miércoles, enero 31, 2007

2007, año de la ciencia

Como más de uno sabrá ya, este año se ha declarado por decreto "Año de la Ciencia" en España.

La web oficial de actividades está en esta dirección:

A los largo del año se irán anunciando las actividades, según sus organizadores las den de alta, así que no la pierdan de vista.

lunes, enero 15, 2007

Aceite Paranormal (Acto final)

Parecía ya olvidado el tema de las nuevas caras de Bélmez y sus análisis, después de un par de años desde la recogida de unas muestras con toda pompa y circunstancia, dos análisis presuntamente de tales muestras, y un juicio perdido. Y en estas estábamos, leyendo el pataleo de Pedro Amorós, cuando va y aparece un tercer análisis.

Breve recordatorio

Tras la aparición de nuevas caras en Bélmez, se acusó a Pedro Amorós y su tropa (la SEIP) de fraude, por de haber pintado las caras usando aceite. Para intentar desmentir estas acusaciones, se recogieron unas muestras en presencia del juez de paz de Bélmez, la alcaldesa y más gente para certificar su origen en un acta, y hacer un análisis para demostrar que no se pintaron.

El primer análisis, el “para-análisis Johnson” (1) (2), fue hecho en unos laboratorios que nadie conoce, con técnicas que nadie sabe, y que ya se comentó que aparentemente sólo se había hecho un análisis de materiales sin buscar materia orgánica. Resultado: “sólo dolomita”

El segundo análisis (3) (4), hecho en la universidad de Jaén por expertos en aceite, se conoció tiempo después. Éste análisis sí era más adecuado para la búsqueda de materia orgánica, combinando espectroscopia de masas y espectroscopia Raman. Resultado: Sin diferencias entre muestra sin cara, y con cara, aunque aparecían bandas atribuibles a carbono amorfo, una forma general de decir que hay cierta cantidad de carbono del que no se sabe su procedencia, ya sea orgánica o no.

Y hoy toca comentar el tercer análisis, hecho por AIDICO, un Instituto Tecnológico de la Construcción y expertos en cemento, encargado por Pilar Verdú, y publicado en la revista digital Phenomenon. Es especialmente interesante éste último análisis, porque se ha hecho sobre las muestras recogidas cuando se hizo aquella acta. De cómo llegaron a ella, está relatado en el artículo "Bélmez: análisis a las caras, análisis a las claras”(5) en la misma revista. Aunque la pregunta más interesante es: si se llevaron a analizar las muestras recogidas en el acta… ¿Qué carajo se analizó en los otros análisis?

El análisis de AIDICO (6) consta de 3 pruebas: difracción de rayos X (XRD), espectroscopia de infrarrojo (FTIR), y microanálisis de dispersión de energía de rayos X (EDS, EDX o EDAX), que se hacen sobre las dos muestras (A1 y A2), presentando ambas una zona clara, y otra oscura (siendo la zona oscura la presunta teleplastia)

Difracción de rayos X (XRD)

La difracción de rayos X es interesante para conocer la estructura de un material. Sólo permite identificar materiales que sean cristales (no confundir con vidrio), un material en el que las moléculas o átomos se colocan a distancias fijas unos de otros, formando líneas y planos regulares. Esta técnica permite conocer cómo están dispuestos, y las distancias que los separan.

Cuando incide un haz de Rayos X, cada plano de átomos refleja una parte del haz. A la salida de la muestra, los reflejos de cada plano interfieren entre ellos, de forma que sólo en determinadas direcciones la interferencia es constructiva (se refuerza la señal y aparece un pico), y en el resto es destructiva (la señal desaparece). La intensidad de las interferencias constructivas depende además del tipo de átomos del material.

Así, cada material tiene su propio espectro, una huella digital que lo identifica inequívocamente. Si se hallan varios materiales mezclados, entonces es posible identificarlos y separarlos usando una base de datos.

