielito Marrón).
Concluido el necesario prefacio (que pueden generalizar a todos los libros que irán desfilando por esta sección) vamos con el título que tiene el inmenso honor (o algo así) de inaugurarla. Redoble de tambores, fanfarrias por doquier... and the winner is...:
La sábana santa ¡vaya timo! por Félix Ares de Blas. Editorial Laetoli S. L., Colección ¡Vaya timo! (no, no voy a hacer ningún chiste sobre ello. Sería demasiado fácil), Volumen nº 3. Villatuerta (tampoco haré de esto motivo de coña por la misma razón antes apuntada), Navarra, 2006. 136 Páginas que parecen muchas, pero muchas más por lo aburridas que se hacen.
Reconozco que sin ser un fanático del libro como objeto sí me gusta que cumpla con unos requisitos mínimos en cuanto a presentación. En este caso (por desgracia) el horroroso color indefinible (¿amarillo? ¿naranja? ¿marrón?) de las pastas flexibles, la ilustración de la portada (¿el Santo Cristo del Estreñimiento?) con mal chiste incorporado, el tamaño de la fuente empleada (no sé si los editores creen que todos los lectores potenciales están afiliados a la ONCE o si, más bien, querían "inflar" el libro) no logró disuadirme de comenzar a leerlo.
Nada más empezar, la primera en la frente:
"Cadouin es una villa de Périgord, uno de los lugares de Francia donde mejor se come, y además con una excelente relación entre calidad y precio." (Pág. 9)
Pues me alegro mucho. Para completar la información turística ¿qué tal la cuestión de los alojamientos? ¿Las carreteras son buenas o son caminos de cabras? ¿Hay lumis y si es así a cuánto se cotizan? Ya puestos a pregonar los encantos de una localidad que sea con una información completa. Si detectan cierto sarcasmo van muy bien encaminados. La razón para ello no es que me parezca mal el añadir cuestiones completamente ajenas al propósito de un libro (si alguien consigue comprender qué tegumentos procreativos tiene que ver la relación entre calidad y precio de los restaurantes de Cadouin con la autenticidad o no de la Sindone de Turín que me lo aclare porque yo no lo veo), lo que me parece mal es criticar lo mismo que uno hace:
"Un ejemplo, nos dice: "El 25 de marzo de 1988 la carta para el Papa con tres sobres fue enviada desde la oficina de correos de Rochester en Jefferson Road. Los sellos eran muy coloristas e incluían cuatro sellos de gatos, don con T. S. Elliot, dos de William Faulkner y un sello conmemorativo de la fabricación de lazos en Estados Unidos..." Continúa diciendo que un funcionario de correos le ayudó a elegir los sellos y tuvo que matasellarlos a mano.
Como usteden ven, muy poco interesante para saber el proceso de datación. A no ser que yo me confunda y saber que la carta dirigida al Papa tenía cuatro sellos de gatos sea muy importante."
Ese párrafo corresponde a la crítica del libro "Relic, icon or hoax? Carbon dating the Shroud of Turin" del que es autor Harry E. Gove y fue publicada en El Escéptico nº 20 (septiembre-diciembre 1995) en su página 72. No creo que necesitan que les diga quién es el autor de la crítica ¿verdad?
Pues bien, después de descubrir que los gatitos de los sellos americanos no tienen importancia en la cuestión de la datación de la Sábana Santa de Turín pero que la calidad de la restauración en Cadouin debe ser fundamental para la cuestión de si es auténtica o una falsificación, nos encontramos con nuevas perlas:
"Chevalier consideraba falsa la sábana de Turín -obra, según él, pintada por un artista del siglo XIV- y decía que, de los 40 lienzos que había estudiado, entre los muchos que pretendían ser la auténtica mortaja de Cristo, sólo había dos medianamente creíbles: uno de ellos era el sudario de Besançon y el otro el de Cadouin." (Págs. 13-14)
Al llegar a este punto casi pierdo la ternilla. Veamos, el sudario de Besançon fue destruido en 1794 al considerarse un fraude puesto que se descubrió el molde con el que se renovaba la imagen, algo que no deja de señalar el Sr. Ares en la página 18. Así pues, salvo que creamos en milagros nadie pudo estudiar ese lienzo después de esa fecha ¿no? Pues bien, Ulysse Chevalier nació el 24 de febrero de 1841, casi 47 años después de la destrucción du Saint-Suaire de Besançon así que mal pudo estudiar ese lienzo. Vale, supongamos que lo que quiso decir el canónigo Chevalier o el Sr. Ares (ignoro quién de los dos "mete la pata") es que de la investigación de la documentación relativa etc. etc. pero incluso en ese caso la frase no deja de ser una majadería. Si la documentación histórica en torno a la Sindone es deplorable (ya veremos algo más sobre esto) es, no obstante, una "joya" en comparación con la del Sudario de Besançon. No es sólo que se conserve la noticia acerca del molde con el que se renovaba la imagen, es que además su aparición en la Historia es aún más tardía (en 1523, según recoge el autor en la Pág. 17). Si resulta difícilmente explicable el cómo la reliquia más extraordinaria (si fuera auténtica, claro) de la Cristiandad aparece de forma misteriosa en Lirey a mediados o finales del S XIV, lo es más aún cuanto más avance el tiempo. Por otra parte, las reproducciones que se conservan del Santo Sudario de Besançon muestran algo con muy poco valor artístico y no es por la impericia del autor porque la que se considera su mejor representación, una acuarela realizada por Pierre d´Argent, muestra una figura artística y anatómicamente deplorable. Vamos, que se piense lo que se piense del Sudario turinés, pretender que las credenciales del de Besançon son mejores que las de aquél es para "miccionar y no echar gota" tanto si la frase es realmente de Chevalier como si no.
Ya que estamos con le Saint-Suaire de Besançon y dado el poco interés que parece sentir el Sr. Ares por él habida cuenta del poco espacio que le dedica, me permitirán que enlace este artículo (en francés) que da más detalles sobre este objeto.
Y para concluir esta crítica a los primeros capítulos del libro, una cuestión léxica sin mayor importancia. El autor escribe:
"Y el 8 de septiembre de 1797 volvió a ser ostendido." (Pág. 12)
Obviamente, la RAE no incluye en su Diccionario ningún verbo ostender u ostendir cuyo participio sería "ostendido". El verbo que sí existe es ostentar, cuya primera acepción es "Mostrar o hacer patente algo" y cuyo participio es ostentado y no ese inexistente "ostendido".
Después de aclarar esta cuestión léxica, seguimos. Después de los dos primeros capítulos dedicados a los Sudarios de Cadouin y Besançon (y la explicación del porqué se limita a estos dos ejemplos debe estar en la opinión del canónigo Chevalier antes mencionada, pero hay otros Sudarios con mejores antecedentes históricos como el de Oviedo y que, por tanto, merecían más que se hablara de ellos) comienza por fin a tratar del que constituye el tema de este libro, la Sindone de Turín. Los demás Sudarios no merecen más que una mención que no aclara nada sobre su autenticidad o no:
"se han catalogado más de 40 entre ellos los de Colonia (Alemania), Compiègne, Cahors y Carcasona (Francia), Lier (Bélgica), Madrid, Oviedo y Sangüesa (España) y Milán (Italia). Trozos de sudarios habría en Clermont, Corbeil, Claraval, Narbona, Vézelay, Reims, Soissons y Troyes en Francia, Halberstadt en Alemania y Toledo. Todos ellos eran considerados auténticos por las personas que vivían en sus alrededores." (Pág. 19)
Así, todos juntitos y revueltos, desde los que son meras copias de la Sábana Santa de Turín (entre ellos, el de Torre de la Alameda -Madrid- y el de Lier -Bélgica-) con los que ya estaban documentados antes de la aparición de la Sábana Santa en Lirey (caso del de Oviedo, sin ir más lejos). Pese a que el estudio de la "reliquia" asturiana, frecuentemente relacionada con la de Turín por los sindonólogos hispanos (y también por algunos foráneos como Baima Bollone), era mucho más interesante que las historias de los Sudarios de Cadouin y Besançon no hay nada que se le parezca, ninguna mención, por ejemplo, a que el Sudario de Oviedo fue datado por C-14 por los laboratorios de la Universidad de Arizona en Tucson y por el IsoTrace Radiocarbon Laboratory de Toronto con el resultado con un 95% de intervalo de confianza de que el lino con el que está tejido data del 642-869 d. C. (Tucson) y 653-786 d. C. (Toronto).
"Es probable que usteden hayan visto alguna foto de este sudario y observado una imagen negra, compacta y bien formada. Hay dos motivos para ello. El primero es que están viendo un negativo; el segundo, que esa foto se ha realizado con una luz ultravioleta que resalta los blancos: hace que el lino brille y la imagen anaranjada se vea muy contrastada." (Pág. 19)
Ya, ya, pero hay otro motivo más importante. Por ejemplo, esta imagen ¿es un negativo? Yo juraría que el negativo es esta otra imagen. La razón para que en muchas de las reproducciones fotográficas de la Sábana Santa la imagen aparezca en negro es que están realizadas con película en blanco y negro, ni más ni menos. Por supuesto, cuando la reproducción es en color cambia mucho. Ya que estamos con esta cuestión, una de las cosas que echo en falta en este libro es, precisamente, la ausencia de reproducciones de cualquier tipo así que como el lector no conozca bien la imagen puede sentirse perdido en muchos momentos.
Proseguimos:
"El biólogo Stephen Jay Gould afirmaba que "la ignorancia del contexto es la señal más clara del farsante"." (Pág. 20)
Sin ánimo de polémicas, la ignorancia del contexto es la señal más clara de la ignorancia del contexto, ni más ni menos. La búsqueda de intenciones perversas en lo que sea mera ignorancia me parece fuera de lugar, lo diga Gould o Napoleón Bonaparte. En fin, para no contrariar al biólogo americano desgraciadamente ya fallecido, el Sr. Ares realiza un estudio del contexto geográfico, histórico y social de la Sábana Santa. Comienza con su primera mención histórica, la conocida como "Memoire d´Arcis". En ella, según el Sr. Ares se dice lo siguiente:
"descubrió el fraude y cómo dicho lienzo había sido astutamente pintado, ya que esa verdad testimonió el artista que lo había pintado," (Pág. 21)
Eso me hace dudar de cuál es la fuente que emplea el Sr. Ares y que, evidentemente, no es la traducción directa de la "Memoire d´Arcis" desde su idioma original, el latín. Lo que realmente se dice en ese memorial es:
"reperit fraudem et quomodo pannus ille artificialiter depictus fuerat, et probatum fuit etiam per artificem qui illum depinxerat," lo que se traduce (después de todo, el saber latín no es tan inútil):
"descubrió el fraude y de qué manera aquel paño había sido pintando según las reglas del arte, y fue probado además por el artista que lo había pintado,"
Después de hablar de este memorial hubiera sido un magnífico momento para hablar de la familia de Charny y su relación tanto con el obispo de Troyes Henri de Potiers como con el papa Clemente VII, es decir, con el obispo que según esta memoria descubrió el fraude y prohibió la ostensión del Sudario, y con el Papa que el 6 de enero de 1390 emitió una bula ordenando que se informara a los fieles que aquél no era el auténtico Sudario de Cristo sino una pintura. Sin embargo, el Sr. Ares o desconoce esas relaciones familiares o considera que no tienen importancia para el lector. Como opino lo contrario, me permitirán unas palabras sobre ellas. Henri de Potiers tenía un hermano, Charles de Poitiers, que, a su vez, tenía una hija llamada Marguerite de Poitiers (sobrina, por tanto del obispo) que se casó (después de la prohibición de la ostensión que, según Pierre d´Arcis, llevó a cabo su tío) con Geoffroy II de Charny. Éste era hijo de Geoffroy I de Charny y de Jeanne de Vergy que, cuando enviudó, se casó en segundas nupcias con Aymon de Genève (y, por tanto, se convirtió en padrastro de Geoffroy II de Charny) que, por casualidades de la vida, resulta ser tío de Robert de Genève más conocido como Clemente VII. Como ven, todo queda en familia.
"Debemos recordar que en Troyes se celebró, en 1128, un concilio al que asistieron obispos y abades franceses, un legado pontificio y el propio san Bernardo." (Pág. 21)
Debo reconocer que se me escapa qué importancia tiene para la autenticidad o no de la Sábana Santa que en Troyes se celebrara ese concilio, pero puestos a recordar vamos a ver si lo hacemos bien. Ya dijimos, al hablar de los inicios de la Orden del Temple que la festividad de San Hilario del año de la encarnación de Jesús 1128 es, en realidad, el 13 de enero de 1129 y que fue en esta fecha cuando se celebró el concilio de Troyes.

Anónimo dijo...