En el caso del cemento, sus componentes básicos son cal (CaO) mezclado con cuarzo (SiO2) para dar silicatos y con alúmina (Al2O3), para dar aluminatos. El cemento de un suelo se halla además mezclado con tierra. En el caso de Bélmez, es una zona rica en un mineral llamado Dolomita [CaMg(CO3)2], que se halla mezclado con otros compuestos típicos de un suelo cualquiera (principalmente cuarzo)

El análisis de XRD muestra la presencia de algunos de éstos compuestos, los que son cristales, pero no los que son amorfos. Lo se observa en los espectros es la presencia de dolomita y calcita [Ca(CO3)] en las zonas claras, y además cuarzo en las zonas oscuras. La calcita es muy similar a la dolomita, así que no es raro encontrar ambos compuestos juntos. El cuarzo proviene tanto de la tierra, como del cemento. Éste análisis, por sí sólo, no es concluyente.

Espectroscopia de Infrarrojo en Transformada de Fourier(FTIR)

Tanto la espectroscopia Raman (que se usó en el análisis de Jaén) como la de FTIR se basan en principios parecidos. Se trata de excitar con luz infrarroja enlaces de los átomos de las moléculas para que vibren. La longitud de onda concreta a la que se consigue esto depende de la molécula en cuestión, de forma que usando una base de datos, se puede descifrar un espectro de FTIR o Raman. Es una técnica correcta para poder detectar la presencia de compuestos orgánicos. Los compuestos orgánicos son básicamente cadenas de átomos de Carbono unidos entre sí, enlazados con hidrógeno, y también con “grupos funcionales”. Son los enlaces a éstos grupos los más interesantes de observar para identificar de qué tipo de compuesto orgánico se trata: un alcohol (C-OH), un ácido (O=C-OH), una amina (C-NH2)… Para intentar identificar con seguridad un compuesto específico, se requiere observar varias de estas características.

La técnica es cualitativa, es decir, informa de qué hay en la muestra, pero no de cuanto hay. Sí es posible comparar varios espectros relacionados para deducir si en una muestra hay más cantidad de un compuesto que en otro, aún sin saber el valor de concentración exacto.

Los resultados obtenidos muestran la presencia de dolomita, calcita, y cuarzo, al igual que con XRD, y además la presencia de cemento, reflejado en la tabla de resultados como C4AH9, que es una abreviación usada en la industria del cemento para 4CaO•Al2O3•9H2O, es decir, aluminato de calcio hidratado. También aparecen picos de silicatos y aluminatos. En general, estos últimos picos son más evidentes para la muestra A2, y más notables para la zona oscura que la clara, lo que puede indicar una mayor cantidad que en las zonas claras.
Muestra A1
Muestra A2


Como dato interesante, en éste análisis aparecen compuestos ajenos al cemento, en particular compuestos orgánicos, y de una forma muy evidente: radicales -CH, -CH2, -CH3, un grupo funcional de ácido o amina (R-COOH, ó R-CNH2), un oxígeno con doble enlace a Carbono, que puede pertenecer a un grupo ácido (C=OOH), y un grupo alcohol, que igualmente podría pertenecer al ácido (CO-OH). A pesar de ser tan evidentes en los espectros de FTIR, éstos compuestos no aparecieron en el análisis de Jaén.

Análisis de dispersión de energía de Rayos X (EDX)

El análisis de EDX es sólo a nivel elemental. Es decir, da información acerca de los átomos que hay en una muestra, pero no de cómo están enlazados, o de las moléculas en que están incluidos. Se realiza aprovechando el haz de electrones de un microscopio electrónico.

Éste haz arranca electrones de los orbitales más cercanos al núcleo un átomo. Al serle arrancado un electrón al átomo, un orbital queda vacío. El orbital es ocupado de inmediato por un electrón de una capa superior. Al “caer” un electrón desde una capa superior, se emite un fotón en el rango de los Rayos X. La energía de este fotón depende únicamente del tipo de átomo que lo emite, de forma que es posible identificar los elementos presentes en una muestra, debido a que deja varios picos en energías concretas, y con unas intensidades concretas, su firma de rayos X

Tiene sin embargo un problema esta técnica, y es que las muestras deben ser conductoras de electricidad. Al incidir con un haz de electrones, las muestras aislantes los acumulan en la superficie, cargándola negativamente. Ésta carga puede llegar a repeler al propio haz incidente, y entonces ni las imágenes del microscopio, ni los espectros de EDX salen correctamente. Por ello, es necesario recubrir las muestras con una capa muy fina de un material conductor como grafito (carbono) u oro, como han hecho en este caso los analistas de AIDICO.

Los espectros que han obtenido muestran básicamente de magnesio, calcio, silicio y aluminio, además de carbono y oxígeno. En algunos espectros aparecen otros elementos (titanio, azufre, potasio…), pero no de una forma coherente, y con muy poca abundancia como para tenerlos en cuenta en principio. El carbono no es información útil, dado que se mezclan señales que provienen del carbono de la dolomita, calcita, y el material orgánico, además del grafito que recubre las muestras. El calcio es una mezcla de las señales de la dolomita, calcita, C4AH9, y otros silicatos o aluminatos de calcio. El silicio y aluminio provienen igualmente de varias fuentes (C4AH9, cuarzo, silicatos, alúmina, aluminatos). Sólo el magnesio viene de una única fuente, la dolomita, así que se puede usar su señal para comparar la abundancia relativa de cada elemento.

La dolomita contiene calcio y magnesio. Estos dos picos, siempre que haya sólo dolomita, aparecen con una relación de intensidades que debe ser siempre la misma, y siempre que las condiciones del análisis sean las mismas. Sólo cuando hay otros compuestos de calcio es cuando la intensidad de su pico aumenta. Por ejemplo, los espectros 3 (de una zona clara) y el 5 (de una zona oscura) tienen una relación entre los picos distinta, es mayor para el 5:

Espectro EDX de zona clara
Espectro EDX de zona oscura


(Está señalado además el pico de Carbono, que se solapa con uno de los picos de calcio)

En el espectro 3, el pico mayor del calcio llega hasta una intensidad de 600 cuentas, mientras que el magnesio se queda en 300. La relación es de Ca/Mg=2. En el espectro 5 la relación es de Ca/Mg=5000/500=10. Esto quiere decir que hay más calcio en el espectro 5 que en el 3, quizás debido a que haya más cemento que dolomita. Igualmente se pueden observar las relaciones Si/Mg y Al/Mg para saber donde son más abundantes los compuestos de Si y Al. Haciendo lo mismo con todos los espectros, y haciendo un poco de estadística básica, la tendencia general es que los compuestos de Si y Ca, son más abundantes en las zonas oscuras, mientras que apenas hay diferencias con los compuestos de Al.

Relacion de intensidad de picos de Si, Ca y Al respecto de Mg en EDX
Resumen de resultados

En XRD, las zonas oscuras contienen más cuarzo (SiO2).
En FTIR, las zonas oscuras parecen tener más cantidad de compuestos relativos al cemento.
En EDX, las zonas oscuras contienen más compuestos de Silicio y Calcio.

Estos resultados son los que llevan a concluir a los analizadores que existe una diferencia entre las cantidades de cemento y áridos que hay entre la zona oscura y la clara.

Valoraciones personales

Los datos son coherentes, y se complementan entre sí, e inducen a pensar que las zonas oscuras parecen ser más ricas en silicatos de calcio (CaO•SiO2, un compuesto del cemento) y/o cuarzo que las zonas claras. Visto el análisis, y entendiendo por qué llegan a la conclusión que llegan, hay que pensar que esa (y sólo esa) teleplastia es posiblemente una mancha propia del cemento, ocurrida quizás durante el fraguado de suelo.

De la enciclopedia Encarta:

“Los compuestos activos del cemento son inestables, y en presencia de agua reorganizan su estructura. El endurecimiento inicial del cemento se produce por la hidratación del silicato tricálcico, el cual forma una sílice hidratada gelatinosa e hidróxido de calcio. Estas sustancias cristalizan, uniendo las partículas de arena o piedras —siempre presentes en las mezclas de argamasa de cemento— para crear una masa dura. El aluminato tricálcico actúa del mismo modo en la primera fase, pero no contribuye al endurecimiento final de la mezcla. La hidratación del silicato dicálcico actúa de modo semejante, pero mucho más lentamente, endureciendo poco a poco durante varios años.”(7)

Al hacer el hormigón, el agua actúa sobre la mezcla de cemento y áridos para endurecerla, en un proceso muy lento. Es imposible mantener una humedad homogénea, siempre habrá sitios con más agua, otros con menos, la humedad que favorece o entorpece la evaporación, lo que afecta a la velocidad a la que se producen las reacciones (ya de por sí lentas) de endurecimiento de la mezcla, y tienen que aparecer zonas con mayor grado de curación o fraguado del cemento que otras.