Para rematar,

No sé si se habrán dado cuenta de que desde hace unos días figura un tercer tema en este boboblog, el titulado Scripta volant. Como ignoro si saben algo de latín o si no tienen ni la menor idea de esa lengua (no se preocupen si es así porque es un idioma bastante inútil por obvias razones) les aclaro que hay un aforismo que reza Verba volant, scripta manent lo que significa Las palabras vuelan, los escritos permanecen. Me he permitido el dar la vuelta a la frase de marras porque en estos días que nos ha tocado vivir hay libros tan malos que, en mi opinión, no tienen posibilidades de perdurar por muy escritos que estén. En efecto, puedo equivocarme y, tal vez, dentro de cien años sean textos de referencia pero la posibilidad de que sea así me trae sin cuidado. Como dice el refrán: En cien años todos calvos (y en mi caso no tengo que esperar nada para ello).
Dejo a los bibliotecarios la catalogación de los libros según unos criterios que se me antojan esotéricos. Por contra los míos son muy sencillos, hay textos que me enseñan algo (otros no) y textos que me entretienen (otros no). Eso genera cuatro categorías, textos con valores didácticos que, además, hacen pasar un buen rato, textos con valores didácticos pero más aburridos que el diálogo de una película porno, textos con los mismos valores didácticos que la ESO pero que resultan un magnífico pasatiempo y textos inútiles desde cualquier punto de vista. Obviamente en esta sección sólo voy a ocuparme de estos últimos más que nada por una mera cuestión de solidaridad con los pobres arbolitos talados para convertirlos en el papel con el que se imprimen tales obras. Por descontado esos criterios son absolutamente subjetivos y, por tanto, siéntanse en total libertad para discrepar de mis críticas. No tengan el menor reparo en considerar como una obra maestra los libros que por aquí irán apareciendo (no van a ser mejores ni peores personas por ello). A fin de cuentas, más de cuarenta millones de lectores han comprado el Código de las narices y salvo que hayan caído por esta bitácora por una broma de Google ya saben lo que opino de ese montón de gilipolleces que algunos consideran una novela entretenida (bueno, ahora también las víctimas de la búsqueda del oráculo saben la opinión que me merecen las obras de Danielito Marrón).
Concluido el necesario prefacio (que pueden generalizar a todos los libros que irán desfilando por esta sección) vamos con el título que tiene el inmenso honor (o algo así) de inaugurarla. Redoble de tambores, fanfarrias por doquier... and the winner is...:
La sábana santa ¡vaya timo! por Félix Ares de Blas. Editorial Laetoli S. L., Colección ¡Vaya timo! (no, no voy a hacer ningún chiste sobre ello. Sería demasiado fácil), Volumen nº 3. Villatuerta (tampoco haré de esto motivo de coña por la misma razón antes apuntada), Navarra, 2006. 136 Páginas que parecen muchas, pero muchas más por lo aburridas que se hacen.
Reconozco que sin ser un fanático del libro como objeto sí me gusta que cumpla con unos requisitos mínimos en cuanto a presentación. En este caso (por desgracia) el horroroso color indefinible (¿amarillo? ¿naranja? ¿marrón?) de las pastas flexibles, la ilustración de la portada (¿el Santo Cristo del Estreñimiento?) con mal chiste incorporado, el tamaño de la fuente empleada (no sé si los editores creen que todos los lectores potenciales están afiliados a la ONCE o si, más bien, querían "inflar" el libro) no logró disuadirme de comenzar a leerlo.
Nada más empezar, la primera en la frente:
"Cadouin es una villa de Périgord, uno de los lugares de Francia donde mejor se come, y además con una excelente relación entre calidad y precio." (Pág. 9)
Pues me alegro mucho. Para completar la información turística ¿qué tal la cuestión de los alojamientos? ¿Las carreteras son buenas o son caminos de cabras? ¿Hay lumis y si es así a cuánto se cotizan? Ya puestos a pregonar los encantos de una localidad que sea con una información completa. Si detectan cierto sarcasmo van muy bien encaminados. La razón para ello no es que me parezca mal el añadir cuestiones completamente ajenas al propósito de un libro (si alguien consigue comprender qué tegumentos procreativos tiene que ver la relación entre calidad y precio de los restaurantes de Cadouin con la autenticidad o no de la Sindone de Turín que me lo aclare porque yo no lo veo), lo que me parece mal es criticar lo mismo que uno hace:
"Un ejemplo, nos dice: "El 25 de marzo de 1988 la carta para el Papa con tres sobres fue enviada desde la oficina de correos de Rochester en Jefferson Road. Los sellos eran muy coloristas e incluían cuatro sellos de gatos, don con T. S. Elliot, dos de William Faulkner y un sello conmemorativo de la fabricación de lazos en Estados Unidos..." Continúa diciendo que un funcionario de correos le ayudó a elegir los sellos y tuvo que matasellarlos a mano.
Como usteden ven, muy poco interesante para saber el proceso de datación. A no ser que yo me confunda y saber que la carta dirigida al Papa tenía cuatro sellos de gatos sea muy importante."
Ese párrafo corresponde a la crítica del libro "Relic, icon or hoax? Carbon dating the Shroud of Turin" del que es autor Harry E. Gove y fue publicada en El Escéptico nº 20 (septiembre-diciembre 1995) en su página 72. No creo que necesitan que les diga quién es el autor de la crítica ¿verdad?
Pues bien, después de descubrir que los gatitos de los sellos americanos no tienen importancia en la cuestión de la datación de la Sábana Santa de Turín pero que la calidad de la restauración en Cadouin debe ser fundamental para la cuestión de si es auténtica o una falsificación, nos encontramos con nuevas perlas:
"Chevalier consideraba falsa la sábana de Turín -obra, según él, pintada por un artista del siglo XIV- y decía que, de los 40 lienzos que había estudiado, entre los muchos que pretendían ser la auténtica mortaja de Cristo, sólo había dos medianamente creíbles: uno de ellos era el sudario de Besançon y el otro el de Cadouin." (Págs. 13-14)
Al llegar a este punto casi pierdo la ternilla. Veamos, el sudario de Besançon fue destruido en 1794 al considerarse un fraude puesto que se descubrió el molde con el que se renovaba la imagen, algo que no deja de señalar el Sr. Ares en la página 18. Así pues, salvo que creamos en milagros nadie pudo estudiar ese lienzo después de esa fecha ¿no? Pues bien, Ulysse Chevalier nació el 24 de febrero de 1841, casi 47 años después de la destrucción du Saint-Suaire de Besançon así que mal pudo estudiar ese lienzo. Vale, supongamos que lo que quiso decir el canónigo Chevalier o el Sr. Ares (ignoro quién de los dos "mete la pata") es que de la investigación de la documentación relativa etc. etc. pero incluso en ese caso la frase no deja de ser una majadería. Si la documentación histórica en torno a la Sindone es deplorable (ya veremos algo más sobre esto) es, no obstante, una "joya" en comparación con la del Sudario de Besançon. No es sólo que se conserve la noticia acerca del molde con el que se renovaba la imagen, es que además su aparición en la Historia es aún más tardía (en 1523, según recoge el autor en la Pág. 17). Si resulta difícilmente explicable el cómo la reliquia más extraordinaria (si fuera auténtica, claro) de la Cristiandad aparece de forma misteriosa en Lirey a mediados o finales del S XIV, lo es más aún cuanto más avance el tiempo. Por otra parte, las reproducciones que se conservan del Santo Sudario de Besançon muestran algo con muy poco valor artístico y no es por la impericia del autor porque la que se considera su mejor representación, una acuarela realizada por Pierre d´Argent, muestra una figura artística y anatómicamente deplorable. Vamos, que se piense lo que se piense del Sudario turinés, pretender que las credenciales del de Besançon son mejores que las de aquél es para "miccionar y no echar gota" tanto si la frase es realmente de Chevalier como si no.
Ya que estamos con le Saint-Suaire de Besançon y dado el poco interés que parece sentir el Sr. Ares por él habida cuenta del poco espacio que le dedica, me permitirán que enlace este artículo (en francés) que da más detalles sobre este objeto.
Y para concluir esta crítica a los primeros capítulos del libro, una cuestión léxica sin mayor importancia. El autor escribe:
"Y el 8 de septiembre de 1797 volvió a ser ostendido." (Pág. 12)
Obviamente, la RAE no incluye en su Diccionario ningún verbo ostender u ostendir cuyo participio sería "ostendido". El verbo que sí existe es ostentar, cuya primera acepción es "Mostrar o hacer patente algo" y cuyo participio es ostentado y no ese inexistente "ostendido".
Después de aclarar esta cuestión léxica, seguimos. Después de los dos primeros capítulos dedicados a los Sudarios de Cadouin y Besançon (y la explicación del porqué se limita a estos dos ejemplos debe estar en la opinión del canónigo Chevalier antes mencionada, pero hay otros Sudarios con mejores antecedentes históricos como el de Oviedo y que, por tanto, merecían más que se hablara de ellos) comienza por fin a tratar del que constituye el tema de este libro, la Sindone de Turín. Los demás Sudarios no merecen más que una mención que no aclara nada sobre su autenticidad o no:
"se han catalogado más de 40 entre ellos los de Colonia (Alemania), Compiègne, Cahors y Carcasona (Francia), Lier (Bélgica), Madrid, Oviedo y Sangüesa (España) y Milán (Italia). Trozos de sudarios habría en Clermont, Corbeil, Claraval, Narbona, Vézelay, Reims, Soissons y Troyes en Francia, Halberstadt en Alemania y Toledo. Todos ellos eran considerados auténticos por las personas que vivían en sus alrededores." (Pág. 19)
Así, todos juntitos y revueltos, desde los que son meras copias de la Sábana Santa de Turín (entre ellos, el de Torre de la Alameda -Madrid- y el de Lier -Bélgica-) con los que ya estaban documentados antes de la aparición de la Sábana Santa en Lirey (caso del de Oviedo, sin ir más lejos). Pese a que el estudio de la "reliquia" asturiana, frecuentemente relacionada con la de Turín por los sindonólogos hispanos (y también por algunos foráneos como Baima Bollone), era mucho más interesante que las historias de los Sudarios de Cadouin y Besançon no hay nada que se le parezca, ninguna mención, por ejemplo, a que el Sudario de Oviedo fue datado por C-14 por los laboratorios de la Universidad de Arizona en Tucson y por el IsoTrace Radiocarbon Laboratory de Toronto con el resultado con un 95% de intervalo de confianza de que el lino con el que está tejido data del 642-869 d. C. (Tucson) y 653-786 d. C. (Toronto).
"Es probable que usteden hayan visto alguna foto de este sudario y observado una imagen negra, compacta y bien formada. Hay dos motivos para ello. El primero es que están viendo un negativo; el segundo, que esa foto se ha realizado con una luz ultravioleta que resalta los blancos: hace que el lino brille y la imagen anaranjada se vea muy contrastada." (Pág. 19)
Ya, ya, pero hay otro motivo más importante. Por ejemplo, esta imagen ¿es un negativo? Yo juraría que el negativo es esta otra imagen. La razón para que en muchas de las reproducciones fotográficas de la Sábana Santa la imagen aparezca en negro es que están realizadas con película en blanco y negro, ni más ni menos. Por supuesto, cuando la reproducción es en color cambia mucho. Ya que estamos con esta cuestión, una de las cosas que echo en falta en este libro es, precisamente, la ausencia de reproducciones de cualquier tipo así que como el lector no conozca bien la imagen puede sentirse perdido en muchos momentos.
Proseguimos:
"El biólogo Stephen Jay Gould afirmaba que "la ignorancia del contexto es la señal más clara del farsante"." (Pág. 20)
Sin ánimo de polémicas, la ignorancia del contexto es la señal más clara de la ignorancia del contexto, ni más ni menos. La búsqueda de intenciones perversas en lo que sea mera ignorancia me parece fuera de lugar, lo diga Gould o Napoleón Bonaparte. En fin, para no contrariar al biólogo americano desgraciadamente ya fallecido, el Sr. Ares realiza un estudio del contexto geográfico, histórico y social de la Sábana Santa. Comienza con su primera mención histórica, la conocida como "Memoire d´Arcis". En ella, según el Sr. Ares se dice lo siguiente:
"descubrió el fraude y cómo dicho lienzo había sido astutamente pintado, ya que esa verdad testimonió el artista que lo había pintado," (Pág. 21)
Eso me hace dudar de cuál es la fuente que emplea el Sr. Ares y que, evidentemente, no es la traducción directa de la "Memoire d´Arcis" desde su idioma original, el latín. Lo que realmente se dice en ese memorial es:
"reperit fraudem et quomodo pannus ille artificialiter depictus fuerat, et probatum fuit etiam per artificem qui illum depinxerat," lo que se traduce (después de todo, el saber latín no es tan inútil):
"descubrió el fraude y de qué manera aquel paño había sido pintando según las reglas del arte, y fue probado además por el artista que lo había pintado,"
Después de hablar de este memorial hubiera sido un magnífico momento para hablar de la familia de Charny y su relación tanto con el obispo de Troyes Henri de Potiers como con el papa Clemente VII, es decir, con el obispo que según esta memoria descubrió el fraude y prohibió la ostensión del Sudario, y con el Papa que el 6 de enero de 1390 emitió una bula ordenando que se informara a los fieles que aquél no era el auténtico Sudario de Cristo sino una pintura. Sin embargo, el Sr. Ares o desconoce esas relaciones familiares o considera que no tienen importancia para el lector. Como opino lo contrario, me permitirán unas palabras sobre ellas. Henri de Potiers tenía un hermano, Charles de Poitiers, que, a su vez, tenía una hija llamada Marguerite de Poitiers (sobrina, por tanto del obispo) que se casó (después de la prohibición de la ostensión que, según Pierre d´Arcis, llevó a cabo su tío) con Geoffroy II de Charny. Éste era hijo de Geoffroy I de Charny y de Jeanne de Vergy que, cuando enviudó, se casó en segundas nupcias con Aymon de Genève (y, por tanto, se convirtió en padrastro de Geoffroy II de Charny) que, por casualidades de la vida, resulta ser tío de Robert de Genève más conocido como Clemente VII. Como ven, todo queda en familia.
"Debemos recordar que en Troyes se celebró, en 1128, un concilio al que asistieron obispos y abades franceses, un legado pontificio y el propio san Bernardo." (Pág. 21)
Debo reconocer que se me escapa qué importancia tiene para la autenticidad o no de la Sábana Santa que en Troyes se celebrara ese concilio, pero puestos a recordar vamos a ver si lo hacemos bien. Ya dijimos, al hablar de los inicios de la Orden del Temple que la festividad de San Hilario del año de la encarnación de Jesús 1128 es, en realidad, el 13 de enero de 1129 y que fue en esta fecha cuando se celebró el concilio de Troyes.
No sé si se habrán dado cuenta de que desde hace unos días figura un tercer tema en este boboblog, el titulado Scripta volant. Como ignoro si saben algo de latín o si no tienen ni la menor idea de esa lengua (no se preocupen si es así porque es un idioma bastante inútil por obvias razones) les aclaro que hay un aforismo que reza Verba volant, scripta manent lo que significa Las palabras vuelan, los escritos permanecen. Me he permitido el dar la vuelta a la frase de marras porque en estos días que nos ha tocado vivir hay libros tan malos que, en mi opinión, no tienen posibilidades de perdurar por muy escritos que estén. En efecto, puedo equivocarme y, tal vez, dentro de cien años sean textos de referencia pero la posibilidad de que sea así me trae sin cuidado. Como dice el refrán: En cien años todos calvos (y en mi caso no tengo que esperar nada para ello).
Dejo a los bibliotecarios la catalogación de los libros según unos criterios que se me antojan esotéricos. Por contra los míos son muy sencillos, hay textos que me enseñan algo (otros no) y textos que me entretienen (otros no). Eso genera cuatro categorías, textos con valores didácticos que, además, hacen pasar un buen rato, textos con valores didácticos pero más aburridos que el diálogo de una película porno, textos con los mismos valores didácticos que la ESO pero que resultan un magnífico pasatiempo y textos inútiles desde cualquier punto de vista. Obviamente en esta sección sólo voy a ocuparme de estos últimos más que nada por una mera cuestión de solidaridad con los pobres arbolitos talados para convertirlos en el papel con el que se imprimen tales obras. Por descontado esos criterios son absolutamente subjetivos y, por tanto, siéntanse en total libertad para discrepar de mis críticas. No tengan el menor reparo en considerar como una obra maestra los libros que por aquí irán apareciendo (no van a ser mejores ni peores personas por ello). A fin de cuentas, más de cuarenta millones de lectores han comprado el Código de las narices y salvo que hayan caído por esta bitácora por una broma de Google ya saben lo que opino de ese montón de gilipolleces que algunos consideran una novela entretenida (bueno, ahora también las víctimas de la búsqueda del oráculo saben la opinión que me merecen las obras de Danielito Marrón).
Concluido el necesario prefacio (que pueden generalizar a todos los libros que irán desfilando por esta sección) vamos con el título que tiene el inmenso honor (o algo así) de inaugurarla. Redoble de tambores, fanfarrias por doquier... and the winner is...:
La sábana santa ¡vaya timo! por Félix Ares de Blas. Editorial Laetoli S. L., Colección ¡Vaya timo! (no, no voy a hacer ningún chiste sobre ello. Sería demasiado fácil), Volumen nº 3. Villatuerta (tampoco haré de esto motivo de coña por la misma razón antes apuntada), Navarra, 2006. 136 Páginas que parecen muchas, pero muchas más por lo aburridas que se hacen.
Reconozco que sin ser un fanático del libro como objeto sí me gusta que cumpla con unos requisitos mínimos en cuanto a presentación. En este caso (por desgracia) el horroroso color indefinible (¿amarillo? ¿naranja? ¿marrón?) de las pastas flexibles, la ilustración de la portada (¿el Santo Cristo del Estreñimiento?) con mal chiste incorporado, el tamaño de la fuente empleada (no sé si los editores creen que todos los lectores potenciales están afiliados a la ONCE o si, más bien, querían "inflar" el libro) no logró disuadirme de comenzar a leerlo.
Nada más empezar, la primera en la frente:
"Cadouin es una villa de Périgord, uno de los lugares de Francia donde mejor se come, y además con una excelente relación entre calidad y precio." (Pág. 9)