Es interesante rescatar una entrevista a Ramos Perera (8), también publicada en Phenomenon, en las que habla de las caras viejas de Bélmez. En ella, dice:

El caso es que las [caras] del suelo no presentaban ningún color, se producen por efecto de una sustancia que ahí se utiliza bastante para acelerar el fraguado. Me estoy refiriendo a una sustancia higroscópica, que absorbe la humedad -como la sal-. Si en una superficie aparece este elemento, determinadas zonas se oscurecen más que otras

Al endurecerse el cemento, el agua se va perdiendo y evaporando, y esta sustancia higroscópica ayudaría a retirarla. Si esa sustancia se echa "a mano" al suelo, necesariamente se repartirá de forma no homogénea, y sólo actúa retirando la humedad sin incorporarse al cemento, entonces no sería detectada en ningún análisis, y dejaría las manchas que las que se habla. Es una pista muy interesante a seguir para confirmar el origen de la distinta coloración del cemento.

Añadido (16/01/07)

Otra idea, no se si más simple o complicada para explicar la distinta coloración del cemento, podría ser que el suelo de la casa de Bélmez está hecho en dos partes. Un primer suelo, pobre en cemento, sobre el que hay una capa fina más rica en cemento. Es en esta segunda capa donde se han hecho los análisis de zona clara-zona oscura. Siendo esa capa fina, al pisar por encima, podría haberse ido desgastando con el paso de los años, para dejar asomar la capa de debajo, más pobre en cemento que la superior.


¿Y el aceite?

No parece entonces que esta cara esté hecha de aceite. Sin embargo, sí es cierto que hay una sustancia orgánica, muy clara y evidente en todos los espectros de FTIR, que además llamó la atención a los analistas de AIDICO. En palabras de Francisco Máñez y Javier Cavanilles(5):

Sin embargo, sí habían dado con algo extraño para aquel simple suelo: una gran cantidad de carbono procedente de una materia orgánica (…). Cuando se les explicó que Pedro Amorós decía haber echado dos litros de aceite en aquel cemento, no les quedó ninguna duda sobre el origen del carbono.

Es muy probable que el aceite esté ahí: enlaces -CH, -CH2, y -CH3, enlaces C–OH, posibles radicales de ácido –COOH, y enlaces C=O. Todo ello aparece en una cadena de ácido oleico, principal componente del aceite de oliva. Al fin y al cabo, se pasó una fregona mojada en agua y aceite, hecho reconocido por su autor. El que aparezcan en todas las muestras rastros de materia orgánica lo confirma, aunque no demuestra que la cara fuera pintada.

Molécula de ácido oleico, con sus CH, varios CH2, un CH3, el COOH


Comparación de los análisis

El para-análisis Johnson (2) dio como resultados más significativos:

Al2O3: 0.08%
CaO: 30.6%
MgO: 21.7%
SiO2: 0.03 %

El análisis de Jaén (4) dio como resultados más significativos:

Ca : 0.19% (muestra 1) y 0.191%(muestra 2)
Mg: 0.112% y 0.124%
Al: 0.42% y 0.29%
(otros elementos en cantidades entre el 0.01% y el 0.0001%)
Bandas de carbono amorfo

El análisis de AIDICO (6) da como resultado:

Mayor concentración de cuarzo y compuestos de cemento en zonas oscuras.
Bandas muy evidentes de materia orgánica en todas las muestras

Lo primero que salta a la vista, es que las muestras (y perdón por el tecnicismo) son cada una de su padre y de su madre. Ningún resultado es igual o parecido a otro. Es más, si en el último análisis es tan evidente la existencia de materia orgánica… ¿Por qué no se encontró en los otros análisis?

Lo primero sería saber qué muestras se llevaron a analizar, porque las dos únicas muestras con una certeza razonable de tener denominación de origen, son las que se han analizado ahora. Los receptores de las muestras de AIDICO cuentan y documentan como reciben dos sobres con el escudo y remite del ayuntamiento de Bélmez de la Moraleda, dentro de los cuales se encontraba el acta de recogida, y dos botes sellados con las muestras.

Los otros análisis carecen de tal aval para autentificar las muestras. El para-ánalisis Johnson es sólo un papel con números. El análisis de Jaén tan sólo dice que dos personas le entregaron las muestras, y el acta de recogida.

En su momento se dijo (1): el acta no dice absolutamente nada. No describe el proceso de obtención, no se describen las muestras tomadas, ni la forma de guardarlas; lo cual es la mejor forma de hacer lo que se quiera con ellas. A saber qué llevaron a analizar a los inexistentes “Laboratorios Johnson” y a Jaén, porque según siguen relatando Máñez y Cavanilles(5):

“Pasaron a [comentar] los análisis de la Universidad de Jaén. Lo primero que observaron los técnicos de AIDICO fue que no estaba completo, le faltaban páginas. Algo de por sí llamativo, pues era la copia presentada por Pedro Amorós en su demanda contra Javier Cavanilles(…). Ante el pasmo de sus clientes [Pilar Verdú y acompañantes] Francisca Povo [jefa de Laboratorio de Materiales y Químico] aseguró: “Esto no es cemento”. Francisco Martínez, el subdirector de la empresa, miró a su vez la hoja y confirmó que aquello no era cemento. Los elementos físicos hallados no pertenecían a una argamasa, además el aluminio y el magnesio eran muy pobres, y sobre todo faltaba una gran cantidad de calcio, que componía cerca del 50% de cualquier cemento.”

En el análisis de ICP-MS de la universidad de Jaén(4), las muestras analizadas contenían un 0.19% de Calcio, 0.12% de Magnesio, y un 0.42% (muestra 1) y 0.29% de Aluminio (muestra 2). Todos juntos suman menos del 1%. El resto de elementos del análisis son menos abundantes aún. (¿Donde está el 99% del material restante?)

Fíjense que mientras en el análisis de Jaén el aluminio está en mayor cantidad que el calcio, en el análisis de AIDICO la situación se invierte. No en vano el calcio proviene de varios compuestos (cal, calcita, dolomita), mientras que el aluminio sólo proviene de la alúmina del cemento. El silicio del cuarzo, ni aparece.

En el para-análisis Johnson, parece que se ha hecho un análisis de elementos, no de compuestos, y se han cuantificado suponiendo que fueran óxidos. El aluminio se cuantifica en el 0.8%, y el calcio se cuantifica en el 30%. Sin duda, las muestras de Jaén no provienen del mismo sitio que las muestras del análisis de AIDICO, ni del para-análisis Johnson. Y en este último caso, al magnesio se le atribuye una cantidad similar a la de calcio, a la vez que la cantidad de silicio es irrisoria. Tampoco se parece demasiado a las muestras del tercer análisis. (Pista: en cada molécula de dolomita, hay un átomo de calcio, y otro de magnesio: MgCa(CO3)2 )

En el primer análisis no se encontró aceite porque no se buscó. En el segundo análisis, en cambio, sí se buscó aceite… pero sobre muestras que ¡¡¡ni siquiera eran de cemento!!!

Pero, ¿hay fraude o no?

La acusación original de fraude era que las caras estaban pintadas con aceite. Este análisis muestra que esta cara probablemente no fuera pintada, sino que quizás sea una mancha por la no homogeneidad de cemento. Ahora bien, hay que entender que en un fraude hay siempre una intención de engañar.

No se ha demostrado que haya caras pintadas, ya sea con aceite, titanlux, o pintalabios. Pero sí se pone de manifiesto la intención de engañar al encontrar que las muestras que se recogieron con tanto bombo y platillo, no se habían analizado, y en cambio, se presentaron otros análisis de muestras totalmente desconocidas, como si fueran las mismas.

Pero la cosa no queda aquí. Algo que hay que tener en cuenta cuando se recogen muestras para un análisis, es que éstas sean lo más representativas posible del total que se quiere analizar (lo que se llama muestreo). ¿Cómo de representativa es la cara de “El Santo”?. Si recordamos, todo este lío partió de la aparición de unas caras nuevas, sospechosamente cercanas en el tiempo a una visita de Francisco Máñez a Bélmez en que mostró un método sencillo para reproducir caras.