Pues me alegro mucho. Para completar la información turística ¿qué tal la cuestión de los alojamientos? ¿Las carreteras son buenas o son caminos de cabras? ¿Hay lumis y si es así a cuánto se cotizan? Ya puestos a pregonar los encantos de una localidad que sea con una información completa. Si detectan cierto sarcasmo van muy bien encaminados. La razón para ello no es que me parezca mal el añadir cuestiones completamente ajenas al propósito de un libro (si alguien consigue comprender qué tegumentos procreativos tiene que ver la relación entre calidad y precio de los restaurantes de Cadouin con la autenticidad o no de la Sindone de Turín que me lo aclare porque yo no lo veo), lo que me parece mal es criticar lo mismo que uno hace:
"Un ejemplo, nos dice: "El 25 de marzo de 1988 la carta para el Papa con tres sobres fue enviada desde la oficina de correos de Rochester en Jefferson Road. Los sellos eran muy coloristas e incluían cuatro sellos de gatos, don con T. S. Elliot, dos de William Faulkner y un sello conmemorativo de la fabricación de lazos en Estados Unidos..." Continúa diciendo que un funcionario de correos le ayudó a elegir los sellos y tuvo que matasellarlos a mano.
Como usteden ven, muy poco interesante para saber el proceso de datación. A no ser que yo me confunda y saber que la carta dirigida al Papa tenía cuatro sellos de gatos sea muy importante."
Ese párrafo corresponde a la crítica del libro "Relic, icon or hoax? Carbon dating the Shroud of Turin" del que es autor Harry E. Gove y fue publicada en El Escéptico nº 20 (septiembre-diciembre 1995) en su página 72. No creo que necesitan que les diga quién es el autor de la crítica ¿verdad?
Pues bien, después de descubrir que los gatitos de los sellos americanos no tienen importancia en la cuestión de la datación de la Sábana Santa de Turín pero que la calidad de la restauración en Cadouin debe ser fundamental para la cuestión de si es auténtica o una falsificación, nos encontramos con nuevas perlas:
"Chevalier consideraba falsa la sábana de Turín -obra, según él, pintada por un artista del siglo XIV- y decía que, de los 40 lienzos que había estudiado, entre los muchos que pretendían ser la auténtica mortaja de Cristo, sólo había dos medianamente creíbles: uno de ellos era el sudario de Besançon y el otro el de Cadouin." (Págs. 13-14)
Al llegar a este punto casi pierdo la ternilla. Veamos, el sudario de Besançon fue destruido en 1794 al considerarse un fraude puesto que se descubrió el molde con el que se renovaba la imagen, algo que no deja de señalar el Sr. Ares en la página 18. Así pues, salvo que creamos en milagros nadie pudo estudiar ese lienzo después de esa fecha ¿no? Pues bien, Ulysse Chevalier nació el 24 de febrero de 1841, casi 47 años después de la destrucción du Saint-Suaire de Besançon así que mal pudo estudiar ese lienzo. Vale, supongamos que lo que quiso decir el canónigo Chevalier o el Sr. Ares (ignoro quién de los dos "mete la pata") es que de la investigación de la documentación relativa etc. etc. pero incluso en ese caso la frase no deja de ser una majadería. Si la documentación histórica en torno a la Sindone es deplorable (ya veremos algo más sobre esto) es, no obstante, una "joya" en comparación con la del Sudario de Besançon. No es sólo que se conserve la noticia acerca del molde con el que se renovaba la imagen, es que además su aparición en la Historia es aún más tardía (en 1523, según recoge el autor en la Pág. 17). Si resulta difícilmente explicable el cómo la reliquia más extraordinaria (si fuera auténtica, claro) de la Cristiandad aparece de forma misteriosa en Lirey a mediados o finales del S XIV, lo es más aún cuanto más avance el tiempo. Por otra parte, las reproducciones que se conservan del Santo Sudario de Besançon muestran algo con muy poco valor artístico y no es por la impericia del autor porque la que se considera su mejor representación, una acuarela realizada por Pierre d´Argent, muestra una figura artística y anatómicamente deplorable. Vamos, que se piense lo que se piense del Sudario turinés, pretender que las credenciales del de Besançon son mejores que las de aquél es para "miccionar y no echar gota" tanto si la frase es realmente de Chevalier como si no.
Ya que estamos con le Saint-Suaire de Besançon y dado el poco interés que parece sentir el Sr. Ares por él habida cuenta del poco espacio que le dedica, me permitirán que enlace este artículo (en francés) que da más detalles sobre este objeto.
Y para concluir esta crítica a los primeros capítulos del libro, una cuestión léxica sin mayor importancia. El autor escribe:
"Y el 8 de septiembre de 1797 volvió a ser ostendido." (Pág. 12)
Obviamente, la RAE no incluye en su Diccionario ningún verbo ostender u ostendir cuyo participio sería "ostendido". El verbo que sí existe es ostentar, cuya primera acepción es "Mostrar o hacer patente algo" y cuyo participio es ostentado y no ese inexistente "ostendido".
Después de aclarar esta cuestión léxica, seguimos. Después de los dos primeros capítulos dedicados a los Sudarios de Cadouin y Besançon (y la explicación del porqué se limita a estos dos ejemplos debe estar en la opinión del canónigo Chevalier antes mencionada, pero hay otros Sudarios con mejores antecedentes históricos como el de Oviedo y que, por tanto, merecían más que se hablara de ellos) comienza por fin a tratar del que constituye el tema de este libro, la Sindone de Turín. Los demás Sudarios no merecen más que una mención que no aclara nada sobre su autenticidad o no:
"se han catalogado más de 40 entre ellos los de Colonia (Alemania), Compiègne, Cahors y Carcasona (Francia), Lier (Bélgica), Madrid, Oviedo y Sangüesa (España) y Milán (Italia). Trozos de sudarios habría en Clermont, Corbeil, Claraval, Narbona, Vézelay, Reims, Soissons y Troyes en Francia, Halberstadt en Alemania y Toledo. Todos ellos eran considerados auténticos por las personas que vivían en sus alrededores." (Pág. 19)
Así, todos juntitos y revueltos, desde los que son meras copias de la Sábana Santa de Turín (entre ellos, el de Torre de la Alameda -Madrid- y el de Lier -Bélgica-) con los que ya estaban documentados antes de la aparición de la Sábana Santa en Lirey (caso del de Oviedo, sin ir más lejos). Pese a que el estudio de la "reliquia" asturiana, frecuentemente relacionada con la de Turín por los sindonólogos hispanos (y también por algunos foráneos como Baima Bollone), era mucho más interesante que las historias de los Sudarios de Cadouin y Besançon no hay nada que se le parezca, ninguna mención, por ejemplo, a que el Sudario de Oviedo fue datado por C-14 por los laboratorios de la Universidad de Arizona en Tucson y por el IsoTrace Radiocarbon Laboratory de Toronto con el resultado con un 95% de intervalo de confianza de que el lino con el que está tejido data del 642-869 d. C. (Tucson) y 653-786 d. C. (Toronto).
"Es probable que usteden hayan visto alguna foto de este sudario y observado una imagen negra, compacta y bien formada. Hay dos motivos para ello. El primero es que están viendo un negativo; el segundo, que esa foto se ha realizado con una luz ultravioleta que resalta los blancos: hace que el lino brille y la imagen anaranjada se vea muy contrastada." (Pág. 19)
Ya, ya, pero hay otro motivo más importante. Por ejemplo, esta imagen ¿es un negativo? Yo juraría que el negativo es esta otra imagen. La razón para que en muchas de las reproducciones fotográficas de la Sábana Santa la imagen aparezca en negro es que están realizadas con película en blanco y negro, ni más ni menos. Por supuesto, cuando la reproducción es en color cambia mucho. Ya que estamos con esta cuestión, una de las cosas que echo en falta en este libro es, precisamente, la ausencia de reproducciones de cualquier tipo así que como el lector no conozca bien la imagen puede sentirse perdido en muchos momentos.
Proseguimos:
"El biólogo Stephen Jay Gould afirmaba que "la ignorancia del contexto es la señal más clara del farsante"." (Pág. 20)
Sin ánimo de polémicas, la ignorancia del contexto es la señal más clara de la ignorancia del contexto, ni más ni menos. La búsqueda de intenciones perversas en lo que sea mera ignorancia me parece fuera de lugar, lo diga Gould o Napoleón Bonaparte. En fin, para no contrariar al biólogo americano desgraciadamente ya fallecido, el Sr. Ares realiza un estudio del contexto geográfico, histórico y social de la Sábana Santa. Comienza con su primera mención histórica, la conocida como "Memoire d´Arcis". En ella, según el Sr. Ares se dice lo siguiente:
"descubrió el fraude y cómo dicho lienzo había sido astutamente pintado, ya que esa verdad testimonió el artista que lo había pintado," (Pág. 21)
Eso me hace dudar de cuál es la fuente que emplea el Sr. Ares y que, evidentemente, no es la traducción directa de la "Memoire d´Arcis" desde su idioma original, el latín. Lo que realmente se dice en ese memorial es:
"reperit fraudem et quomodo pannus ille artificialiter depictus fuerat, et probatum fuit etiam per artificem qui illum depinxerat," lo que se traduce (después de todo, el saber latín no es tan inútil):
"descubrió el fraude y de qué manera aquel paño había sido pintando según las reglas del arte, y fue probado además por el artista que lo había pintado,"
Después de hablar de este memorial hubiera sido un magnífico momento para hablar de la familia de Charny y su relación tanto con el obispo de Troyes Henri de Potiers como con el papa Clemente VII, es decir, con el obispo que según esta memoria descubrió el fraude y prohibió la ostensión del Sudario, y con el Papa que el 6 de enero de 1390 emitió una bula ordenando que se informara a los fieles que aquél no era el auténtico Sudario de Cristo sino una pintura. Sin embargo, el Sr. Ares o desconoce esas relaciones familiares o considera que no tienen importancia para el lector. Como opino lo contrario, me permitirán unas palabras sobre ellas. Henri de Potiers tenía un hermano, Charles de Poitiers, que, a su vez, tenía una hija llamada Marguerite de Poitiers (sobrina, por tanto del obispo) que se casó (después de la prohibición de la ostensión que, según Pierre d´Arcis, llevó a cabo su tío) con Geoffroy II de Charny. Éste era hijo de Geoffroy I de Charny y de Jeanne de Vergy que, cuando enviudó, se casó en segundas nupcias con Aymon de Genève (y, por tanto, se convirtió en padrastro de Geoffroy II de Charny) que, por casualidades de la vida, resulta ser tío de Robert de Genève más conocido como Clemente VII. Como ven, todo queda en familia.
"Debemos recordar que en Troyes se celebró, en 1128, un concilio al que asistieron obispos y abades franceses, un legado pontificio y el propio san Bernardo." (Pág. 21)
Debo reconocer que se me escapa qué importancia tiene para la autenticidad o no de la Sábana Santa que en Troyes se celebrara ese concilio, pero puestos a recordar vamos a ver si lo hacemos bien. Ya dijimos, al hablar de los inicios de la Orden del Temple que la festividad de San Hilario del año de la encarnación de Jesús 1128 es, en realidad, el 13 de enero de 1129 y que fue en esta fecha cuando se celebró el concilio de Troyes.
No sé si se habrán dado cuenta de que desde hace unos días figura un tercer tema en este boboblog, el titulado Scripta volant. Como ignoro si saben algo de latín o si no tienen ni la menor idea de esa lengua (no se preocupen si es así porque es un idioma bastante inútil por obvias razones) les aclaro que hay un aforismo que reza Verba volant, scripta manent lo que significa Las palabras vuelan, los escritos permanecen. Me he permitido el dar la vuelta a la frase de marras porque en estos días que nos ha tocado vivir hay libros tan malos que, en mi opinión, no tienen posibilidades de perdurar por muy escritos que estén. En efecto, puedo equivocarme y, tal vez, dentro de cien años sean textos de referencia pero la posibilidad de que sea así me trae sin cuidado. Como dice el refrán: En cien años todos calvos (y en mi caso no tengo que esperar nada para ello).
Dejo a los bibliotecarios la catalogación de los libros según unos criterios que se me antojan esotéricos. Por contra los míos son muy sencillos, hay textos que me enseñan algo (otros no) y textos que me entretienen (otros no). Eso genera cuatro categorías, textos con valores didácticos que, además, hacen pasar un buen rato, textos con valores didácticos pero más aburridos que el diálogo de una película porno, textos con los mismos valores didácticos que la ESO pero que resultan un magnífico pasatiempo y textos inútiles desde cualquier punto de vista. Obviamente en esta sección sólo voy a ocuparme de estos últimos más que nada por una mera cuestión de solidaridad con los pobres arbolitos talados para convertirlos en el papel con el que se imprimen tales obras. Por descontado esos criterios son absolutamente subjetivos y, por tanto, siéntanse en total libertad para discrepar de mis críticas. No tengan el menor reparo en considerar como una obra maestra los libros que por aquí irán apareciendo (no van a ser mejores ni peores personas por ello). A fin de cuentas, más de cuarenta millones de lectores han comprado el Código de las narices y salvo que hayan caído por esta bitácora por una broma de Google ya saben lo que opino de ese montón de gilipolleces que algunos consideran una novela entretenida (bueno, ahora también las víctimas de la búsqueda del oráculo saben la opinión que me merecen las obras de Danielito Marrón).
Concluido el necesario prefacio (que pueden generalizar a todos los libros que irán desfilando por esta sección) vamos con el título que tiene el inmenso honor (o algo así) de inaugurarla. Redoble de tambores, fanfarrias por doquier... and the winner is...:
La sábana santa ¡vaya timo! por Félix Ares de Blas. Editorial Laetoli S. L., Colección ¡Vaya timo! (no, no voy a hacer ningún chiste sobre ello. Sería demasiado fácil), Volumen nº 3. Villatuerta (tampoco haré de esto motivo de coña por la misma razón antes apuntada), Navarra, 2006. 136 Páginas que parecen muchas, pero muchas más por lo aburridas que se hacen.
Reconozco que sin ser un fanático del libro como objeto sí me gusta que cumpla con unos requisitos mínimos en cuanto a presentación. En este caso (por desgracia) el horroroso color indefinible (¿amarillo? ¿naranja? ¿marrón?) de las pastas flexibles, la ilustración de la portada (¿el Santo Cristo del Estreñimiento?) con mal chiste incorporado, el tamaño de la fuente empleada (no sé si los editores creen que todos los lectores potenciales están afiliados a la ONCE o si, más bien, querían "inflar" el libro) no logró disuadirme de comenzar a leerlo.
Nada más empezar, la primera en la frente:
"Cadouin es una villa de Périgord, uno de los lugares de Francia donde mejor se come, y además con una excelente relación entre calidad y precio." (Pág. 9)
Pues me alegro mucho. Para completar la información turística ¿qué tal la cuestión de los alojamientos? ¿Las carreteras son buenas o son caminos de cabras? ¿Hay lumis y si es así a cuánto se cotizan? Ya puestos a pregonar los encantos de una localidad que sea con una información completa. Si detectan cierto sarcasmo van muy bien encaminados. La razón para ello no es que me parezca mal el añadir cuestiones completamente ajenas al propósito de un libro (si alguien consigue comprender qué tegumentos procreativos tiene que ver la relación entre calidad y precio de los restaurantes de Cadouin con la autenticidad o no de la Sindone de Turín que me lo aclare porque yo no lo veo), lo que me parece mal es criticar lo mismo que uno hace:
"Un ejemplo, nos dice: "El 25 de marzo de 1988 la carta para el Papa con tres sobres fue enviada desde la oficina de correos de Rochester en Jefferson Road. Los sellos eran muy coloristas e incluían cuatro sellos de gatos, don con T. S. Elliot, dos de William Faulkner y un sello conmemorativo de la fabricación de lazos en Estados Unidos..." Continúa diciendo que un funcionario de correos le ayudó a elegir los sellos y tuvo que matasellarlos a mano.
Como usteden ven, muy poco interesante para saber el proceso de datación. A no ser que yo me confunda y saber que la carta dirigida al Papa tenía cuatro sellos de gatos sea muy importante."
Ese párrafo corresponde a la crítica del libro "Relic, icon or hoax? Carbon dating the Shroud of Turin" del que es autor Harry E. Gove y fue publicada en El Escéptico nº 20 (septiembre-diciembre 1995) en su página 72. No creo que necesitan que les diga quién es el autor de la crítica ¿verdad?
Pues bien, después de descubrir que los gatitos de los sellos americanos no tienen importancia en la cuestión de la datación de la Sábana Santa de Turín pero que la calidad de la restauración en Cadouin debe ser fundamental para la cuestión de si es auténtica o una falsificación, nos encontramos con nuevas perlas:
"Chevalier consideraba falsa la sábana de Turín -obra, según él, pintada por un artista del siglo XIV- y decía que, de los 40 lienzos que había estudiado, entre los muchos que pretendían ser la auténtica mortaja de Cristo, sólo había dos medianamente creíbles: uno de ellos era el sudario de Besançon y el otro el de Cadouin." (Págs. 13-14)
Al llegar a este punto casi pierdo la ternilla. Veamos, el sudario de Besançon fue destruido en 1794 al considerarse un fraude puesto que se descubrió el molde con el que se renovaba la imagen, algo que no deja de señalar el Sr. Ares en la página 18. Así pues, salvo que creamos en milagros nadie pudo estudiar ese lienzo después de esa fecha ¿no? Pues bien, Ulysse Chevalier nació el 24 de febrero de 1841, casi 47 años después de la destrucción du Saint-Suaire de Besançon así que mal pudo estudiar ese lienzo. Vale, supongamos que lo que quiso decir el canónigo Chevalier o el Sr. Ares (ignoro quién de los dos "mete la pata") es que de la investigación de la documentación relativa etc. etc. pero incluso en ese caso la frase no deja de ser una majadería. Si la documentación histórica en torno a la Sindone es deplorable (ya veremos algo más sobre esto) es, no obstante, una "joya" en comparación con la del Sudario de Besançon. No es sólo que se conserve la noticia acerca del molde con el que se renovaba la imagen, es que además su aparición en la Historia es aún más tardía (en 1523, según recoge el autor en la Pág. 17). Si resulta difícilmente explicable el cómo la reliquia más extraordinaria (si fuera auténtica, claro) de la Cristiandad aparece de forma misteriosa en Lirey a mediados o finales del S XIV, lo es más aún cuanto más avance el tiempo. Por otra parte, las reproducciones que se conservan del Santo Sudario de Besançon muestran algo con muy poco valor artístico y no es por la impericia del autor porque la que se considera su mejor representación, una acuarela realizada por Pierre d´Argent, muestra una figura artística y anatómicamente deplorable. Vamos, que se piense lo que se piense del Sudario turinés, pretender que las credenciales del de Besançon son mejores que las de aquél es para "miccionar y no echar gota" tanto si la frase es realmente de Chevalier como si no.