La seriedad de la SEIP y Amorós daba al menos para redactar un informe al ayuntamiento acerca de tales descubrimientos. Éste primer informe lo ha hecho público Amorós en su monólogo de club de la comedia “Yo contra El Mundo”(9), y describe las primeras caras descubiertas, dando detalles de su forma y ubicación (10):

Figura primeracara: Esquina norte izquierda de la cámara [observada antes de “hidratar” el suelo]
Figura 2132: Imagen de un perfil con cabello y rasgos muy definidos (…) formada en el lugar de ubicación de la primera cara(…)
Figura 2106:Bautizada como la “dama del escalón” (…) ubicada en el primer escalón que conduce a la cámara de las caras.
Figura 2156: Esta cara se forma en la esquina norte derecha de la cámara(...) Se trata de una mujer de perfil(…)
Figura 2158: En esta imagen podemos detectar una formación ubicada encima de la 2156, y que se trata de un rostro masculino(…)
Figura 2173: (…) cuatro rostros de ubicación esquina norte derecha. Podemos observar la figura 2158(…), algo parecido a una “cabeza de carnero”(…) A la derecha de ésta última observamos un rostro masculino (…) con aparente mal genio. Y en la parte superior denotamos una cara similar a la 2158 pero (…) parece una mujer
Figura 2179: (…)perfil femenino y con largo cabello.
Figura 2183: En esta imagen ubicada en el lateral derecho de la cámara y en el centro, denotamos un rostro de grandes ojos, boca grande y nariz, con expresión de mal genio (…)
Figura 2185: Se trata de la composición de dos rostros. Uno de perfil y pequeño en la parte superior (…)El otro rostro es mucho más grande(…)Éste último tiene menos formadas las características de la cabeza, denotando ojos profundos y oscuros, nariz y boca. Su formación es similar a la de “el Abuelo” de la Casa de las caras
Figura 2187: (…)un cuerpo entero de niño o de niña(…)
Figura 2196: Se trata de la imagen (…) de la 2173 en la que observamos de manera diferenciable y clara una formación de un rostro de mujer en la parte izquierda de la imagen principal

Los descubrimientos redactados en este primer informe sirvieron para lanzar el tema de las nuevas caras, que dio inmediatamente origen a las acusaciones de fraude. No sabemos si hay algún informe posterior con más descripciones. En estas, ninguna es llamada “El Santo”. Y la gran mayoría están colocadas en las esquinas, o bordes cercanos a la pared de la habitación: forman la exposición permanente que se muestra a los curiosos, mientras que el resto del suelo está cubierto por una alfombra.

¿Y “El Santo”? He aquí dos fotografías, obtenidas por Yamato(11), mostrando tanto la cara (el que la vea), como el agujero que se hizo para tomar las muestras, y su ubicación en el centro de la habitación:


Si repasa el informe, notará que ninguna de las caras descritas se ubica en el centro de la habitación. Hay algunas que no se especifica dónde están, pero en ninguna se dice explícitamente que esté situada hacia el centro. Y de las descripciones, sólo una, sin ubicación conocida, podría identificarse con “El Santo”, simplemente porque la descripción es tan general que podría valer para cualquier cara.

Figura 2185: Se trata de la composición de dos rostros. Uno de perfil y pequeño en la parte superior (…)El otro rostro es mucho más grande(…)Éste último tiene menos formadas las características de la cabeza, denotando ojos profundos y oscuros, nariz y boca. Su formación es similar a la de “el Abuelo” de la Casa de las caras

Si ya es difícil llegar a ver un rostro en la foto del suelo, más aún es llegar a ver cualquier otro rostro cercano y más pequeño. Además, se indica que las características están poco formadas. Así que, retomando la pregunta:

¿Cómo de representativo es el rostro de “El Santo” para hacer un análisis?

Tanto si la figura 2185 es “El Santo”, como si no, está claro que había varias figuras mucho más definidas, claras y representativas.

Y es que, viendo que son capaces de llevar a analizar una muestra que ni siquiera contiene cemento diciendo que es suelo de Bélmez, ¿se iban a arriesgar a analizar una cara fabricada, pudiendo analizar una cara natural producto de la pareidolia de las manchas del cemento?

Referencias

(1) “Aceite Paranormal”, en Gluon con Leche
(2)
Para-análisis Johnson
(3)"
Aceite paranormal (2º Acto)", en Gluon con Leche
(4)Análisis de la universidad de Jaén,publicado en “
En ocasiones veo Fraudes”, de Lois López Vilas)
(5) “Bélmez: análisis a las caras, análisis a las claras”. Pilar Verdú.
Revista Phenomenon, Nº3, pags 24-31.
(6)
"Análisis de dos muestras de mortero” Informe técnico Nº464. AIDICO, Instituto Tecnológico de la Construcción.
(7) "Cemento" Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2000. © 1993-1999 Microsoft Corporation.
(8) “El testigo incómodo” Francisco Máñez y Javier Cavanilles.
Revista Phenomenon Nº3, pags. 22 y 23
(9) "
Yo contra el mundo", Pedro Amorós
(10) “Informe preliminar de investigación”, SEIP, 2004. Página 1, Página 2, Página 3, Página 4, Página 5

(11) "Mil Kilómetros tras los caras", en la página web de Yamato

domingo, enero 07, 2007

La insoportable terquedad de los datos

Johannes Kepler

“Si pudiera ignorar esos 8 minutos de arco, adaptaría mi hipótesis. Pero como no puedo ignorarlos, esos 8 minutos conducen a una reforma total de la astronomía”


Johannes Kepler



Galileo Galilei es el referente favorito de los creyentes en fenómenos paranormales. La persecución a la que fue sometido por sostener una visión del mundo distinta a la que entonces había sido impuesta, la trasladan a los días de hoy, siendo ellos las víctimas incomprendidas, e identificando a la Santa Inquisición con una malvada ciencia oficial y comeniños, cuyos más sanguinarios miembros, además de aficionados a la barbacoa, somos los escépticos.

Poco importa que Galileo fuera un científico que se sustentaba en unos datos, experimentos y observaciones del mundo real que cualquiera podía comprobar; y menos aún importa el hecho de que sus inquisidores fueron personas que precisamente imponían (sin debate, ni revisión por pares) un saber tradicional y milenario, unas ideas preconcebidas, dogmas basados en temores, ideales o esperanzas, una verdad revelada que nunca había sido confrontada al mundo real para comprobar su veracidad.

Sin embargo, podrían sacar lecciones más jugosas de alguien como Johannes Kepler, astrólogo convertido a astrónomo, cuya vida y obra relata Carl Sagan, en el capítulo III “La armonía de los mundos” de su serie de divulgación “Cosmos”.

Kepler nació en 1571, y estudió en un seminario protestante en Maulbronn para hacerse clérigo. Aunque finalmente no fue ordenado, fue una persona con un fuerte sentimiento religioso, pero a la vez capaz de hacerse preguntas al observar el mundo que le rodeaba donde parecía reinar el caos, la peste, las guerras... ¿Cómo podía Dios crear algo tan imperfecto? Sin duda, su perfección debía de hallarse oculta entre tanto caos. Sólo las matemáticas y la geometría parecían hallarse al nivel de perfección requerido por un Creador.

Tras el seminario, estudió en la Universidad de Tübingen, donde pudo conocer el modelo heliocéntrico que había propuesto en 1543 Copérnico, en el que los planetas describían órbitas circulares alrededor del Sol. Tras la universidad, fue profesor en la localidad de Graz. Y fue allí donde comenzó su búsqueda de la prueba de la mano de Dios en la naturaleza, algo que hasta el momento, nadie parecía haber hecho. Buscaba ese retazo o pincelada de perfección oculto en el mundo, que el presuponía debía haber.

En aquel momento, eran seis los planetas conocidos: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter y Saturno. Kepler se preguntaba por qué sólo seis, y por qué de las distancias entre las órbitas de cada uno. Por casualidad, al trazar un triángulo equilátero dentro de una circunferencia, observó que si dibujaba un nuevo círculo dentro del triángulo, la relación entre los radios de ambos círculos correspondía con la relación entre los radios de las órbitas de Júpiter y Saturno.