Ya que estamos con le Saint-Suaire de Besançon y dado el poco interés que parece sentir el Sr. Ares por él habida cuenta del poco espacio que le dedica, me permitirán que enlace este artículo (en francés) que da más detalles sobre este objeto.
Y para concluir esta crítica a los primeros capítulos del libro, una cuestión léxica sin mayor importancia. El autor escribe:
"Y el 8 de septiembre de 1797 volvió a ser ostendido." (Pág. 12)
Obviamente, la RAE no incluye en su Diccionario ningún verbo ostender u ostendir cuyo participio sería "ostendido". El verbo que sí existe es ostentar, cuya primera acepción es "Mostrar o hacer patente algo" y cuyo participio es ostentado y no ese inexistente "ostendido".
Después de aclarar esta cuestión léxica, seguimos. Después de los dos primeros capítulos dedicados a los Sudarios de Cadouin y Besançon (y la explicación del porqué se limita a estos dos ejemplos debe estar en la opinión del canónigo Chevalier antes mencionada, pero hay otros Sudarios con mejores antecedentes históricos como el de Oviedo y que, por tanto, merecían más que se hablara de ellos) comienza por fin a tratar del que constituye el tema de este libro, la Sindone de Turín. Los demás Sudarios no merecen más que una mención que no aclara nada sobre su autenticidad o no:
"se han catalogado más de 40 entre ellos los de Colonia (Alemania), Compiègne, Cahors y Carcasona (Francia), Lier (Bélgica), Madrid, Oviedo y Sangüesa (España) y Milán (Italia). Trozos de sudarios habría en Clermont, Corbeil, Claraval, Narbona, Vézelay, Reims, Soissons y Troyes en Francia, Halberstadt en Alemania y Toledo. Todos ellos eran considerados auténticos por las personas que vivían en sus alrededores." (Pág. 19)
Así, todos juntitos y revueltos, desde los que son meras copias de la Sábana Santa de Turín (entre ellos, el de Torre de la Alameda -Madrid- y el de Lier -Bélgica-) con los que ya estaban documentados antes de la aparición de la Sábana Santa en Lirey (caso del de Oviedo, sin ir más lejos). Pese a que el estudio de la "reliquia" asturiana, frecuentemente relacionada con la de Turín por los sindonólogos hispanos (y también por algunos foráneos como Baima Bollone), era mucho más interesante que las historias de los Sudarios de Cadouin y Besançon no hay nada que se le parezca, ninguna mención, por ejemplo, a que el Sudario de Oviedo fue datado por C-14 por los laboratorios de la Universidad de Arizona en Tucson y por el IsoTrace Radiocarbon Laboratory de Toronto con el resultado con un 95% de intervalo de confianza de que el lino con el que está tejido data del 642-869 d. C. (Tucson) y 653-786 d. C. (Toronto).
"Es probable que usteden hayan visto alguna foto de este sudario y observado una imagen negra, compacta y bien formada. Hay dos motivos para ello. El primero es que están viendo un negativo; el segundo, que esa foto se ha realizado con una luz ultravioleta que resalta los blancos: hace que el lino brille y la imagen anaranjada se vea muy contrastada." (Pág. 19)
Ya, ya, pero hay otro motivo más importante. Por ejemplo, esta imagen ¿es un negativo? Yo juraría que el negativo es esta otra imagen. La razón para que en muchas de las reproducciones fotográficas de la Sábana Santa la imagen aparezca en negro es que están realizadas con película en blanco y negro, ni más ni menos. Por supuesto, cuando la reproducción es en color cambia mucho. Ya que estamos con esta cuestión, una de las cosas que echo en falta en este libro es, precisamente, la ausencia de reproducciones de cualquier tipo así que como el lector no conozca bien la imagen puede sentirse perdido en muchos momentos.
Proseguimos:
"El biólogo Stephen Jay Gould afirmaba que "la ignorancia del contexto es la señal más clara del farsante"." (Pág. 20)
Sin ánimo de polémicas, la ignorancia del contexto es la señal más clara de la ignorancia del contexto, ni más ni menos. La búsqueda de intenciones perversas en lo que sea mera ignorancia me parece fuera de lugar, lo diga Gould o Napoleón Bonaparte. En fin, para no contrariar al biólogo americano desgraciadamente ya fallecido, el Sr. Ares realiza un estudio del contexto geográfico, histórico y social de la Sábana Santa. Comienza con su primera mención histórica, la conocida como "Memoire d´Arcis". En ella, según el Sr. Ares se dice lo siguiente:
"descubrió el fraude y cómo dicho lienzo había sido astutamente pintado, ya que esa verdad testimonió el artista que lo había pintado," (Pág. 21)
Eso me hace dudar de cuál es la fuente que emplea el Sr. Ares y que, evidentemente, no es la traducción directa de la "Memoire d´Arcis" desde su idioma original, el latín. Lo que realmente se dice en ese memorial es:
"reperit fraudem et quomodo pannus ille artificialiter depictus fuerat, et probatum fuit etiam per artificem qui illum depinxerat," lo que se traduce (después de todo, el saber latín no es tan inútil):
"descubrió el fraude y de qué manera aquel paño había sido pintando según las reglas del arte, y fue probado además por el artista que lo había pintado,"
Después de hablar de este memorial hubiera sido un magnífico momento para hablar de la familia de Charny y su relación tanto con el obispo de Troyes Henri de Potiers como con el papa Clemente VII, es decir, con el obispo que según esta memoria descubrió el fraude y prohibió la ostensión del Sudario, y con el Papa que el 6 de enero de 1390 emitió una bula ordenando que se informara a los fieles que aquél no era el auténtico Sudario de Cristo sino una pintura. Sin embargo, el Sr. Ares o desconoce esas relaciones familiares o considera que no tienen importancia para el lector. Como opino lo contrario, me permitirán unas palabras sobre ellas. Henri de Potiers tenía un hermano, Charles de Poitiers, que, a su vez, tenía una hija llamada Marguerite de Poitiers (sobrina, por tanto del obispo) que se casó (después de la prohibición de la ostensión que, según Pierre d´Arcis, llevó a cabo su tío) con Geoffroy II de Charny. Éste era hijo de Geoffroy I de Charny y de Jeanne de Vergy que, cuando enviudó, se casó en segundas nupcias con Aymon de Genève (y, por tanto, se convirtió en padrastro de Geoffroy II de Charny) que, por casualidades de la vida, resulta ser tío de Robert de Genève más conocido como Clemente VII. Como ven, todo queda en familia.
"Debemos recordar que en Troyes se celebró, en 1128, un concilio al que asistieron obispos y abades franceses, un legado pontificio y el propio san Bernardo." (Pág. 21)
Debo reconocer que se me escapa qué importancia tiene para la autenticidad o no de la Sábana Santa que en Troyes se celebrara ese concilio, pero puestos a recordar vamos a ver si lo hacemos bien. Ya dijimos, al hablar de los inicios de la Orden del Temple que la festividad de San Hilario del año de la encarnación de Jesús 1128 es, en realidad, el 13 de enero de 1129 y que fue en esta fecha cuando se celebró el concilio de Troyes.
No sé si se habrán dado cuenta de que desde hace unos días figura un tercer tema en este boboblog, el titulado Scripta volant. Como ignoro si saben algo de latín o si no tienen ni la menor idea de esa lengua (no se preocupen si es así porque es un idioma bastante inútil por obvias razones) les aclaro que hay un aforismo que reza Verba volant, scripta manent lo que significa Las palabras vuelan, los escritos permanecen. Me he permitido el dar la vuelta a la frase de marras porque en estos días que nos ha tocado vivir hay libros tan malos que, en mi opinión, no tienen posibilidades de perdurar por muy escritos que estén. En efecto, puedo equivocarme y, tal vez, dentro de cien años sean textos de referencia pero la posibilidad de que sea así me trae sin cuidado. Como dice el refrán: En cien años todos calvos (y en mi caso no tengo que esperar nada para ello).
Dejo a los bibliotecarios la catalogación de los libros según unos criterios que se me antojan esotéricos. Por contra los míos son muy sencillos, hay textos que me enseñan algo (otros no) y textos que me entretienen (otros no). Eso genera cuatro categorías, textos con valores didácticos que, además, hacen pasar un buen rato, textos con valores didácticos pero más aburridos que el diálogo de una película porno, textos con los mismos valores didácticos que la ESO pero que resultan un magnífico pasatiempo y textos inútiles desde cualquier punto de vista. Obviamente en esta sección sólo voy a ocuparme de estos últimos más que nada por una mera cuestión de solidaridad con los pobres arbolitos talados para convertirlos en el papel con el que se imprimen tales obras. Por descontado esos criterios son absolutamente subjetivos y, por tanto, siéntanse en total libertad para discrepar de mis críticas. No tengan el menor reparo en considerar como una obra maestra los libros que por aquí irán apareciendo (no van a ser mejores ni peores personas por ello). A fin de cuentas, más de cuarenta millones de lectores han comprado el Código de las narices y salvo que hayan caído por esta bitácora por una broma de Google ya saben lo que opino de ese montón de gilipolleces que algunos consideran una novela entretenida (bueno, ahora también las víctimas de la búsqueda del oráculo saben la opinión que me merecen las obras de Danielito Marrón).
Concluido el necesario prefacio (que pueden generalizar a todos los libros que irán desfilando por esta sección) vamos con el título que tiene el inmenso honor (o algo así) de inaugurarla. Redoble de tambores, fanfarrias por doquier... and the winner is...:
La sábana santa ¡vaya timo! por Félix Ares de Blas. Editorial Laetoli S. L., Colección ¡Vaya timo! (no, no voy a hacer ningún chiste sobre ello. Sería demasiado fácil), Volumen nº 3. Villatuerta (tampoco haré de esto motivo de coña por la misma razón antes apuntada), Navarra, 2006. 136 Páginas que parecen muchas, pero muchas más por lo aburridas que se hacen.
Reconozco que sin ser un fanático del libro como objeto sí me gusta que cumpla con unos requisitos mínimos en cuanto a presentación. En este caso (por desgracia) el horroroso color indefinible (¿amarillo? ¿naranja? ¿marrón?) de las pastas flexibles, la ilustración de la portada (¿el Santo Cristo del Estreñimiento?) con mal chiste incorporado, el tamaño de la fuente empleada (no sé si los editores creen que todos los lectores potenciales están afiliados a la ONCE o si, más bien, querían "inflar" el libro) no logró disuadirme de comenzar a leerlo.
Nada más empezar, la primera en la frente:
"Cadouin es una villa de Périgord, uno de los lugares de Francia donde mejor se come, y además con una excelente relación entre calidad y precio." (Pág. 9)
Pues me alegro mucho. Para completar la información turística ¿qué tal la cuestión de los alojamientos? ¿Las carreteras son buenas o son caminos de cabras? ¿Hay lumis y si es así a cuánto se cotizan? Ya puestos a pregonar los encantos de una localidad que sea con una información completa. Si detectan cierto sarcasmo van muy bien encaminados. La razón para ello no es que me parezca mal el añadir cuestiones completamente ajenas al propósito de un libro (si alguien consigue comprender qué tegumentos procreativos tiene que ver la relación entre calidad y precio de los restaurantes de Cadouin con la autenticidad o no de la Sindone de Turín que me lo aclare porque yo no lo veo), lo que me parece mal es criticar lo mismo que uno hace:
"Un ejemplo, nos dice: "El 25 de marzo de 1988 la carta para el Papa con tres sobres fue enviada desde la oficina de correos de Rochester en Jefferson Road. Los sellos eran muy coloristas e incluían cuatro sellos de gatos, don con T. S. Elliot, dos de William Faulkner y un sello conmemorativo de la fabricación de lazos en Estados Unidos..." Continúa diciendo que un funcionario de correos le ayudó a elegir los sellos y tuvo que matasellarlos a mano.
Como usteden ven, muy poco interesante para saber el proceso de datación. A no ser que yo me confunda y saber que la carta dirigida al Papa tenía cuatro sellos de gatos sea muy importante."
Ese párrafo corresponde a la crítica del libro "Relic, icon or hoax? Carbon dating the Shroud of Turin" del que es autor Harry E. Gove y fue publicada en El Escéptico nº 20 (septiembre-diciembre 1995) en su página 72. No creo que necesitan que les diga quién es el autor de la crítica ¿verdad?
Pues bien, después de descubrir que los gatitos de los sellos americanos no tienen importancia en la cuestión de la datación de la Sábana Santa de Turín pero que la calidad de la restauración en Cadouin debe ser fundamental para la cuestión de si es auténtica o una falsificación, nos encontramos con nuevas perlas:
"Chevalier consideraba falsa la sábana de Turín -obra, según él, pintada por un artista del siglo XIV- y decía que, de los 40 lienzos que había estudiado, entre los muchos que pretendían ser la auténtica mortaja de Cristo, sólo había dos medianamente creíbles: uno de ellos era el sudario de Besançon y el otro el de Cadouin." (Págs. 13-14)
Al llegar a este punto casi pierdo la ternilla. Veamos, el sudario de Besançon fue destruido en 1794 al considerarse un fraude puesto que se descubrió el molde con el que se renovaba la imagen, algo que no deja de señalar el Sr. Ares en la página 18. Así pues, salvo que creamos en milagros nadie pudo estudiar ese lienzo después de esa fecha ¿no? Pues bien, Ulysse Chevalier nació el 24 de febrero de 1841, casi 47 años después de la destrucción du Saint-Suaire de Besançon así que mal pudo estudiar ese lienzo. Vale, supongamos que lo que quiso decir el canónigo Chevalier o el Sr. Ares (ignoro quién de los dos "mete la pata") es que de la investigación de la documentación relativa etc. etc. pero incluso en ese caso la frase no deja de ser una majadería. Si la documentación histórica en torno a la Sindone es deplorable (ya veremos algo más sobre esto) es, no obstante, una "joya" en comparación con la del Sudario de Besançon. No es sólo que se conserve la noticia acerca del molde con el que se renovaba la imagen, es que además su aparición en la Historia es aún más tardía (en 1523, según recoge el autor en la Pág. 17). Si resulta difícilmente explicable el cómo la reliquia más extraordinaria (si fuera auténtica, claro) de la Cristiandad aparece de forma misteriosa en Lirey a mediados o finales del S XIV, lo es más aún cuanto más avance el tiempo. Por otra parte, las reproducciones que se conservan del Santo Sudario de Besançon muestran algo con muy poco valor artístico y no es por la impericia del autor porque la que se considera su mejor representación, una acuarela realizada por Pierre d´Argent, muestra una figura artística y anatómicamente deplorable. Vamos, que se piense lo que se piense del Sudario turinés, pretender que las credenciales del de Besançon son mejores que las de aquél es para "miccionar y no echar gota" tanto si la frase es realmente de Chevalier como si no.
Ya que estamos con le Saint-Suaire de Besançon y dado el poco interés que parece sentir el Sr. Ares por él habida cuenta del poco espacio que le dedica, me permitirán que enlace este artículo (en francés) que da más detalles sobre este objeto.
Y para concluir esta crítica a los primeros capítulos del libro, una cuestión léxica sin mayor importancia. El autor escribe:
"Y el 8 de septiembre de 1797 volvió a ser ostendido." (Pág. 12)
Obviamente, la RAE no incluye en su Diccionario ningún verbo ostender u ostendir cuyo participio sería "ostendido". El verbo que sí existe es ostentar, cuya primera acepción es "Mostrar o hacer patente algo" y cuyo participio es ostentado y no ese inexistente "ostendido".
Después de aclarar esta cuestión léxica, seguimos. Después de los dos primeros capítulos dedicados a los Sudarios de Cadouin y Besançon (y la explicación del porqué se limita a estos dos ejemplos debe estar en la opinión del canónigo Chevalier antes mencionada, pero hay otros Sudarios con mejores antecedentes históricos como el de Oviedo y que, por tanto, merecían más que se hablara de ellos) comienza por fin a tratar del que constituye el tema de este libro, la Sindone de Turín. Los demás Sudarios no merecen más que una mención que no aclara nada sobre su autenticidad o no:
"se han catalogado más de 40 entre ellos los de Colonia (Alemania), Compiègne, Cahors y Carcasona (Francia), Lier (Bélgica), Madrid, Oviedo y Sangüesa (España) y Milán (Italia). Trozos de sudarios habría en Clermont, Corbeil, Claraval, Narbona, Vézelay, Reims, Soissons y Troyes en Francia, Halberstadt en Alemania y Toledo. Todos ellos eran considerados auténticos por las personas que vivían en sus alrededores." (Pág. 19)
Así, todos juntitos y revueltos, desde los que son meras copias de la Sábana Santa de Turín (entre ellos, el de Torre de la Alameda -Madrid- y el de Lier -Bélgica-) con los que ya estaban documentados antes de la aparición de la Sábana Santa en Lirey (caso del de Oviedo, sin ir más lejos). Pese a que el estudio de la "reliquia" asturiana, frecuentemente relacionada con la de Turín por los sindonólogos hispanos (y también por algunos foráneos como Baima Bollone), era mucho más interesante que las historias de los Sudarios de Cadouin y Besançon no hay nada que se le parezca, ninguna mención, por ejemplo, a que el Sudario de Oviedo fue datado por C-14 por los laboratorios de la Universidad de Arizona en Tucson y por el IsoTrace Radiocarbon Laboratory de Toronto con el resultado con un 95% de intervalo de confianza de que el lino con el que está tejido data del 642-869 d. C. (Tucson) y 653-786 d. C. (Toronto).
"Es probable que usteden hayan visto alguna foto de este sudario y observado una imagen negra, compacta y bien formada. Hay dos motivos para ello. El primero es que están viendo un negativo; el segundo, que esa foto se ha realizado con una luz ultravioleta que resalta los blancos: hace que el lino brille y la imagen anaranjada se vea muy contrastada." (Pág. 19)