Esta observación casual le llevó a relacionar la geometría con la astronomía. Existían 6 planetas, y existen sólo 5 “sólidos perfectos” cuyas sus caras son polígonos regulares: el tetraedro, el cubo, el octaedro, el icosaedro y el dodecaedro. Su hipótesis era que las órbitas eran circulares, alrededor de una esfera. Esta esfera, contenía a su vez uno de estos sólidos, en cuyo interior se alojaba otra esfera con otra órbita, que a su vez contenía otro sólido… así hasta colocar los cinco sólidos y las seis órbitas. La relación entre los tamaños de cada unas de las esferas debía de corresponderse con la relación entre los radios de las órbitas de los planetas.
Modelo de kepler para las órbitas planetarias (vía Wikipedia)


Kepler empleó mucho esfuerzo en desarrollar su modelo, compararlo con el modelo de Copérnico, y confrontarlo con las observaciones astronómicas disponibles. Sin embargo, teoría y observaciones no casaban, lo que llevó a Kepler a pensar que las observaciones no eran lo suficientemente precisas, pero no a dudar de si su hipótesis era correcta.

En aquel tiempo, Tycho Brahe, matemático danés residente en Praga, era quien poseía los datos más precisos de observaciones astronómicas, en particular de Marte. Tycho invitó a Kepler a trabajar con él. Sin embargo, no parecieron hacer buenas migas, y no fue hasta la muerte de Tycho que Kepler pudo disponer la totalidad de las observaciones.

Placa conmemorativa de la estancia de Johannes Kepler en Praga.(Se agradecería la contribución de algún checoparlante)


Fueron entonces varios años de cálculos, hasta que finalmente pudo hacer cuadrar casi todos los datos con una órbita circular, con una precisión de menos de 2 minutos de arco, lo que en aquel tiempo, era una precisión bastante buena. Sin embargo, había unos pocos datos que se desviaban hasta 8 minutos de arco.

Hasta ese momento, la historia de Kepler se puede resumir en:

- Una concepción del mundo real basada en convicciones y dogmas.
- Una anécdota que lleva a una hipótesis ciertamente extraña basada únicamente en esas convicciones y dogmas.
- Un fracaso en la demostración de su hipótesis, donde la culpa es de la realidad, pero no de la teoría.
- Insistencia en la misma teoría, y un nuevo revés por parte de la realidad, que insiste en producir datos que no concuerdan con la hipótesis.

Salvando las distancias, hay cierto paralelismo entre una “himbestigación paranormal” y la historia de Kepler. Sin embargo, este es el momento clave, cuando Kepler da un paso muy importante, y reconoce su error. Decide aceptar la desagradable realidad, y rechazar su teoría: Las órbitas de los planetas no son circulares, y no están relacionadas con sólidos geométricos perfectos. No hay una perfección divina en el sistema solar.

A pesar del revés, Kepler siguió estudiando los datos de Tycho, hasta que logró comprender que la elipse era la trayectoria que describía un planeta en su órbita. Cerrar la puerta a su hipótesis le valió poder descubrir las tres leyes que hoy llevan su nombre, y que siguen siendo usadas en tareas como el seguimiento de satélites artificiales en su órbita alrededor de la Tierra. Además, sobre su trabajo se asientan otros como el de Newton acerca de la gravitación.

La historia de Kepler puede parecer un fracaso, pero sin embargo significó un paso adelante gigantesco en el conocimiento de la naturaleza. El avance no se da sólo cuando se reconoce la validez de una hipótesis. También es un avance el reconocer los caminos muertos que no llevan a nada, que permiten centrarse en los caminos que sí llevan a algo.

Los aficionados de fenómenos paranormales se hallan continuamente en el momento clave de Kepler: insistencia en teorías que son insistentemente falsadas por los datos y el conocimiento obtenido del mundo real. Tras 100 años de parapsicología y espiritismo, 70 de piramidología, o 50 de ufología, en que la situación es la misma que al principio… va siendo hora tener más en cuenta a Kepler, y menos a Galileo.

“Prefirió la dura verdad a sus más queridas ilusiones. Ese es el corazón de la ciencia”

Carl Sagan, sobre Johannes Kepler