Ya, ya, pero hay otro motivo más importante. Por ejemplo, esta imagen ¿es un negativo? Yo juraría que el negativo es esta otra imagen. La razón para que en muchas de las reproducciones fotográficas de la Sábana Santa la imagen aparezca en negro es que están realizadas con película en blanco y negro, ni más ni menos. Por supuesto, cuando la reproducción es en color cambia mucho. Ya que estamos con esta cuestión, una de las cosas que echo en falta en este libro es, precisamente, la ausencia de reproducciones de cualquier tipo así que como el lector no conozca bien la imagen puede sentirse perdido en muchos momentos.
Proseguimos:
"El biólogo Stephen Jay Gould afirmaba que "la ignorancia del contexto es la señal más clara del farsante"." (Pág. 20)
Sin ánimo de polémicas, la ignorancia del contexto es la señal más clara de la ignorancia del contexto, ni más ni menos. La búsqueda de intenciones perversas en lo que sea mera ignorancia me parece fuera de lugar, lo diga Gould o Napoleón Bonaparte. En fin, para no contrariar al biólogo americano desgraciadamente ya fallecido, el Sr. Ares realiza un estudio del contexto geográfico, histórico y social de la Sábana Santa. Comienza con su primera mención histórica, la conocida como "Memoire d´Arcis". En ella, según el Sr. Ares se dice lo siguiente:
"descubrió el fraude y cómo dicho lienzo había sido astutamente pintado, ya que esa verdad testimonió el artista que lo había pintado," (Pág. 21)
Eso me hace dudar de cuál es la fuente que emplea el Sr. Ares y que, evidentemente, no es la traducción directa de la "Memoire d´Arcis" desde su idioma original, el latín. Lo que realmente se dice en ese memorial es:
"reperit fraudem et quomodo pannus ille artificialiter depictus fuerat, et probatum fuit etiam per artificem qui illum depinxerat," lo que se traduce (después de todo, el saber latín no es tan inútil):
"descubrió el fraude y de qué manera aquel paño había sido pintando según las reglas del arte, y fue probado además por el artista que lo había pintado,"
Después de hablar de este memorial hubiera sido un magnífico momento para hablar de la familia de Charny y su relación tanto con el obispo de Troyes Henri de Potiers como con el papa Clemente VII, es decir, con el obispo que según esta memoria descubrió el fraude y prohibió la ostensión del Sudario, y con el Papa que el 6 de enero de 1390 emitió una bula ordenando que se informara a los fieles que aquél no era el auténtico Sudario de Cristo sino una pintura. Sin embargo, el Sr. Ares o desconoce esas relaciones familiares o considera que no tienen importancia para el lector. Como opino lo contrario, me permitirán unas palabras sobre ellas. Henri de Potiers tenía un hermano, Charles de Poitiers, que, a su vez, tenía una hija llamada Marguerite de Poitiers (sobrina, por tanto del obispo) que se casó (después de la prohibición de la ostensión que, según Pierre d´Arcis, llevó a cabo su tío) con Geoffroy II de Charny. Éste era hijo de Geoffroy I de Charny y de Jeanne de Vergy que, cuando enviudó, se casó en segundas nupcias con Aymon de Genève (y, por tanto, se convirtió en padrastro de Geoffroy II de Charny) que, por casualidades de la vida, resulta ser tío de Robert de Genève más conocido como Clemente VII. Como ven, todo queda en familia.
"Debemos recordar que en Troyes se celebró, en 1128, un concilio al que asistieron obispos y abades franceses, un legado pontificio y el propio san Bernardo." (Pág. 21)
Debo reconocer que se me escapa qué importancia tiene para la autenticidad o no de la Sábana Santa que en Troyes se celebrara ese concilio, pero puestos a recordar vamos a ver si lo hacemos bien. Ya dijimos, al hablar de los inicios de la Orden del Temple que la festividad de San Hilario del año de la encarnación de Jesús 1128 es, en realidad, el 13 de enero de 1129 y que fue en esta fecha cuando se celebró el concilio de Troyes.d
No sé si se habrán dado cuenta de que desde hace unos días figura un tercer tema en este boboblog, el titulado Scripta volant. Como ignoro si saben algo de latín o si no tienen ni la menor idea de esa lengua (no se preocupen si es así porque es un idioma bastante inútil por obvias razones) les aclaro que hay un aforismo que reza Verba volant, scripta manent lo que significa Las palabras vuelan, los escritos permanecen. Me he permitido el dar la vuelta a la frase de marras porque en estos días que nos ha tocado vivir hay libros tan malos que, en mi opinión, no tienen posibilidades de perdurar por muy escritos que estén. En efecto, puedo equivocarme y, tal vez, dentro de cien años sean textos de referencia pero la posibilidad de que sea así me trae sin cuidado. Como dice el refrán: En cien años todos calvos (y en mi caso no tengo que esperar nada para ello).
Dejo a los bibliotecarios la catalogación de los libros según unos criterios que se me antojan esotéricos. Por contra los míos son muy sencillos, hay textos que me enseñan algo (otros no) y textos que me entretienen (otros no). Eso genera cuatro categorías, textos con valores didácticos que, además, hacen pasar un buen rato, textos con valores didácticos pero más aburridos que el diálogo de una película porno, textos con los mismos valores didácticos que la ESO pero que resultan un magnífico pasatiempo y textos inútiles desde cualquier punto de vista. Obviamente en esta sección sólo voy a ocuparme de estos últimos más que nada por una mera cuestión de solidaridad con los pobres arbolitos talados para convertirlos en el papel con el que se imprimen tales obras. Por descontado esos criterios son absolutamente subjetivos y, por tanto, siéntanse en total libertad para discrepar de mis críticas. No tengan el menor reparo en considerar como una obra maestra los libros que por aquí irán apareciendo (no van a ser mejores ni peores personas por ello). A fin de cuentas, más de cuarenta millones de lectores han comprado el Código de las narices y salvo que hayan caído por esta bitácora por una broma de Google ya saben lo que opino de ese montón de gilipolleces que algunos consideran una novela entretenida (bueno, ahora también las víctimas de la búsqueda del oráculo saben la opinión que me merecen las obras de Danielito Marrón).
Concluido el necesario prefacio (que pueden generalizar a todos los libros que irán desfilando por esta sección) vamos con el título que tiene el inmenso honor (o algo así) de inaugurarla. Redoble de tambores, fanfarrias por doquier... and the winner is...:
La sábana santa ¡vaya timo! por Félix Ares de Blas. Editorial Laetoli S. L., Colección ¡Vaya timo! (no, no voy a hacer ningún chiste sobre ello. Sería demasiado fácil), Volumen nº 3. Villatuerta (tampoco haré de esto motivo de coña por la misma razón antes apuntada), Navarra, 2006. 136 Páginas que parecen muchas, pero muchas más por lo aburridas que se hacen.
Reconozco que sin ser un fanático del libro como objeto sí me gusta que cumpla con unos requisitos mínimos en cuanto a presentación. En este caso (por desgracia) el horroroso color indefinible (¿amarillo? ¿naranja? ¿marrón?) de las pastas flexibles, la ilustración de la portada (¿el Santo Cristo del Estreñimiento?) con mal chiste incorporado, el tamaño de la fuente empleada (no sé si los editores creen que todos los lectores potenciales están afiliados a la ONCE o si, más bien, querían "inflar" el libro) no logró disuadirme de comenzar a leerlo.
Nada más empezar, la primera en la frente:
"Cadouin es una villa de Périgord, uno de los lugares de Francia donde mejor se come, y además con una excelente relación entre calidad y precio." (Pág. 9)
Pues me alegro mucho. Para completar la información turística ¿qué tal la cuestión de los alojamientos? ¿Las carreteras son buenas o son caminos de cabras? ¿Hay lumis y si es así a cuánto se cotizan? Ya puestos a pregonar los encantos de una localidad que sea con una información completa. Si detectan cierto sarcasmo van muy bien encaminados. La razón para ello no es que me parezca mal el añadir cuestiones completamente ajenas al propósito de un libro (si alguien consigue comprender qué tegumentos procreativos tiene que ver la relación entre calidad y precio de los restaurantes de Cadouin con la autenticidad o no de la Sindone de Turín que me lo aclare porque yo no lo veo), lo que me parece mal es criticar lo mismo que uno hace:
"Un ejemplo, nos dice: "El 25 de marzo de 1988 la carta para el Papa con tres sobres fue enviada desde la oficina de correos de Rochester en Jefferson Road. Los sellos eran muy coloristas e incluían cuatro sellos de gatos, don con T. S. Elliot, dos de William Faulkner y un sello conmemorativo de la fabricación de lazos en Estados Unidos..." Continúa diciendo que un funcionario de correos le ayudó a elegir los sellos y tuvo que matasellarlos a mano.
Como usteden ven, muy poco interesante para saber el proceso de datación. A no ser que yo me confunda y saber que la carta dirigida al Papa tenía cuatro sellos de gatos sea muy importante."
Ese párrafo corresponde a la crítica del libro "Relic, icon or hoax? Carbon dating the Shroud of Turin" del que es autor Harry E. Gove y fue publicada en El Escéptico nº 20 (septiembre-diciembre 1995) en su página 72. No creo que necesitan que les diga quién es el autor de la crítica ¿verdad?
Pues bien, después de descubrir que los gatitos de los sellos americanos no tienen importancia en la cuestión de la datación de la Sábana Santa de Turín pero que la calidad de la restauración en Cadouin debe ser fundamental para la cuestión de si es auténtica o una falsificación, nos encontramos con nuevas perlas:
"Chevalier consideraba falsa la sábana de Turín -obra, según él, pintada por un artista del siglo XIV- y decía que, de los 40 lienzos que había estudiado, entre los muchos que pretendían ser la auténtica mortaja de Cristo, sólo había dos medianamente creíbles: uno de ellos era el sudario de Besançon y el otro el de Cadouin." (Págs. 13-14)
Al llegar a este punto casi pierdo la ternilla. Veamos, el sudario de Besançon fue destruido en 1794 al considerarse un fraude puesto que se descubrió el molde con el que se renovaba la imagen, algo que no deja de señalar el Sr. Ares en la página 18. Así pues, salvo que creamos en milagros nadie pudo estudiar ese lienzo después de esa fecha ¿no? Pues bien, Ulysse Chevalier nació el 24 de febrero de 1841, casi 47 años después de la destrucción du Saint-Suaire de Besançon así que mal pudo estudiar ese lienzo. Vale, supongamos que lo que quiso decir el canónigo Chevalier o el Sr. Ares (ignoro quién de los dos "mete la pata") es que de la investigación de la documentación relativa etc. etc. pero incluso en ese caso la frase no deja de ser una majadería. Si la documentación histórica en torno a la Sindone es deplorable (ya veremos algo más sobre esto) es, no obstante, una "joya" en comparación con la del Sudario de Besançon. No es sólo que se conserve la noticia acerca del molde con el que se renovaba la imagen, es que además su aparición en la Historia es aún más tardía (en 1523, según recoge el autor en la Pág. 17). Si resulta difícilmente explicable el cómo la reliquia más extraordinaria (si fuera auténtica, claro) de la Cristiandad aparece de forma misteriosa en Lirey a mediados o finales del S XIV, lo es más aún cuanto más avance el tiempo. Por otra parte, las reproducciones que se conservan del Santo Sudario de Besançon muestran algo con muy poco valor artístico y no es por la impericia del autor porque la que se considera su mejor representación, una acuarela realizada por Pierre d´Argent, muestra una figura artística y anatómicamente deplorable. Vamos, que se piense lo que se piense del Sudario turinés, pretender que las credenciales del de Besançon son mejores que las de aquél es para "miccionar y no echar gota" tanto si la frase es realmente de Chevalier como si no.
Ya que estamos con le Saint-Suaire de Besançon y dado el poco interés que parece sentir el Sr. Ares por él habida cuenta del poco espacio que le dedica, me permitirán que enlace este artículo (en francés) que da más detalles sobre este objeto.
Y para concluir esta crítica a los primeros capítulos del libro, una cuestión léxica sin mayor importancia. El autor escribe:
"Y el 8 de septiembre de 1797 volvió a ser ostendido." (Pág. 12)
Obviamente, la RAE no incluye en su Diccionario ningún verbo ostender u ostendir cuyo participio sería "ostendido". El verbo que sí existe es ostentar, cuya primera acepción es "Mostrar o hacer patente algo" y cuyo participio es ostentado y no ese inexistente "ostendido".
Después de aclarar esta cuestión léxica, seguimos. Después de los dos primeros capítulos dedicados a los Sudarios de Cadouin y Besançon (y la explicación del porqué se limita a estos dos ejemplos debe estar en la opinión del canónigo Chevalier antes mencionada, pero hay otros Sudarios con mejores antecedentes históricos como el de Oviedo y que, por tanto, merecían más que se hablara de ellos) comienza por fin a tratar del que constituye el tema de este libro, la Sindone de Turín. Los demás Sudarios no merecen más que una mención que no aclara nada sobre su autenticidad o no:
"se han catalogado más de 40 entre ellos los de Colonia (Alemania), Compiègne, Cahors y Carcasona (Francia), Lier (Bélgica), Madrid, Oviedo y Sangüesa (España) y Milán (Italia). Trozos de sudarios habría en Clermont, Corbeil, Claraval, Narbona, Vézelay, Reims, Soissons y Troyes en Francia, Halberstadt en Alemania y Toledo. Todos ellos eran considerados auténticos por las personas que vivían en sus alrededores." (Pág. 19)
Así, todos juntitos y revueltos, desde los que son meras copias de la Sábana Santa de Turín (entre ellos, el de Torre de la Alameda -Madrid- y el de Lier -Bélgica-) con los que ya estaban documentados antes de la aparición de la Sábana Santa en Lirey (caso del de Oviedo, sin ir más lejos). Pese a que el estudio de la "reliquia" asturiana, frecuentemente relacionada con la de Turín por los sindonólogos hispanos (y también por algunos foráneos como Baima Bollone), era mucho más interesante que las historias de los Sudarios de Cadouin y Besançon no hay nada que se le parezca, ninguna mención, por ejemplo, a que el Sudario de Oviedo fue datado por C-14 por los laboratorios de la Universidad de Arizona en Tucson y por el IsoTrace Radiocarbon Laboratory de Toronto con el resultado con un 95% de intervalo de confianza de que el lino con el que está tejido data del 642-869 d. C. (Tucson) y 653-786 d. C. (Toronto).
"Es probable que usteden hayan visto alguna foto de este sudario y observado una imagen negra, compacta y bien formada. Hay dos motivos para ello. El primero es que están viendo un negativo; el segundo, que esa foto se ha realizado con una luz ultravioleta que resalta los blancos: hace que el lino brille y la imagen anaranjada se vea muy contrastada." (Pág. 19)
Ya, ya, pero hay otro motivo más importante. Por ejemplo, esta imagen ¿es un negativo? Yo juraría que el negativo es esta otra imagen. La razón para que en muchas de las reproducciones fotográficas de la Sábana Santa la imagen aparezca en negro es que están realizadas con película en blanco y negro, ni más ni menos. Por supuesto, cuando la reproducción es en color cambia mucho. Ya que estamos con esta cuestión, una de las cosas que echo en falta en este libro es, precisamente, la ausencia de reproducciones de cualquier tipo así que como el lector no conozca bien la imagen puede sentirse perdido en muchos momentos.
Proseguimos:
"El biólogo Stephen Jay Gould afirmaba que "la ignorancia del contexto es la señal más clara del farsante"." (Pág. 20)
Sin ánimo de polémicas, la ignorancia del contexto es la señal más clara de la ignorancia del contexto, ni más ni menos. La búsqueda de intenciones perversas en lo que sea mera ignorancia me parece fuera de lugar, lo diga Gould o Napoleón Bonaparte. En fin, para no contrariar al biólogo americano desgraciadamente ya fallecido, el Sr. Ares realiza un estudio del contexto geográfico, histórico y social de la Sábana Santa. Comienza con su primera mención histórica, la conocida como "Memoire d´Arcis". En ella, según el Sr. Ares se dice lo siguiente:
"descubrió el fraude y cómo dicho lienzo había sido astutamente pintado, ya que esa verdad testimonió el artista que lo había pintado," (Pág. 21)
Eso me hace dudar de cuál es la fuente que emplea el Sr. Ares y que, evidentemente, no es la traducción directa de la "Memoire d´Arcis" desde su idioma original, el latín. Lo que realmente se dice en ese memorial es:
"reperit fraudem et quomodo pannus ille artificialiter depictus fuerat, et probatum fuit etiam per artificem qui illum depinxerat," lo que se traduce (después de todo, el saber latín no es tan inútil):
"descubrió el fraude y de qué manera aquel paño había sido pintando según las reglas del arte, y fue probado además por el artista que lo había pintado,"
Después de hablar de este memorial hubiera sido un magnífico momento para hablar de la familia de Charny y su relación tanto con el obispo de Troyes Henri de Potiers como con el papa Clemente VII, es decir, con el obispo que según esta memoria descubrió el fraude y prohibió la ostensión del Sudario, y con el Papa que el 6 de enero de 1390 emitió una bula ordenando que se informara a los fieles que aquél no era el auténtico Sudario de Cristo sino una pintura. Sin embargo, el Sr. Ares o desconoce esas relaciones familiares o considera que no tienen importancia para el lector. Como opino lo contrario, me permitirán unas palabras sobre ellas. Henri de Potiers tenía un hermano, Charles de Poitiers, que, a su vez, tenía una hija llamada Marguerite de Poitiers (sobrina, por tanto del obispo) que se casó (después de la prohibición de la ostensión que, según Pierre d´Arcis, llevó a cabo su tío) con Geoffroy II de Charny. Éste era hijo de Geoffroy I de Charny y de Jeanne de Vergy que, cuando enviudó, se casó en segundas nupcias con Aymon de Genève (y, por tanto, se convirtió en padrastro de Geoffroy II de Charny) que, por casualidades de la vida, resulta ser tío de Robert de Genève más conocido como Clemente VII. Como ven, todo queda en familia.
"Debemos recordar que en Troyes se celebró, en 1128, un concilio al que asistieron obispos y abades franceses, un legado pontificio y el propio san Bernardo." (Pág. 21)
Debo reconocer que se me escapa qué importancia tiene para la autenticidad o no de la Sábana Santa que en Troyes se celebrara ese concilio, pero puestos a recordar vamos a ver si lo hacemos bien. Ya dijimos, al hablar de los inicios de la Orden del Temple que la festividad de San Hilario del año de la encarnación de Jesús 1128 es, en realidad, el 13 de enero de 1129 y que fue en esta fecha cuando se celebró el concilio de Troyes.

Anónimo dijo...

Pili, no te preocupes por lo de los enlaces. Son cosas de ser tan larga, y de blogger.

Respecto al choque/no choque de avión/misil/bomba, efectivamente (y así lo digo al final del post), estos cálculos no demuestran que allí se estrellara un avión, pero sí que es posible no grabarlo, al contrario de quienes afirman que debería haber sido grabado. Para demostrar la existencia de un avión, están los restos, que ni son tan pocos, ni son tan pequeños como para ponerlos ahí sin que nadie lo note. Además, están las farolas caidas en la autopista en dirección al pentágono, que es compatible con la envergadura de un avión.

En cuanto a periodistas que digan que no veían restos, habrá que saber cuan cerca les dejaban acercarse, si eran capaz de reconocer los restos (no todos van a ser tan bien identificables a primera vista como algunos trozos que se ven en algunas fotos), y aparte, está la confusión del momento. No dejan de ser testimonios, y los testimonios hay que cogerlos siempre con pinzas.

Respecto a los daños de la fachada, te recomiendo estas simulaciones hechas basándose en leyes y parámetros físicos:
enlace 1
enlace 2
que entre otras cosas concluye que:
La simulación demuestra que el número de columnas destruidas en la fachada del edificio no tiene que corresponder con la envergadura del avión. Las puntas de las alas, al tener menos masa, son cortadas por las columnas en vez de que las alas corten las columnas

También este video donde se explica que la mancha blanca que se ve en el video podría ser una estela del motor del avión, producida por dañarse tras derribar alguna farola.

Anónimo dijo...

¿Porqué sólo se publicó este video? Si es cierto que varias cámaras cercanas captaron la escena, incluida una cámara ajena al pentágono (una gasolinera), la pregunta pasa a ser peliaguda. Si decís que probablemente no hay otra grabación, eso me parece más descabellado que las mismísimas teorías conspiratorias.

Julio dijo...

Otro video, desde un hotel cercano, en el que tampoco se aprecia gran cosa.

Sí, sería maravilloso que todas esas cámaras estuvieran apuntando al pentágono, y se viera el avión estrellarse... pero sin embargo, las cámaras se usan para lo que se usan: vigilar la gasolinera, vigilar el parking del hotel... y ninguna era para vigilar la pared del pentágono. Sospecho que la mejor filmación de todas es la de las cámaras de seguridad del pentágono.

Que le vamos a hacer, sólo en las series de la tele las cámaras enfocan donde deben, y además tienen un software que te amplia la imagen sin perder detalles, para revelar hasta las caries del piloto del avión.

Igor Yglesias dijo...

Hola a todos.
Al contrario (a juzgar por las apariencias) que la mayoría de los que por aquí escriben, yo no soy científico, ni provengo siquiera de la rama de ciencias. De hecho, mi profesión es la de dibujante e ilustrador y soy un fanático de la historia y las artes. No obstante, si he de fiarme de lo que la gente de mi entorno dice, soy una persona con una mente suficientemente racional, y comparto en dosis similares curiosidad y escepticismo, que, como algún científico ha venido a comentarme, son las dos bases del pensamiento en la ciencia. Dándose la casualidad de que la mayoría de mis amistades sí provienen y se dedican a la ciencia, desde muy joven me he visto involucrado en debates y discusiones muy similares a las que por aquí se hallan (quizás la razón de por qué me gusta cotillear por páginas similares a ésta), y he tenido la oportunidad de observar, a veces como espectador imparcial y a veces involucrado en los temas, lo mejor y lo peor de "la ciencia y sus soldados". Por mi parte, dentro de mi escasa formación, ya que por carencia de bases parece que jamás saldré de la ciencia divulgativa, mi primer acercamiento fue a través de ese maravilloso libro titulado Cosmos, del por todos conocido Carl Sagan. Este hombre, admirable divulgador donde los haya, sí parecía comprender a la gente como yo, al parecer sitos en tierra de nadie, raros para los humanistas e insuficientemente formados para los de ciencias, y valoraba por encima de todo la curiosidad y el deseo de conocer, siempre que estuvieran más dispuestos a disfrutar de las maravillas de lo realmente existente, en lugar de los sinsentidos de lo puramente imaginario. Con Sagan, en mi juventud, también tuve mi primera toma de contacto en profundidad, con ese arma hermosísima del intelecto denominada "método científico", que tantas alegrías me ha deparado durante estos años en los que he ido completando mi formación como persona, y la que ya he reconocido, escasa formación de "filocientífico". El aprender a desconfiar del “argumento de autoridad”, el saber incapacitar una teoría mientras se tenga una simple prueba que la invalide… creo que son todo cosas que simplemente ayudan al ser humano a discernir ante cientos de informaciones con las que nos topamos en nuestras vidas.

En resumidas cuentas, soy una persona que me considero racional, curioso, amante del conocimiento y de la lógica. Por desgracia, soy incapaz de desarrollar demostraciones científicas, aunque me encuentro firmemente convencido de que eso no me incapacita para atreverme a juzgarlas o a opinar, siempre desde la óptica de la humildad del menos preparado, aunque también, a mi pesar, también con la óptica de la soberbia del que confía en su razón (probablemente equivocadamente); lo que creo que me saca, al menos un poco, de la trinchera de los crédulos.

Cuando antes hacía mención a lo mejor de la ciencia y sus soldados, también me refería a lo peor. Y para mí, lo peor es ese maniqueísmo que solemos crear los humanos del Estás con nosotros o contra nosotros (Véase también la famosa división ciencias y letras, que acarrea dichos tales como El que vale, vale, y el que no, a letras etc.) En muchas de esas conversaciones, mi opinión ha sido desoída o mejor dicho ignorada, por no provenir de una rama científica, pese a que he oído decir auténticas barbaridades a gente que proviene de una. Así mismo he visto a muchos científicos (no sólo cientifiquillos o cientificuchos), olvidarse de ese pilar que es la curiosidad, o de algunos de los postulados de ese método que se supone defienden. Por último, en numerosísimas ocasiones, he visto científicos, defender a ultranza, incluso obsesivamente, buscando argumentaciones inverosímiles o totalmente fuera del rango de lo probable, hechos no suficientemente probados, por la mera razón de la no aceptación de algo que huela a “no científico”. ¡Y ay de aquel que se le ocurra pensar que algo no es tan simple o que suena a manipulación u ocultación de datos, o que piense que, sencillamente existen dudas razonables sobre algo, porque entonces será tachado de todo menos de lindo.

Pues sí señores. Para mí no está todo claro en el 11-S. Creo que hay muchos huecos e informaciones dudosas, y ello no significa, ni que sea un conspiranoico (de hecho la sola palabra me molesta indeciblemente), ni que crea en que los alienígenas nos abducen para estudiar cómo exterminarnos, ni que piense que las piedras cambian de color según su estado de ánimo, ni que busque las gemas mágicas de la Atlántida. Simplemente me parece que no una, ni dos, sino muchas cosas, no encajan.

Bien, cualquiera de los aquí presentes, como es normal, a continuación me pedirá que relate una lista de esas cosas, las demuestre y/o, plantee teorías que las respalden. Pues bien, no voy a hacerlo. Y no lo voy a hacer porque precisamente he entrado aquí a buscar respuestas en vosotros, no a darlas yo, que como ya he dicho no estoy preparado para ello. He entrado porque mi fe en la ciencia es superior a mi fe en las creencias populares.

Importa poco mi opinión sobre ciertas cosas, como por ejemplo que la argumentación de inicio sobre la cámara, pese a su brillantez obvie ciertas cosas, que me siga resultando curioso como mínimo, que las únicas grabaciones que podamos ver sean las de las cámaras del propio pentágono, que como bien se marca aquí tienen un ángulo casi perpendicular al del avión, pero no se vean las de la autopista, la gasolinera o el hotel Sheraton, que por su posición hubieran podido grabar al avión; o el mero hecho de que el gobierno no las publique cuando eso, sí que callaría a todo el que duda (que no conspiranoico) de la misma manera que las grabaciones de las torres no dejan resquicio… (¿Veis? al final sí que estoy enumerando unas pocas de las muchas cosas que no me cuadran) Menos probadas aún están mis ideas, basadas en los conocimientos que vienen de mi afición por la aviación, de que los misiles (cuyo pequeño tamaño y alta velocidad ayudan también a explicar incluso con más facilidad que las cámaras de vigilancia no los registren) dejan una estela de humo blanco muy similar a la que sí se registra, o de que resulte extraordinariamente difícil volar a ras de suelo con un avión de esas características a esa velocidad (por no hablar de lo ridícula que me resulta la teoría de x terroristas dando unas clases de volar en avionetas cessna para luego realizar maniobras excepcionalmente complicadas con un aparato de características diametralmente diferentes). Personalmente, y debo ser muy crédulo o estulto para ello, encuentro que efectivamente los daños en el edificio, en cuestión los huecos de entrada y salida, son ridículamente pequeños en proporción, y sigo viendo comparativamente con el resto de accidentes de aviación de los que he visto imágenes, unos restos de accidente sorprendentemente escasos, sobre todo si me esfuerzo por separar visualmente los fragmentos del avión de los escombros causados por una explosión como la que se causa. Sé sin embargo que, efectivamente, hay restos visibles de una turbina, de un tren de aterrizaje y de algo de chapa, y por eso no creo a pies juntillas en la conspiración, aunque (perdón), siga sin entender por qué no se muestran las otras cámaras, por qué en las primeras imágenes no veo ningún cuerpo (bueno, en realidad aún no los he visto, así que junto a las explicaciones que agradecería me dierais sobre todas estas cosas, querría algún link, si lo hubiera de fotos donde se vean cadáveres, aunque estén, lógicamente, tapados), y por qué (aquí sí me temo que voy a tener que aguantar algún buen ataque directo), no me resulta inviable que, si la teoría de la conspiración fuera cierta (y NO digo que lo sea), que unos (¿demasiados?) pocos restos hubieran sido puestos en un lugar que casualmente es el cuartel general de los supuestos conspiradores. De hecho, puestos a seguir esta hipótesis, esos restos son los que están haciendo callar mediante gente como vosotros, a todo aquel que dude. Por favor, entended que sólo estoy desarrollando una línea argumentativa.

Perdón, pero entiendo que la navaja de Occam es una ayuda, un principio, al proceso racional, no un axioma que haya que seguir a pies juntillas, y creo que si algo, incluso algo tan a priori “descabellado” como un complot de esa magnitud, no está suficientemente probado, antes del uso de la ironía en los textos, y de la descalificación del seguidor de esa idea, hay que buscar literalmente toda respuesta (por supuesto dentro del límite de lo humanamente posible) a toda argumentación que el oponente presente. Y sinceramente creo que es esto precisamente lo que hacéis aquí, aunque, mientras, en el proceso, se os escapa algún golpecito a los enanos mentales que aún no lo tenemos tan claro.

Respecto a la conspiración.

www.clavius.org

Por si alguien no conoce esta fabulosa página, que recomiendo encarecidamente, Clavius trata con un éxito, a mi modo de ver, sin precedentes, de desmontar la teoría de la conspiración sobre la llegada del hombre a la luna. Aunque cada rincón de la página (sobre todo el análisis de las fotos) es digna de toda la atención, me gustaría centrarme en la primera sección, en la cual, el autor trata sobre las conspiraciones, a través de escalas, y sobre los conspiracionistas. No sólo recomiendo esta página, es más, la tomo como un ejemplo de la razón y la lógica. No obstante, a diferencia de el caso Apollo, en el caso del 11-S, sí encuentro ciertas características que me parecen plausibles. Por ejemplo, creo que al igual que todos, veo un beneficio del gobierno americano a largo plazo, aunque tengo entendido que también los hubo a corto plazo, en cuanto a las acciones de venta de las compañías, seguros anti-terroristas a escasos días del atentado y oro sito en el WTC (en esto, como en todo, ruego información que me ayude a resolver mis dudas al respecto). Veo también que de existir tal conspiración dejaría muchos cabos sueltos, que harían que una cierta parte de la población (además de aficionados a las conspiraciones, y conspiranoicos), dudaran y se plantearan preguntas y buscaran respuestas. Veo que, al contrario que en la población civil, casi todos los brazos ejecutores de la misma, estarían atados por pertenecer a segmentos tales como ejército o servicios secretos, cuyas jerarquías y principios de funcionamiento, sí lograrían contener de un modo mucho más efectivo a posibles confesores. Y eso si contáramos con que supieran en muchos casos que formaban parte de una conspiración a gran escala, y no ejecutaran simplemente órdenes sobre actos “pequeños” que conformaran un resultado final total. Creo así mismo que, las características, creo que por todos conocidas, de E.E.U.U como país, en cuestión su fervoroso patriotismo, son un caldo de cultivo ideal para lograr, por una parte, una manipulación efectiva de la información a través de unos mass media (que considero ignorantes de la misma), así como una atmósfera en la población que callara por miedo al ostracismo, en el mejor de los casos, o a ser considerado anti-patriótico o traidor en los peores, a toda persona que dudara de (esta vez sí) los axiomas oficiales llegados desde las más altas posiciones. Me remito a la, en absoluto lejana, caza de brujas del “macarthismo”. Creo (y en esto, como en todo puedo equivocarme) que, de existir un estado absoluto de “manos limpias” sería muy fácil al gobierno desempeñar la labor que vosotros y gente como vosotros tenéis que realizar afanosa y penosamente en multitud de páginas similares a ésta, y presentar todo el material que lavara la plaga del conspiracionismo (que me consta no le beneficia en absoluto), y que demostrara de una vez por todas su inocencia. En vez de esto, veo que, siempre bajo el útil recurso de la seguridad nacional, mucho, muchísimo y en mi opinión definitivo material sigue clasificado y fuera del uso público. Como ejemplo, la NASA sí pone su material al alcance de cualquiera. No pido, por ejemplo la composición o características de los muros del pentágono, que sí entiendo materia de seguridad nacional. Las cámaras que graban el accidente (por todos “visto”, es decir, a posteriori), me parecen decisorias, y nada que no vean los empleados de la gasolinera, por ejemplo, todos los días. Así, no a todos, pero en cuestión a este gobierno en concreto de los U.S.A, sí le considero con la motivación, la capacidad, la frialdad, la capacidad de manipulación y de algún modo la torpeza como para hacer algo así. Confieso que no tengo la absoluta capacidad de discernir hasta qué punto estas opiniones no vienen basadas en algún modo en lo personal, aunque declaro que, ni me considero especialmente antiamericano, ni anti-bush, al menos al principio de su mandato. Personalmente el 11-S me pilló viviendo en Japón, sufriendo la desinformación a la que el país me sometía, y sólo comencé a dudar cuando pude, poco a poco acceder a información que entendiera sobre la materia. Pero si bien confieso todo esto, me rebelo ante la duda de que por desconfiar de esto en cuestión, yo sea un amante de las conspiraciones. Lo siento caballeros, pero existimos algunos que no tenemos vuestra seguridad, y no por ello consultamos los horóscopos.

Si alguien me pregunta si, fríamente, considero a un gobierno capaz de matar a sus propios ciudadanos por lograr fines o bien “nacionales” o bien lucrativos (en la mayoría de los casos van emparejados), le diré que, preferiría creer que no. Que me cuesta pensar que un país democrático occidental pudiera hacer algo así, pero que, sospecho (si en esto carezco de suficiente información, mejor no pensar en otros casos históricos), que no es la primera vez que se hace algo así; que determinadas personas fanáticas o radicales pueden llegar a pensar que son necesarias medidas desesperadas donde la mayor parte del planeta sólo vería con horror que existan personas así, y que es un hecho diario en todas partes del planeta, que la información se manipula para conveniencia de los informadores, aunque afortunadamente casi siempre sólo en el punto de reafirmar posiciones políticas. También creo que, por ejemplo tomando en cuenta el número ridículamente (y de algún modo sospechosamente también) pequeño de personas en las torres a esas horas de un día de diario, quizás se intentó minimizar en la medida de lo posible del daño humano o colateral. En resumen, ¿lo considero probable? No ¿Considero atractiva la idea? Por Dios, no. Todo lo contrario, terrorífica. ¿Lo considero plausible?... Sí. Y Aquí vengo, a intentar creer que me equivoco, y a buscar datos, por mucho que vea que muchas contraargumentaciones están tan cogidas por los pelos (y en ocasiones mucho más) como los planteamientos de la teoría conspiracionista, y que el único dique ante eso es el hecho de que “ya que tampoco se demuestra lo contrario, no hay por qué dudar de la posición oficial” (Occam), lo cual sólo puede venir respaldado por el hecho de que por razones personales (casi siempre ampliamente justificadas), nos resulta inaceptable a priori la teoría conspiracionista y el ponernos del lado de sus defensores. Si por el contrario se aceptara a la misma como una posibilidad no descartable de inmediato sin pensarlo, encontraríamos con que, como mínimo hay huecos, y que la “posición oficial”, no sirve ante Occam, si sospechas de la honorabilidad de los oficiales, como la declaración de un acusado hay que cogerla con pinzas si él está en tela de juicio. Aquí, como en la conspiración, declararíamos inocente al reo si encontráramos falta de pruebas, y también podríamos aplicar la “presunción de la inocencia”, al gobierno de los USA. Ahora, si somos jueces, no partamos de la base de que el acusado es culpable o inocente, e intentemos escuchar todas las pruebas. Por mucho que nosotros no podamos evitar tener una idea previa de lo mismo. Quiero información señores, quiero contrargumentación, links, páginas, referencias, todo lo que me ayude a sentirme más seguro de que mis huecos están razonablemente llenos y mis dudas respondidas.

¿Me convierte eso en un conspiranoico?

Gracias por vuestra atención, tiempo e información si me la concediérais. Un abrazo a todos.

Igor.

Julio dijo...

Igor,

en este foro se ha hablado bastante sobre el 11-S y los argumentos conspiracionistas. Te recomiendo leerlo, y si quieres, hay gente dispuesta a seguir el debate allí.

en cuanto a otras cuestiones que planetas, hablas de los videos de seguridad de hoteles, gasolineras o la autopista. Das por supuesto que las cámaras apuntan y enfocan a la pared del pentágono, y no tiene por qué ser así. Cada cámara vigila lo que le interesa: el parking del hotel, los surtidores de gasolina, o la carretera, y el tráfico que hay en el momento. No tienen por qué enfocar necesariamente a la pared del pentágono. También supones que las cámaras tienen graban permanentemente las imágenes, y no tiene por qué ser así. Grabar permanentemente es mucho espacio necesario, y puede que no sea útil: ¿qué utilidad tiene grabar un atasco en la autopista, por ejemplo?

Que hay huecos, o flecos en el 11-S, podemos estar de acuerdo. Pero ¿son suficientemente importantes como para dudar de lo que "a grosso modo" pasó? A mi me parece que no. Y muchos de esos flecos no son más que exageraciones de quienes venden los pertinentes libros. Por desgracia, la refutación de esas exageraciones no suelen tener tanta difusión.

Igor Yglesias dijo...

Estimado Julio:

Gracias por contestarme. Básica, y brevemente, la explicación de por qué doy por hecho que hay cámaras que muestran esa pared del Pentágono, es porque he visto vídeos de las mismas (por supuesto en otros momentos). La razón de por qué he empezado a interesarme en serio en este tema ha sido a raíz de la denostada (en páginas como ésta)"9/11 Loose Change (2nd edition)", donde aparece al menos una muestra de lo que graba la cámara de tráfico sita en la autopista. También he leído declaraciones de trabajadores de la gasolinera y el hotel que declaran que quedó el accidente grabado y que a escasos minutos aparecieron agentes del FBI para requisar las cintas. Sinceramente me quedaría más tranquilo si esas cintas se mostraran, aunque sólo fuera para aclarar que nada grabaron. Por supuesto se puede dudar de las imágenes que he visto y de las declaraciones de los trabajadores, y si dudamos más llegamos al cogito ergo sum. Mala broma en la que te intento comunicar que (¿me?) es muy difícil llegar a discernir en su totalidad hasta dónde desconfiamos y hasta dónde nos creemos, y eso en ambos lados de la trinchera.
También estoy de acuerdo en que no todas las cámaras graban constantemente, ni por supuesto a 24 fps., pero hablamos de por la mañana de un día de diario, y considero altísimamente improbable que al menos la de tráfico no estuviera en funcionamiento. Incluso a 1 fps (por cierto, creo que la velocidad es como mínimo el doble, a raíz del movimiento de los coches, etc), se podría ver el aparato, ya que por el ángulo de al menos la cámara de la autopista, el avión entraría casi en paralelo, o al menos no en un ángulo tan agudo, y en el peor de los casos se podrían ver mejor los restos del vuelo dispersándose. Insisto, si no han grabado nada, pues que las muestren y tal.
Mira, al menos la peliculita de marras puede hacer interesarse lo suficiente a cierta gente como para que se investigue en profundidad en el tema... no está todo perdido, sea quien sea el que tiene razón.

Un abrazo. Me pasaré por el foro a leérmelo con detenimiento.
Gracias.
Igor

Anónimo dijo...

¿Y por qué se llama conspiranoicos a los que niegan la autoría islámica?

Si los atentados los ha hecho Al Qaeda, entonces es también una conspiración, una conspiración de Al Qaeda

Julio dijo...

Los de Al Qaeda eran "conspiradores".

Conspiranoico es una mezcla de conspirador y paranoico, que viene a describir aquellos que ven conspiraciones ridículas no apoyadas por los hechos.

Anónimo dijo...

Se dice que: "afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias". Sí, de acuerdo.

Pero afirmar que un gobierno miente NO es un hecho extraordinario.

Afirmar que un gobierno dice la verdad no es un hecho extraordinario pero casi.

Anónimo dijo...

Los de Al Qaeda eran "conspiradores".

Conspiranoico es una mezcla de conspirador y paranoico, que viene a describir aquellos que ven conspiraciones ridículas no apoyadas por los hechos.


Conspiranoico es un insulto que se usa para reemplazar al razonamiento. La teoría anti-conspiratoria recurre a golpes bajos: cuando una conspiración está demostrada o forma parte de la versión oficial ya no es una conspiración (ni es conspiranoia).

Lo que yo creo sobre conspiraciones:
1º En la Historia han existido muchas clases de conspiraciones: pequeñas, medianas, grandes, duraderas, temporales, breves, con éxito, con éxito parcial, fracasadas, etc...
2º Algunas conspiraciones son falsas, pero no son falsas por el simple hecho de ser conspiraciones.
3º Cuando una conspiración forma parte de la versión oficial SIGUE SIENDO una conspiración.
4º Cuando una conspiración está ampliamente demostrada y aceptada por todos SIGUE SIENDO una conspiración.
Por tanto, la afirmación: "las conspiraciones no han existido nunca" o es falsa o es una tautología realizada cambiando el significado de las palabras.

En este caso concreto (el 11-S) los que ven conspiraciones rídiculas no apoyadas por los hechos son los que se creen la versión oficial.

Anónimo dijo...

Yo he oído decir a algunos: "Ya vale de lo de conspiranoico. Según la versión oficial fue una conspiración de Al Qaeda. Según la versión alternativa fue una conspiración de la CIA. O sea, tan conspiratoria o conspiranoica es la versión oficial como la alternativa."

Bueno, vale, la teoría oficial (que Al Qaeda ha realizado los atentados) es también una teoría conspirativa. Pero la conspiración que verdaderamente ocurrió fue la de Al Qaeda. Está absolutamente comprobado, por numerosas pruebas, que la versión oficial, por muy conspirativa que sea, es la correcta. Fue obra de una conspiración de Al Qaeda. Las pruebas de que es verdadera la versión oficial son:

1º Está cientificamente comprobado que es absolutamente imposible que un gobierno (ni de EE UU ni de ningún otro país) mienta.
2º En toda la historia de la Humanidad jamás el gobierno de EE UU ha mentido.
3º Está históricamente comprobado que nunca la CIA ha hecho nada malo. En realidad ni siquiera existe la CIA.
4º Es técnicamente imposible que una organización organice un atentado fingiendo que ha sido hecho por otra organización.
5º Además, nunca podría ser útil para ninguna organización fingir que el atentado lo ha hecho otra organización.
6º Si hubiera sido un trabajo interno ("insideJob") de la administración de EE UU, hubieran dejado pistas.
7º Si hubiera sido un trabajo interno ("insideJob") de la administración de EE UU, lo habrían organizado mejor y no hubieran dejado pistas.
8º Aunque algún lector malintencionado piense que hay una contradicción entre 6 y 7, en realidad no la hay, como demuestro en el punto 1.
9º Si la versión conspirativa oficial contradice las (supuestas) leyes de la Física, eso sólo significa que hay fenómenos que nos deben hacer pensar que las leyes de la Física son diferentes de los que se creía (como ya ocurrió anteriormente con la teoría de la Relatividad y la Física Cuántica). ¡Una nueva teoría científica (como en su tiempo la Física Cuántica) está en marcha! (Caramba, pues que se investigue mucho más, no debemos dejar pasar la ocasión de un gran avance en la Física).
10º Todos los científicios serios (cuyo empleo depende de la Administración USA y quieren conservar su empleo) dan por buena la versión oficial. Un científico que no quiere conservar su empleo, es obvio que no es un científico serio y no se debe hacer caso de lo que diga.

Algunos han propuesto otra teoría: el atentado fue obra de Al Qaeda, las torres cayeron por el impacto de los aviones y/o lo incendios consiguientes pero además hubo una pasividad consciente de las autoridades que querían que el atentado tuviese éxito (atentado que ya sabían de antemano). Esta otra teoría es también incorrecta, por las razones que he indicado antes.

Anónimo dijo...

Vamos a ver. Resulta que en el Pentágono había una sola cámara en esa dirección y además con una baja resolución.

El Pentágono es uno de los edificios más importantes (desde el punto de vista político y militar) de la mayor potencia mundial.

Pues entonces, los americanos son unos TACAÑOS por no poner más y mejores cámaras en un edificio tan importante. NO ME LO CREO.

Anónimo dijo...

¡Tacaños! ¡Tacaños! ¡Tacaños!

M.A. dijo...

Tus cálculos son tan tendenciosos como los de los conpiranoicos... Omites todos los elementos que te incomodan. Este video es "mas mejor" y, además, defiende que el avion sale de lleno en el fotograma.

http://www.youtube.com/watch?v=YVDdjLQkUV8

Anónimo dijo...

Mira, en la web:

http://urumelb.tripod.com/pentagon/pentagno007.htm?volver=SIGUIENTE

Julio dijo...

- La fecha y hora del video: Ellos sabrán por qué ponen lo que ponen. Las imágenes corresponden a una mañana de Septiembre, alrededor de las 9.30. En este mismo post está indicada en una imagen la dirección de los rayos del Sol, calculado con un programa astronómico (EZcosmos), y la dirección de las sombras en las imágenes concuerda con la esperada.

Si las imágenes fueran de las 17.30, la sombra irían en una dirección totalmente distinta.

- Las aparentes distintas direcciones de las sombras. Te remito a esta imagen donde se aprecia el mismo efecto.(sacado de este artículo)

Anónimo dijo...

Llevo años juntando informacion, asi como estudiandolas, pero desde otra optica. En cuanto a que los videos de las camaras de seguridad graban a un fotograma por segundo no lo creo, pero suponiendo que es verdad, igual les aseguro que han sacado uno.
Les recomiendo vean el estudio que realice en http://www.jucca.cl/autoatentado_del_pentagono.htm
, ademas se encontraran con varias novedades, que estoy seguro no se habian percatado.

Anónimo dijo...

Felicidades por el blog. Didáctico, claro e interesante. Lo dicho felicidades y larga vida.

Anónimo dijo...

Recomiendo a todo el que tenga algo de tiempo que perder y se quiera reir un rato, sólo un rato ( al final acabas cansado de tanta memez y chorradas ) que visite la web de jucca. Es una mezcla entre jugar al veo, veo, vamos a contar mentiras tralará y el juego de los disparates. Eso sí, hay que reconocerle la paciencia y una cierta maestría en el arte del copy/paste. La sesuda "reflexión" sobre el color de los prioritarios del patrulla me parecía insuperable, hasta que llegue al pedazo de fuselaje y el "pedazo" de análisis que hace jucca a cerca de las diferencias de color entre dos fotos ( sabes que se pueden ajustar los niveles, etc... ¿? ) y su brillante teoría del fuselaje "dummy" en una bolsa. Finalmente los autobomba, tú no tienes muy claro el aspecto de un coche bomba después de su explosión ¿ verdad ?. En fin, una muestra más de que la necedad no conoce fronteras, ni tiene límites ( que hay que saltarse a la torera la óptica o toda la física, pues se salta y punto ). Enhorabuena por el blog y a seguir, que los magufos y resto de fauna adicta a las burrologías no nos hagan callar

Anónimo dijo...

Muy interesante la exposición sobre que: ES MAS PROBABLE, SEGUN LA CAMARA, QUE FUERA UN AVION Y MENOS QUE FUERA UN MISIL. Me parece sensato lo dicho. En lo que quisiera que profundizaras la indagación es en: 1)Dónde están los restos del avión de pasajeros (se supone que era un gran avión, de aquellos que uno a uno se trajeron abajo las Torres Gemelas). En las fotos veo tan solo algunos trozos pequeños y algunos componentes pero no al mastodonte que destrozó esa parte del Pentágono.2) Cuántas fueron las víctimas y por qué hasta hoy no se aprecian señales de eso. En todo desastre de ese tipo se muestra algo a fin de evitar dudas y especulaciones conspiparanoicas. A los amigos conspiparanoicos les digo que tengan un poco de paciencia para esperar que los que tienen en sus manos todo para mostrar (no demostar, solo mostrar) lo hagan y de una buena vez. Pero ya van 7 años no tratando de mostrar sino de DEMOSTRAR sin conseguirlo. Suena raro eso.

Anónimo dijo...

Anónimo, espero que esta página resuelva alguna de tus dudas: Ausencia de restos. También hay imágenes de víctimas (que en total, respondiendo a tu pregunta, fueron 64 en el avión y 125 en el Pentágono, en total 189). Hay que destacar que el avión prácticamente se desintegró en pedazos pequeños o apenas reconocibles, no debido a la temperatura, como dicen algunas películas, sino debido a los impactos con las columnas. Unos pocos trozos grandes quedaron reconocibles, como podrás ver.

Aquí una página sobre las identificaciones de los cadáveres: Experts ID 184 Pentagon Fatalities

Aquí una animación en Flash sobre las víctimas y su ubicación dentro del Pentágono, usada como prueba en el juicio contra Zacarías Moussaoui: pentagonscene.exe

-- Pedro Gimeno

ZAULO dijo...

LO DE POR QUE EXISTE SOLO ESE VIDEO BORROSO, TIPO COMO EL DE LOS OVNIS, SIENDO EL PENTAGONO EL LUGAR MAS VIGILADO DEL PLANTEA, TAMBIEN LO PUEDES EXPICAR?
JAJAJA
NO LO CREO

Julio dijo...

Sí, porque la vida real no es como las películas, que siempre se ve todo perfectamente.

Por cierto, no fue el único video, pero sí en el que mejor se ve que un objeto (que no es posible identificar por las imágenes) impacta con el pentágono. Fue usado en el jucio contra Zacarías Moussaoui. ¿Crees que si tuvieran uno mejor no lo hubieran usado?

Más sobre los videos

Anónimo dijo...

HAY COMPLOT. PORQUE DONDE ESTA EL DESTROZO QUE HIZO EL AVION QUE TIENE 40 METROS DE ANCHO Y MOTORES QUE PESAN TONELADAS CUANDO AL CHOCAR SOLO DEJA UN CRÁTER EN LA PARED DE 6X7 METROS, O ES QUE VENIA VOLANDO SIN ALAS Y SIN TONELADAS DE COMBUSTIBLE QUE HUBIESEN ARDIDO COMO EL INFIERNO MISMO Y QUE NO DAÑARON NI UN METRO DE CÉSPED; ASI MI AMIGO QUE PUEDE QUE EL AVIÓN Ò LO QUE SEA NO ESTE REGISTRADO EN VIDEO PERO SI SUMAS EL PESO, LONGITUD, ANCHO, ALTO Y LARGO EL DESTROZO QUE HIZO FUE COMO UNA BRISA COMPARADA CON UN HURACÁN.NO HAY QUE SER ALARMISTA, AMARILLISTA O LO QUE QUIERAS PERO NO SE PUEDE PELEAR CONTRA LA EVIDENCIA SEA LO QUE SEA HAYA GOLPEADO EL PENTÁGONO.
GARCIAS.

Julio dijo...

El agujero que hizo el avión era bastante más grande que los 6x7 metros que dices.

enlace

Rocio dijo...

Muy buen post! Claro, preciso, conciso y fácil de leer. La verdad es que me aclaró mucho todo, así que gracias! Sin embargo, la próxima vez que me toque despegar no sé si estaré más tanquila o todavía más inquieta. Jaja. Saludos!

Anónimo dijo...

La conspiración nunca ha existido en USA ¿verdad? solamente 1 palabra clara, concisa y sobre todo con unos hechos demostrados, "Maine". Si os informais también eran conspiranoicos los que criticaban la versión estadounidense y luego mira.

Jiddu dijo...

Jiddu: "Que hay huecos, o flecos en el 11-S, podemos estar de acuerdo. " me encantaría conocer cuantos o cuales huecos encuentra Julio.

Centaura Top dijo...

Se estrelló un avión y no un misil.

No hubo conspiración.

Lo q no puede hacer un Gobierno es estar años y años saliendo todos los días a evacuar dudas y consultas.

Se hace una vez o dos ...o quizá 3 días, pero al cabo de 17 años no esperéis q el alcalde de Nueva York esté aún dando explicaciones.

No enfermen con el tema.

Fue un atentado del mundo musulmán contra EE.UU.

No hay nada de conspiraciones estáis hechos un lío.

Pasen página, idiotas

Centaura Top dijo...

Y gracias al autor del Blog. Espero q ayude a alguno a dedicarse a otra cosa más productiva q la de pensar mal.

Estoy hasta las bolas de los conspiranoicos.

Creo q es una nueva enfermedad.

Hagan Yoga, caray!!